Colombia

De la Espriella lanza candidatura con guiño a Uribe como fórmula vicepresidencial: “Nunca me ha dicho un no tajante”

Abelardo de la Espriella lanzó su candidatura presidencial con el movimiento ‘Firme por la Patria’ y planteó la posibilidad de que Álvaro Uribe sea su fórmula vicepresidencial. Asegura que su aspiración responde a un “deber moral” y a una petición ciudadana.

hace 7 horas

A través de un movimiento denominado ‘Firme por la Patria’, el abogado Abelardo de la Espriella formalizó la plataforma presidencial desde la cual buscará llegar a la Casa de Nariño en 2026. Aunque no asistió a la Registraduría en Bogotá para inscribir el movimiento, el precandidato envió emisarios que formalizaron la aspiración.

El jurista, quien reside en Italia y comenzará la recolección de firmas, insistió en la tesis de que el expresidente Álvaro Uribe podría ser candidato a la Vicepresidencia y se refirió a los coqueteos que le ha hecho para que decida acompañarlo en la carrera por la Presidencia.

“Cada vez que se lo menciono me suelta una risita y me dice ‘bendito Dios’, pero nunca me ha dicho un no tajante. En consecuencia, creo que hay esperanza (...) Es posible constitucionalmente. Mal haría yo, siendo abogado, en proponer una fórmula inviable desde el punto de vista legal. Yo soy un demócrata”, defendió el penalista en diálogo con la emisora La FM.

Según el abogado –quien se hizo célebre por su participación en la mesa de ‘Ralito’ con grupos paramilitares–, son más de 100.000 ciudadanos los que están afiliados al movimiento ‘Defensores de la Patria’ y con los cuales espera consolidar su proyecto político para ser candidato independiente a la Presidencia de la República.

“Hace años le dije al país que solo entraría en la política en un caso extremo, ese momento ha llegado. No puedo callar mientras nos arrebatan la salud y el futuro. No puedo cruzarme de brazos cuando la delincuencia arrodilla al pueblo. No puedo ser testigo mudo mientras el tirano, corrupto e inmoral destruye a nuestra Nación”, argumentó.

El penalista manifestó que su ingreso a la contienda presidencial obedece a dos elementos fundamentales: “uno, a petición de un grupo significativo de ciudadanos y segundo, a un deber moral ineludible ya que no podría hablarles a sus hijos de patriotismo y de actuar como ‘un guerrero incansable’”.

De la Espriella aseguró que, de llegar a ser presidente de Colombia, combatirá “con mano de hierro a los corruptos, a los criminales impunes y a todos aquellos que amenacen la existencia de Colombia como República”. Además, se comprometió a “abrazar con el alma” a los millones de ciudadanos honestos que han sido acorralados por la “decadencia del sistema”.

“Durante más de 40 años he soñado con una Colombia distinta: un país unido, digno, estable, justo, de familias sólidas, generoso en el trabajo y libre de tiranos y fantasías ideológicas que tanto dolor nos han causado. Hoy, ese sueño se convierte en una misión”, agregó el precandidato, quien espera recoger tres millones de firmas.

Por otro lado, el jurista destacó que ha sido opositor del hoy presidente Gustavo Petro desde que fue congresista y alcalde de Bogotá. “Advertí lo grave, fatal y destructivo que sería un gobierno suyo... Era evidente lo que iba a ocurrir”, precisó.

El rol de Uribe como vicepresidente

Recién el pasado domingo y justo a dos semanas para que el país conozca si será condenado o absuelto por presunta manipulación de testigos, el expresidente volvió a hacer alarde de sus dotes electorales al convocar a decenas de dirigentes alrededor del tema de la seguridad.

En ese contexto, el hijo del exmandatario, Tomás Uribe Moreno, sorprendió con un pronunciamiento en sus redes sociales en el que no solo reclama que el juicio contra su padre está “basado en grabaciones manipuladas y testigos desacreditados”, sino que sugiere que detrás del proceso hay una estrategia para “neutralizar” políticamente a Uribe. Inclusive, fue más allá y aseguró que se pretende anular una eventual participación del exmandatario como fórmula vicepresidencial.

“Petro y Santos buscan neutralizarlo judicialmente antes de 2026, conscientes de que su participación, especialmente como vicepresidente, sería clave para derrotarlos”, dijo Uribe Moreno.

El planteamiento no es nuevo. Precandidatas presidenciales como Paola Holguín o Paloma Valencia, así como el abogado Abelardo de La Espriella, han sugerido que el exjefe de Estado regrese a la arena electoral y sea fórmula de algún candidato de la centro-derecha en 2026.

Lo cierto es que desde ya varios juristas reclaman que legalmente el expresidente no podría ser vicepresidente. ¿La razón? El artículo 204 de la Constitución que reza que “para ser elegido vicepresidente se requieren las mismas calidades que para ser presidente”. Frente a dichas calidades, la propia Carta Magna establece también en su artículo 197 que “no podrá ser elegido presidente de la República el ciudadano que a cualquier título hubiere ejercido la Presidencia”.

Es decir, sobre Uribe pesaría la inhabilidad inclusive para ejercer la Vicepresidencia debido a que ya fue presidente en dos periodos. De hecho, otro artículo –el 179– restringe la elección de quien “haya perdido su investidura de congresista, ni quien haya sido condenado a una pena privativa de la libertad”, un escenario que se complicaría en el caso de que Uribe sea declarado culpable.

“No es posible. La Constitución es muy clara en que nadie puede ocupar la Vicepresidencia de la República si ya ocupó antes la Presidencia y la función del vicepresidente precisamente es la de reemplazar al presidente en faltas absolutas o temporales. Considero que esa opción no es legal”, explicó a EL COLOMBIANO el profesor y analista político Jorge Iván Cuervo.

Otra es la lectura del propio abogado Abelardo de La Espriella. Según el jurista, la prohibición constitucional se refiere exclusivamente a la elección de un expresidente como presidente, pero no impide que pueda ser elegido vicepresidente.

“Jurídicamente, es viable que un expresidente sea elegido como fórmula vicepresidencial. La prohibición constitucional se estableció únicamente para ser elegido nuevamente como presidente, y en este caso no se trata de una elección presidencial, sino vicepresidencial. No solo son escenarios distintos, sino que, bajo las normas constitucionales y la jurisprudencia existente, esta aspiración estaría protegida por los principios constitucionales vigentes”, argumentó.