Seminario de Yarumal, a un paso de ser una cárcel
Autoridades locales y Gobernación negocian el emblemático Cristo Sacerdote para hacer un penal agroindustrial. Vaticano tendrá la última palabra.
La primera entrevista que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín.
Hay voluntad y acuerdo entre el gobierno departamental y el municipal, para que el Seminario Cristo Sacerdote, en Yarumal, símbolo de la incidencia de la religión católica en la educación de la región, se convierta en centro penitenciario con enfoque agroindustrial.
Una visita de funcionarios del Gobierno nacional, el Inpec y autoridades eclesiásticas a ese municipio del norte de Antioquia comprobó la viabilidad del proyecto Centro Penitenciario Agroindustrial, que, según sus impulsores, sería modelo en Colombia en la resocialización de presos.
Y son dos factores, esencialmente, los que juegan a favor de la iniciativa, de la que hacen parte la Gobernación de Antioquia y las alcaldías de Medellín y Yarumal: el grave hacinamiento de hasta el 200 % que tienen los penales del departamento y la insostenibilidad que le representa a la diócesis de Sonsón, propietaria del lugar, el seminario.
Según el gobernador, Luis Pérez, existe unanimidad de los entes para llevar a cabo la construcción. Reveló que Yarumal, Medellín y la administración departamental comprarían el seminario a la y el Inpec, junto con el Ministerio de Justicia, harían los diseños, en acuerdo con la región, de la nueva granja-cárcel.
“Aquí se puede hacer un sistema carcelario innovador que sea ejemplo para Colombia y el mundo. Casi todas las cárceles son vetustas y tenemos que empezar a generar nuevos estilos carcelarios”, explicó Pérez Gutiérrez.
Por su parte, Ovier Galvis Sánchez, ecónomo de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, explicó que actualmente el seminario tiene 13 alumnos, lo que hace difícil su sostenimiento.
“Las vocaciones bajaron y económicamente ya no nos da para sostener una construcción tan gigante”, apuntó,
Inquietud por destinación
La nueva destinación del lugar ha generado algunas dudas en la comunidad, no solo por la posible pérdida de un bien, sino por los problemas sociales que, se teme, traería una cárcel de esta magnitud para la región.
Para el alcalde de Yarumal, Julio Aníbal Araiza, es satisfactorio lo que se viene para su municipio, pues considera que el proyecto tiene potencial como industria penitenciaria.
“No queremos más delincuencia, sino ser parte de la solución del tema penitenciario y aportar a la resocialización de las personas”, aclaró.
Una comisión de la Gobernación y las alcaldías definirá con la diócesis el precio del lugar. El Inpec hará un estudio de las adecuaciones necesarias para albergar los reclusos y establecerá los programas educativos y laborales del que sería el nuevo centro penitenciario agroindustrial de Antioquia.