Nuevos homicidios reabren debate sobre existencia de casas de tortura en Medellín
Periodista. Amo viajar, leer y hacer preguntas. Me dejo envolver por las historias.
Julio llegó con una jornada violenta en Medellín. En menos de 24 horas, cinco nuevos homicidios se presentaron en la ciudad. Dos de esos casos presentaban signos de tortura, de acuerdo con el reporte policial.
El primer caso de aparente tortura ocurrió a la 1:54 a.m. en el barrio Héctor Abad Gómez de la comuna 5, donde un vecino fue testigo de cómo desde un taxi tres hombres bajaron varias bolsas negras con un tamaño sospechoso. Dos de los hombres huyeron en una moto y el tercero en el vehículo de servicio público.
Las autoridades fueron alertadas a través de la línea de emergencias 123 y al llegar al sitio encontraron que las bolsas contenían el cadáver de un hombre que a la postre fue identificado como Erick León Correa Laverde, de 39 años.
El segundo caso ocurrió en el barrio La Floresta, al occidente de Medellín y la víctima fue Anderson Steven Gaviria, de 24 años de edad, quien tenía cinco impactos por arma de fuego y tres lesiones producidas por arma blanca.
El cuerpo sin vida fue encontrado por un reciclador de la zona que inicialmente se alarmó al encontrar una sábana llena de sangre sobre un sofá abandonado en la carrera 81 con calle 45D.
El coronel Diego Vásquez, comandante operativo de la Policía Metropolitana aseguró que “aún se desconocen los autores del crimen, pero estamos atentos a las imágenes de las cámaras de seguridad del sector para esclarecer lo ocurrido”.
Un testigo de los hechos le narró a las autoridades que la noche anterior al hallazgo vio a varios sujetos “patrullando” la zona en una moto con las placas cubiertas y a un mototaxi que no es habitual en el sector, según detalla el informe del Sistema para la Seguridad y la Convivencia de Medellín, Sisc.
Revive debate sobre casas de tortura
El analista de conflicto Fernando Quijano, quien además dirige la Ong Corpades, aseguró que este año ya son varios los casos de homicidios vinculados con tortura. “Hay ya varios casos de personas ‘embolsadas’ que fueron asesinados por diferentes modalidades: asfixia, arma blanca o arma de fuego, pero que tienen en común un elemento: todos fueron torturados”.
Quijano aseguró que en la ciudad no existen “casas de pique” como las identificadas en Buenaventura, Valle, donde se practica el desmembramiento y desaparición de personas. “Aquí lo que hay es casas de tortura y en todos los casos cambia la modalidad final: a veces son descuartizadas (las víctimas), a veces amarradas, y a veces embolsadas”, agregó.
El analista dijo que el uso de métodos de tortura es común en sectores radicales de Los Urabeños (o clan del Golfo), así como por La Oficina.
Indicadores de homicidios preocupan
En lo corrido del año han ocurrido 252 muertes violentas, 19 más que el mismo período del año anterior. A eso se suman los aumentos en el índice de homicidios ocurridos en mayo (cuando aumentaron 42 % respecto a 2015) y junio (+2 %).
Fernando Quijano dijo que aunque en la ciudad sigue vigente el “pacto del fusil”, hay facciones de La Oficina que están enfrentadas por luchas de poder en los mandos medios.
“Cuando se inició esta alcaldía se aspiraba a un cambio de seguridad. Hubo unos meses tranquilos pero en mayo y junio la situación se complicó. A estas alturas entonces creo que la administración debe cambiar su estrategia de seguridad porque está fallando”, agregó.
EL COLOMBIANO buscó al secretario de Seguridad, Gustavo Villegas, para conocer su visión sobre la problemática, pero no hubo respuesta a los llamados.
Hace unas semanas el mismo Villegas le había dicho a este diario que no hay motivo de alarma por la situación de seguridad en la ciudad y que son dos los fenómenos tienen disparados los indicadores de homicidios: el enfrentamiento entre bandas criminales en dos comunas de la ciudad, y la intolerancia y violencia intrafamiliar.