Antioquia

UVA, espacios para soñar y divertirse en comunidad

Estos espacios, construidos entre EPM y el Inder, con apoyo de la EDU, ya son referentes de juego y encuentro para los habitantes de los barrios.

Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.

17 de enero de 2016

Mientras María Isabel Duque, de ocho años, aprende a hacer figuras de cartón con una instructora, Juan Miguel Giraldo, de 13 años, se divierte en los chorritos de agua, apenas para el calor intenso de más de 30 grados que hace el mediodía del viernes sobre Medellín.

El cielo está azul, espléndido, y una que otra nubecita intensamente blanca ayuda a proyectar una mínima sombra sobre el paisaje. Todo pasa en la UVA -Unidad de Vida Articulada- de la Imaginación.

-Me trajo mi papá, yo le dije que viniéramos porque una amiguita había venido y me dijo que era muy bueno. Y estoy pasando muy rico, ahora voy a los chorritos-, cuenta Isabel. Sonríe con la tibieza y calidez de los niños y agarra a correr por un sendero que la lleva hasta otro espacio de la UVA, ubicada en la esquina sur de Villa Hermosa, al Oriente de la ciudad.

Cuenta José Fernando Mejía, director de Proyectos de Infraestructura Centralizada de Empresas Públicas de Medellín -EPM-, que las UVA se concibieron como espacios para que la comunidad hiciera realidad sus sueños, su imaginación.

-Cuando se decidió cuáles se iban a abrir al público, lo primero fue ir a las comunidades a contarles lo que íbamos a hacer y qué se imaginaban ahí para que ellas mismas pudieran desarrollarse como comunidades, hicimos lo que llamamos Talleres de Imaginarios-, cuenta Mejía.

El resultado de lo que la gente proponía, en su mayoría espacios para diversión de los niños como chorritos, juegos, y salas para aprendizaje de computadores e informática, se combinó con la realidad de los sitios y el presupuesto disponible. El resultado fue cada UVA como tal, pues no en todas las comunidades se pidió lo mismo.

-La base de las UVA son los tanques de agua de EPM y algunos están en terrenos muy empinados, otro son más planos, unos tienen terrenos muy amplios y otros más pequeños-, y se jugó con esas realidades para los diseños finales, subraya Mejía.

Juego y aprendizaje

A la 1:15 minutos de la tarde del viernes, cuando el sol más ardía, llegó el momento más esperado por los niños presentes a esa hora en la UVA de la Imaginación: la apertura de los chorritos de agua.

Y el primero en lanzarse al “charco” fue Juan Miguel Giraldo. Lo siguieron otros cinco chiquillos de edades entre los diez y los doce años, que juntos armaron una fiesta en la parte superior de la UVA, donde está la diversión, que parece resultar la más atractiva para los infantes.

-Esto es lo mejor de acá, yo no había venido, pero ya tengo dónde divertirme-, dijo Juan Miguel, exaltado y empapado en agua. Tenía una sonrisa amplia, continua y muy sonora.

Isabel Cristina Cardona, gestora de este espacio por cuenta de la Fundación EPM, que es la que administra las UVA, no oculta su sonrisa al ver a los pequeños divertirse tanto.

-Es que hasta a uno le dan ganas de meterse a jugar-, comenta con una leve sonrisa.

Para José Fernando Mejía, el agua es un elemento clave en estas infraestructuras urbanas, pues alrededor de ella se integran familias y comunidades y se hace pedagogía sobre el buen uso del recurso y también se ofrece diversión.

-En casi todas las zonas donde construimos Uvas los niños imaginaban chorritos de agua y fuentes, pues tal vez muchos tienen en la memoria el parque de los Pies Descalzos, porque alguna vez han visitado el lugar y eso quisieron para sus barrios-, sostiene Mejía. Es, sin duda, infraestructura pensada para la inclusión.

