Antioquia

La UPB de Medellín aprendió de la tragedia y montó su propio “Dagrd”

Tiene un sistema similar al de Medellín, creado tras el accidente aéreo de 2006. A propósito del simulacro nacional, ayer se puso en práctica.

La primera entrevista que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín.

25 de octubre de 2018

Recordar es vivir. En términos de prevención de desastres, el pasado invita a corregir y bien lo saben en la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), donde un trágico accidente aéreo, hace 12 años, hizo que las directivas crearan un sistema de reacción, al nivel del de una ciudad capital.

Y es que, el programa de atención ante emergencias es considerado, por expertos en el tema, un modelo en el país, incluso toma el Sistema de Comando de Incidentes (SCI), una herramienta usada por el Dagrd, máximo organismo de atención de desastres de Medellín, como base de trabajo.

El momento para afinar detalles en atención y salvamento fue ayer, recreando el caso en el que un avión cae en la cancha del colegio, en el campus universitario.

Cuatro helicópteros, ambulancias, bomberos y autoridades participaron en el simulacro. También el Hospital Pablo Tobón Uribe, y la Clínica Bolivariana, a donde se llevaron los heridos, en la acción simulada, y brigadistas de la institución educativa. En total participaron 2.000 personas.

Punto de partida

Imposible no rememorar aquel 29 de marzo de 2006, cuando una avioneta que viajaba de Medellín a Ituango cayó en el campus de Laureles, en la misma cancha que sirvió de simulacro ayer.

Beatriz Álvarez, auxiliar de biblioteca de la UPB estaba cerca al lugar del accidente, hace 12 años. Recuerda que la aeronave dio varias vueltas antes de caer, y los alumnos corrieron por orden de los profesores. Dos niños no lograron salvarse y otras cinco personas, tripulantes y pasajeros, también murieron.

“Este simulacro me remueve sentimientos. Ayudé a sacar niños quemados. Fue un momento muy difícil”, señala y añade que el sistema de prevención que actualmente existe en la universidad le genera más tranquilidad ante una eventual emergencia.

Si bien el riesgo es latente, teniendo en cuenta que el campus de la UPB está en el cono de aproximación del aeropuerto Olaya Herrera, no hay registro de un hecho similar al de 2006. No obstante, Víctor Hugo Londoño, profesional de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres de la UPB, afirma que el accidente fue un detonante para estructurar el sistema a finales de 2013, y, agrega, hoy están más preparados para reaccionar ante una situación similar.

“Se creó un Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres con las sedes de Bucaramanga, Palmira y Montería, para unificar criterios”, apunta.

Premisa, la prevención

Camilo Zapata, director del Dagrd, valora el sistema de la UPB, el trabajo articulado. Lo considera un precedente para otras instituciones similares.

Londoño acota que lo que ha montado la universidad es una especie de “pequeño Dagrd” del que hacen parte 400 personas en el país y 200, aproximadamente, en Medellín. “En Laureles son 70 brigadistas, 68 coordinadores de evacuación, un comité especial con 12 personas y un área de gestión de riesgo y atención prehospitalaria”, dice.

La mañana trágica de 2006 pudo ser peor. Pasadas las 9:00 a.m., cuando sucedió el accidente, el colegio y la universidad estaban en plena actividad. Hubo falencias que no se repetirán, aclara Londoño, y enfatiza: “hubo dificultades para saber cuál era el rol de cada persona”.

Un accidente aéreo es impredecible. Pero la atención oportuna salva vidas. En la UPB, y su campus de Laureles, con una extensión de 190.000 metros cuadrados, y por donde transitan, en promedio, 25.000 personas, a diario, las alertas y la reacción ya están afinadas .