Antioquia

Tierra olvidada que ahora se pelean Antioquia y Chocó

Belén de Bajirá vive obligado a sobrevivir, sin saber quién le tenderá la mano.

La primera entrevista que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín.

05 de junio de 2017

Dicen que son la mayoría, pero prefieren no gritarlo. En Belén de Bajirá quienes quieren seguir perteneciendo a Antioquia son tan discretos para afirmarlo, que parecen indiferentes ante el conflicto limítrofe con Chocó.

Y se perciben indiferentes, porque en este corregimiento de Mutatá, Urabá antioqueño — un poblado de 3.000 kilómetros cuadrados, con ranchos en madera y lata, calles empedradas y sin red de alcantarillado— el grueso de los que desean vivir en territorio antioqueño no se comprometen en una defensa de ese sentir porque temen los señalamientos de quienes promueven que Chocó sea soberano aquí.

“Al final, es igual ser de uno que de otro. Total siempre hemos sido pobres”, afirma, resignada y en voz baja, evitando decir su nombre, una mujer que trabaja en una cafetería frente al polideportivo, el espacio que, cada noche, congrega a un centenar de bajirenses en la tribuna para disfrutar encuentros deportivos.

En todo el centro del parque, en un kiosko que de día vende refresco y de noche licor, Martín Emilio Gómez, de 89 años y que dice haber sido uno de los fundadores del caserío, no se guarda una sola palabra para sentenciar que si hay un mejor futuro para sus vecinos, es del lado de Antioquia.

“En manos del Chocó estaremos condenados a ser víctimas de la corrupción, del desorden y el atraso. Aquí lo que hay es por Antioquia: luz, energía, salud, espacios deportivos y educación”, afirma.

Pero, lo contrario piensa Henry Chaverra, un hombre de voz fuerte que viene luchando desde hace más de una década para que Belén de Bajirá sea de Chocó.

Chaverra luce satisfecho. Reitera su discurso y le habla a la comunidad de la ambición antioqueña y la sed de expansión de este departamento. Del abandono al que ha sido sometido Belén de Bajirá, de la dignidad y de que es mejor ser municipio de Chocó, el departamento más pobre de Colombia, que corregimiento de Antioquia, el más rico del país.

Nadie le interpele a Chaverra ni a los demás líderes del movimiento Pro Chocó. Aquí, en esta tierra cálida y fértil para sembrar plátano, arroz y palma de aceite, en el caserío que parece un gran sanandresito, muchos extrañan la presencia de políticos y dirigentes de Antioquia. Añoran una bandera con el blanco y verde ondeando en la plaza y sueñan con un discurso a los habitantes en el que este departamento proclame su soberanía.

Belén de Bajirá históricamente perteneció a Antioquia, recibió inversión del departamento, y en los mapas de la Administración figura como de su jurisdicción.

No obstante, en el año 2000 la Asamblea del Chocó, mediante ordenanza, convirtió esa población en un municipio más de ese departamento. Luego, en el 2007, el Consejo de Estado dejó sin piso esa decisión, y Belén volvió a ser corregimiento de Mutatá.

Leopoldino Perea fue alcalde encargado en el lapso que Belén de Bajirá fue municipio. Hoy es uno de los más vehementes críticos de la defensa antioqueña y socializa ante la comunidad los beneficios de pertenecer a Chocó.

“Belén es un municipio que se sostendrá con la plata que le dará la Gobernación del Chocó, la que él mismo genere y lo que la gente busque. Desde aquí organizaremos la región. Van a estar los negros, los paisas y los chilapos (cómo le dicen a los cordobeses), jalonando. Belén de Bajirá será el motor del desarrollo del departamento, y así lo ve el Chocó”, enfatiza.

Mientras tanto, en la sede de la Gobernación de Antioquia, en Medellín, autoridades y diputados del departamento se rasgan las vestiduras ante la inminente pérdida de Belén de Bajirá. Hablan de intenciones separatistas, piden acciones de choque como suspender servicios y retirar maestros y médicos, pero aquí, a Belén de Bajirá, no vienen.