“Lo que nunca tuvimos”

-¿Cómo habría sido nuestra niñez si hubiéramos tenido todo esto?-, se pregunta Jesús Muñoz, habitante de Villa Hermosa Los Ángeles, la zona donde fue instalada esta UVA, cuyo diseño fue ganador del premio LafargeHolcim.

Jesús es uno de los líderes barriales más enamorados de este proyecto, al punto que ya está aprovechando uno de los programas en los que la gente de su edad -58 años- puede participar y aprovechar al máximo: clases de informática.

-Apenas las empecé ayer, casi no encuentro cupo, pero al final me inscribieron-, narra.

Siente que la UVA transformará la realidad de su comuna, pues no solo le sirve al barrio sino a varios de la comuna 8. Se calcula que a 26.674 habitantes de siete barrios de este sector del Oriente.

-Lo bueno es que no vengan solo niños sino también jóvenes. La calle que está ahí abajo (señala la 60) era peligrosa, por ahí no podíamos pasar, y hoy antes nos gusta. Yo digo que si vienen 50 muchachos y 30 se amañan, esos 30 se están salvando de tomar caminos equivocados que no llevan a nada-, subraya Jesús. Varios niños del programa La Casita de Nicolás, que ayuda a niños en abandono y con problemas de violencia intrafamiliar, juegan, ríen y gritan a su alrededor.

-Los trajimos porque nos parece un lugar ideal para ellos-, apunta Vanessa Guzmán, maestra de la institución y que reside en el sector. Esto le permitió conocer la UVA y recomendarla a la Casita de Nicolás como espacio para llevar a los niños.

Admite que la UVA es un espacio soñado, un lugar impensable hace unos años atrás para su zona. En esta afirmación la apoyan Mary Alzate y Sandra Rodríguez, que residen por el Parque Jorge Eliécer Gaitán, cercano, y llegaron con sus hijos a estrenar la UVA, que fue entregada a la comunidad el 29 de diciembre.

Aún se ven obreros puliendo detalles de urbanismo.

-Los niños están felices, con esto ganamos un gran espacio barrial-, repite Mary.

La apropiación y cuidado

Aunque cada Unidad de Vida Articulada tiene espacios, diseños y dimensiones diferentes, incluso en lo arquitectónico, en general en todas se manejan unas líneas específicas en cuanto a actividades y programación, incluidas las del Inder, que son en total 8 (de EPM son 12), y que se construyen en tanques de agua.

-Hay programas de informática básica, media y avanzada en una categoría llamada inclusión digital, que la han pedido en todas las UVA. Tenemos actividades de promoción de lectura, en alianza con la Biblioteca de EPM y otros aliados estratégicos, programas de cuentería, creación artística, clases de pintura, teatro, música ajustadas a las necesidades de la comunidad respectiva-, detalla Luz Mónica Pérez Ayala, directora ejecutiva de la Fundación EPM.

Añade que la educación ambiental es un pilar básico de las programaciones en estos espacios, teniendo en cuenta que son extensiones del programa de educación en el uso apropiado de los espacios públicos y la protección de los recursos naturales que promueve la entidad.

Recalca que son espacios para todo público en los que se puede llegar en familia o en comunidad y cada uno se divierte a su modo:

-Mientras los adultos están en clases de informática, los niños pueden jugar en los chorritos y los abuelos disfrutar la ciudad desde los miradores-, insiste Luz Mónica.

David Mora Gómez, gerente del Inder, que se unió al proyecto con la construcción de 8 Uvas, señala que estos “son espacios para la paz, el encuentro, la vida. Son lugares para crear, comunicar, participar y crear mundos”. Valora que las UVA están logrando verdaderas transformaciones de las comunidades en cultura, recreación e integración.

-Estamos ayudando a la creación de una sociedad mejor, es una transformación que está cambiando vidas-, concluye Mora Gómez, que fue ratificado en el cargo por el nuevo alcalde, Federico Gutiérrez .