“Se unieron para conservar un activo de la sociedad”: Ignacio Gaitán sobre la venta accionaria de EL COLOMBIANO
Ignacio Gaitán, presidente de EL COLOMBIANO, revela cómo se negoció el 50 %, más una acción, de la empresa. La idea: preservar el periodismo independiente.
Hace varias semanas trascendió en varios medios de comunicación que un grupo de empresarios habían adquirido EL COLOMBIANO; esta negociación se cerró en los últimos días. Inversionistas antioqueños decidieron adquirir el 51 % de la composición accionaria de la compañía para preservar un activo de la sociedad paisa. Ignacio Gaitán, presidente de esta casa periodística, habla sobre el rumbo que tendrá la compañía y de los detalles del negocio.
¿En qué momento los dueños de EL COLOMBIANO decidieron buscar aliados económicos?
“Cuando llegué a la presidencia de EL COLOMBIANO en agosto del año pasado me pidieron adelantar una transformación digital y entablar conversaciones porque había una disposición de buscar aliados. Primero tuvimos una propuesta de compra que hizo pública Manuel Villa. Luego, un segundo grupo de inversionistas que no son de Antioquia aparecieron de manera informal y cada dos meses me escribían porque querían que se fijara un precio. Yo fungí como intermediario. La última de esas llamadas fue en enero”.
Pero el negocio se cerró con un grupo de inversionista de Antioquia, ¿cómo pasó?
“Todo empezó en octubre con una reunión que tuve con algunos empresarios, ellos me manifestaron que querían explorar la posibilidad de democratizar accionariamente EL COLOMBIANO. Esto sucedió antes de las compras de acciones que han tenido algunas empresas paisas. Estos empresarios me pidieron información sobre la estrategia administrativa que estábamos implementando. Les presenté una documentación que me pidieron y desde la familia Gómez se contó de la parte histótica y el sustento filosófico del periódico. Algo vital en esa conversación fueron las cifras digitales del periódico, donde hemos crecido con bastante éxito”.
¿Por qué esa propuesta tomó tanto vuelo?
“Había una intención de fortalecer el medio de manera democrática, se trata de una apuesta por construir sociedad. Sucedió que después de esa reunión en octubre, la familia nos contó que la propuesta había tomado mucha fuerza. Una semana después fue que apareció la primera llamada de los empresarios no antioqueños, nos pedían que fijáramos un precio, de una manera muy cordial pero no había mucha certeza”.
Finalmente, del negocio se supo hace unas semanas...
“Hubo una filtración de la noticia el jueves 3 de febrero, día en el que celebramos 110 años. Lo primero que debo decir es que las empresas que aparecieron en varios medios de comunicación no hacen parte de esa compra. Este es un asunto democrático, pero la idea no es hablar de quiénes, sino de que es un grupo de personas de Antioquia que quieren invertir para conservar un activo de la sociedad a futuro”.
¿En ese momento ya se había cerrado el negocio?
“Después de los 110 años, la negociación tomó una velocidad muy alta. Sin embargo, no había nada firmado. El viernes 11 de febrero me dijeron que había un almuerzo con 27 accionistas que, por medio de una sociedad anónima, harían la inversión. Luego nos anunciaron que un primer tramo de la negociación se cerraba para alcanzar el 50 % —más una acción— de la composición accionaria y, adicionalmente, se invertiría para una capitalización cercana al 30 % del valor de compra. Esto nos permitirá avanzar en la transformación de la compañía, en especial en la digitalización, haciendo mucho foco en el periodismo de investigación. Habrá otra ronda para llegar a un total de 35 inversionistas. El valor de la compra se matendrá en secreto, pero puedo decir que supera unas cinco veces los valores iniciales de los que se hablaron”.
¿El periódico se ha valorizado en estos seis meses?
“Sí, los números han mejorado. Pero los compradores nos dijeron algo: que lo que menos les importaban eran los números, sino que EL COLOMBIANO sea un activo de la sociedad. Quieren que se mantenga este modelo: una gerencia que cuida el negocio y una dirección editorial que defiende la libertad. Se aplaude como hay una sociedad comprometida en pro de un interés colectivo”.
¿Cuál fue el cambio de EL COLOMBIANO desde que usted llegó? ¿Cuál es el futuro?
“La familia (Gómez Martínez) tomó la decisión de apartarse de la gestión. Ese fue el primer cambio, que asumieron terceros por primera vez en la historia. El segundo: asumir un periodismo investigativo, que llamamos de construcción de verdad. Eso ha llevado a un cambio muy positivo en los números de EL COLOMBIANO. También hemos creado microaudiencias muy interesantes; y hemos cambiado nuestra relación con los clientes, que ya no es tan seccional. También hemos avanzado en lo digital profundamente. EL COLOMBIANO está hoy en medio de las discusiones más importantes. Tú lees hoy el periódico y siempre están todas las versiones de los hechos y, no solo eso, sino un periodismo que da conclusiones. Nuestro propósito es seguir avanzando”