Autopsia confirmó que Diana Cardona murió envenenada con cianuro en una cerveza
La muerte de Diana María Cardona pasó inadvertida para muchos, menos para su familia, que desde el principio supo que detrás de toda la tragedia que significó perderla había una mano criminal.
Así lo confirmaron las pruebas de Medicina Legal realizadas en la autopsia, cuyos resultados no solo estremecieron a sus parientes, sino que provocaron una rápida investigación para aclarar el caso, que hoy se juzga como uno de feminicidio, en el marco de la ley que recientemente fue puesta en marcha.
Según consta en el informe de Medicina Legal, “los hallazgos de necropsia y la prueba rápida del contenido gástrico permiten concluir que la muerte es ocasionada por intoxicación con cianuro. Manera de muerte: violenta”. A Diana la asesinaron.
El caso se remonta al 7 de agosto pasado. Sin embargo, la muerte de la mujer de 33 años no fue en comienzo reportada como homicidio, menos como feminicidio, y las circunstancias fueron confusas.
La Fiscalía, teniendo conocimiento del caso empezó las pesquisas que esta semana llevaron a la captura del presunto asesino.
La detención la efectuaron miembros del CTI en el barrio El Socorro, de la comuna 13 de Medellín, donde estaba ubicado Gustavo Viveros Paredes, de 52 años, expareja de Diana María y principal sospechoso del crimen.
“Los hechos investigados ocurrieron en un establecimiento comercial administrado por Viveros, quien citó a la víctima al lugar para una supuesta reconciliación. Médicos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses determinaron que la mujer ingirió un poderoso veneno en una cerveza que le ofreció su compañero”, advierte de manera textual el informe de la Fiscalía.
Viveros, conocido como ‘el More’, fue objeto de medida de aseguramiento por parte del Juzgado 11 Penal Municipal de Medellín por el delito de feminicidio. Él no aceptó los cargos, pero aun así fue enviado tras las rejas mientras sigue el proceso.
Cadena de maltratos
“Yo me di cuenta de que ellos tenían una relación el 31 de diciembre pasado. Él es un hombre que la maltrataba, le pegaba y la ultrajaba. Un día incluso me dijo: a Diana la van a envenenar. Yo le pregunté ‘¿por qué?’ y le dijo que ella era muy confiada”, narra Luz Nancy Cardona, madre de Diana.
Sin sospecharlo, se estaba anunciando un desenlace que se dio de la misma forma.
Ese 7 de agosto, explica Luz Nancy, su hija estaba en un local que pertenece a Viveros, estaba ahí antes de las 7:30 de la noche.
De acuerdo con la investigación, la había citado Viveros para pactar una reconciliación, para solucionar varios altercados que habían tenido. El 26 de julio, advierte Luz, en el mismo local donde las autoridades referencian los hechos investigados, el hombre habría golpeado a la mujer.
“Me la aporreó. De hecho le tomé algunas fotos de los golpes. Le dije a Diana que no se dejara masacrar, que le pusiera una denuncia, pero ella nunca quiso. Ella solo se quedaba callada y sé que le tenía mucho miedo”, dice la madre, aún compungida por lo sucedido.
A sus 33 años, días antes de morir, Diana estaba buscando empleo. Tenía un hijo de 12 años y vivía con su madre. La relación que vivió con su presunto asesino fue tormentosa, advierten sus familiares. Ella, sin embargo, nunca lo denunció.
“Lo que sabemos de ese día que murió fue que ella se tomó una cerveza, bien y sin problema, pero la segunda, que incluso se la dieron con pitillo, le supo mal, pero se la tomó”. Dice Luz.
“Hablé con ella a las 7:30 de la noche. Antes de las 8:00 me tocaron la puerta y era él. Me dice que fuera que a Diana le dio una cosa rara en el negocio. Cuando bajé, tenía los dedos paralizados y los ojos medio abiertos. Ella se me cayó, se desplomó”, narra Luz.
Cuando fue llevada a la Unidad Hospitalaria de San Javier, era muy tarde, la dosis fue letal.