Atracador abatido en Villavicencio era predicador evangélico en Barranquilla
El presunto ladrón asesinado difundía videos en los que se mostraba fiel a los mandatos del cristianismo y compartía reflexiones sobre las consecuencias de cometer actos delictivos.
Cazador de historias. Futbolista frustrado: me tocó gambetear con las palabras.
Ronald Acuña murió mientras intentaba asaltar un carro de valores en Villavicencio (Meta), durante la mañana de este 28 de diciembre. Del fallecido se sabe que cumplía una condena en prisión domiciliaria y que también se dedicaba a ejercer como pastor evangélico en Barranquilla.
“Quiero subir a lo más alto que pudiera, solo para verte y mirar hacia ti. Necesito de ti, Señor. Soy pequeño, dame de tu paz. Dejo todo para seguirte”, eran algunas de las oraciones que predicaba el señalado criminal en su natal Barranquilla.
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Eran las 7:30 de la mañana del 28 de diciembre. Acuña se disfrazó de policía, soltó la Biblia y se dispuso a violar el séptimo mandamiento de su iglesia (no robarás). Acudió hasta el centro comercial Viva y –en complicidad de otros sujetos– intentó atracar un carro de valores.
Se desató un intercambio de disparos. Uno de los guardas de seguridad murió y otro resultó herido. Ronald fue abatido en medio de la reacción de los guardianes del dinero.
“Nosotros estamos viendo que hay muchos hijos que han sido desobedientes. No atendimos el consejo y el mensaje de aquellos padres que nos decían que no estuviéramos en una esquina robando o haciendo lo malo. Ellos nos decían que podíamos caer presos o quizás muerto”, se le escucha a Acuña en otra de sus intervenciones.
Acuña se desempeñaba como predicador en una iglesia evangélica de Barranquilla. A su vez, cumplía una condena en prisión domiciliaria por el delito de hurto agravado.
El abatido era conocido con el alias de Loco Ronald y en 2020 fue vinculado por su posible participación en un doble homicidio en la capital de Atlántico.
Justo el pasado 17 de diciembre, Ronald compartió en sus redes sociales un video que daba cuenta de su participación en una ceremonia cristiana. Allí afirmó que “Dios escuchaba”.