Ministro de Defensa, a debate de control en el Congreso por nueva flota de aviones: “No existen estudios”
Desde Cambio Radical alegaron No hay análisis de costo-beneficio que justifique la adquisición frente a mantener y modernizar la actual flota Kfir.
Pasado más de un mes desde que el Gobierno de Gustavo Petro confirmó que renovará la flota de aviones del país y comprará por valor de $16 billones nuevas aeronaves de la empresa sueca de tecnología militar Saab, este lunes se conoció que desde la oposición citarán a debate de control político en el Congreso al ministro de Defensa, el general Pedro Sánchez.
Según la representante Carolina Arbeláez (Cambio Radical), alrededor de la compra de los aviones de combate SAAB Gripen no habría mediado estudios técnicos, no se contaba con presupuesto aprobado para su operación, y no hay claridad sobre qué pasará con los aviones Kfir, que siguen funcionando.
La congresista reclamó que, de acuerdo con la información oficial del Ministerio de Defensa, no existen estudios técnicos, financieros ni estratégicos que respalden la compra de la nueva flota.
“No hay análisis de costo-beneficio que justifique la adquisición frente a mantener y modernizar la actual flota Kfir. Además, los Kfir siguen operativos, con un costo anual de mantenimiento de $61.000 millones, y no se ha tomado una decisión sobre su disposición final. No hay presupuesto aprobado para operar los Gripen, lo que generaría sobrecostos y comprometería recursos futuros del Estado”, alegó.
Arbeláez reclamó además que la transacción se hace justo en momentos en los que denuncias periodísticas alertan sobre “una crítica situación de desfinanciación” que atraviesan las Fuerzas Armadas del país, al punto que, según dijo, policías y militares deben pagar de su propio bolsillo el almuerzo.
“Este no es el momento de hacer semejante inversión. Es incoherente que el mismo Gobierno que criticaba estas compras por ser ‘bélicas’ hoy quiera endeudar al país sin ofrecer garantías sociales ni operativas (...) no sabemos cómo se van a mantener los aviones. ¿De dónde va a salir la plata para operarlos si ni siquiera hay para garantizar combustible, mantenimiento o equipos básicos?”, agregó la congresista.
De acuerdo con la representante, “la falta de rigor técnico en la adquisición de los Gripen” contrasta con los indicadores de inseguridad en el país. Además, sostuvo que no hay “inversión social real” ni condiciones para la tropa.
“Los grupos armados ilegales crecieron un 45%, pasaron de 15.120 en 2022 a 21.958 en 2025. La producción de coca aumentó un 53%. Se han registrado más de 37 masacres y 87 asesinatos a líderes sociales en lo corrido del año. El asesinato de policías y militares aumentó un 46% en comparación del año anterior”, indicó.
A principios de julio, el presidente Gustavo Petro había anunciado que Colombia eligió la oferta de los Gripen construidos por la empresa Saab. Lo hizo, entre otras, porque el Gobierno sueco ofreció un crédito del 100 % de largo plazo con ocho años de condonación.
La oferta más económica para el Gobierno eran los aviones suecos. Saab ofreció precios de aviones por unidad de entre 110 y 120 millones de dólares, los Rafale entre 200 y 240 millones y los F16 entre 170 y 190 millones.
Para 16 aviones nuevos, Saab ofrecía un precio de 1.900 millones de dólares; los Rafale de 3.700 millones; y los F-16 de 3.000 millones. Los suecos prometieron un tiempo de entrega de 24 meses y los estadounidenses y franceses de 60.
En los precios globales a 30 años de operación con las adecuaciones necesarias los Saab ofrecieron un precio de 2.350 millones de dólares; los Rafale de 4.900 millones; y los F-16 de 3.800 millones.