Autoridades deben enfocarse en los nuevos grupos armados
Aunque no hay cifras oficiales, se sabe que grupos como el Eln y el Clan del Golfo cuentan con armas de todo tipo.
Periodista. Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la Universidad Complutense de Madrid
Si bien son 7.132 armas que salieron de circulación gracias a la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc, las autoridades del país no pueden bajar la guardia en regiones donde aún hay presencia de varios grupos armados ilegales que cuentan con gran variedad de material bélico, el cual va desde una pistola calibre nueve milímetros hasta un lanzacohetes tipo RPG con capacidad de derribar aeronaves a corta distancia.
Al Eln, que según el Ministerio de Defensa cuenta con aproximadamente 1.500 subversivos armados (sin contar las milicias), se deben sumar los integrantes y la capacidad del armamento de otras organizaciones ilegales como el Clan del Golfo, que para el ministro Luis Carlos Villegas, tiene cerca de 2.000 hombres; y Los Pelusos (exEpl), que tienen en sus filas cerca de 260 miembros solo en la región del Catatumbo, como lo confirma el coronel George Quintero, comandante de la Policía de Norte de Santander.
¿Con qué cuentan?
Las autoridades plantean que cada integrante del Eln está armado al menos con un fusil. Inteligencia Militar del Ejército le confirmó a este diario que ese grupo guerrillero tiene material bélico variado pero no todo en buen estado.
“El principal reto es en los frentes de guerra Occidental y Nororiental que tienen un armamento más moderno: fusiles de precisión, lanzacohetes, ametralladoras. Esto porque logran intercambios con narcotraficantes. Los demás frentes tienen, en su mayoría, con fusiles AK47 anticuados”, afirmó un investigador del Ejército quien se desempeña como analista del Eln.
Contra esta guerrilla, las Fuerzas Armadas mantienen una ofensiva denominada Relámpago Rojo, la cual apunta a reducir la economía ilícita con la que se sostiene ese grupo insurgente (ver gráfico), y a dar con la captura o muerte de los principales cabecillas.
Sobre el Clan del Golfo, el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, asegura que esta banda criminal “tenía más de 4.000 hombres en combate hace cinco años, hoy tiene 2.000. Ahora está defendiendo lo poco que le queda, que es muy reducido frente a lo de hace 5 o 6 años”.
Sin embargo, las recientes incautaciones de armamento a ese grupo, como la registrada el pasado 26 de abril en Córdoba, donde el Ejército encontró en una caleta más de 15 fusiles, ametralladoras M60 y un lanzacohete RPG, comprueba que mantienen gran poder armamentístico; incluso a esta bacrim también se le han incautado fusiles Barret calibre .50, con capacidad de perforar blindados, y la famosa pistola FiveSeven (calibre 7.62), conocida como la “mata policías”.
Por su parte, Los Pelusos, un reducto del Epl, que no tiene la misma cantidad de hombres, sí posee, según la Policía, armamento moderno que incluye fusiles de precisión con los que ha atentado contra integrantes de la Fuerza Pública en Catatumbo.
“Esta banda se financia en su mayoría del tráfico de hidrocarburos y cuentan con gran variedad de armamento”, afirma Quintero, comandante de la Policía de Norte de Santander.
“El Conflicto se transforma”
Para analistas, el conflicto armado en Colombiano no termina, se transforma. Según Eduardo Álvarez Vanegas, director del área de dinámicas de conflicto y negociaciones de la Fundación Ideas para la Paz, estos grupos armados ilegales cuentan con cierta capacidad para enfrentar al Estado. Sin embargo, su prioridad, por lo menos la de Los Pelusos y el Clan del Golfo, es utilizar su armamento “para cuidar sus fuentes de financiación ilegal”.
Asegura que “son grupos con capacidad bélica pero no en todo el país, incluso dentro de sí mismos cuentan con diferentes fortalezas, todo dependiendo de sus necesidades, sobre todo de intereses económicos”.
Por su parte, Jeremy McDermott, director de InSight Crime, aclara que a parte del Eln, Los Pelusos y el Clan del Golfo, “no se puede olvidar las disidencias de las Farc, que en número llegan a unas 350 unidades en zonas de los Llanos Orientales, Guaviare y Vaupés. Esa gente seguro cuenta con capacidad de armamento y, también, de enfrentar al Estado, ya lo han comprobado con atentados y hasta secuestro de funcionarios”.