“Hay una distancia abismal entre sus ideales y sus logros”: la dura columna de Carlos Granés sobre Petro
En la columna publicada en el diario ABC, el autor colombiano, pero radicado hace muchos años fuera del país, hace duros cuestionamientos al presidente de Colombia, a quien iguala con Nayib Bukele y Javier Milei, entre otros.
Una columna escrita por el autor Carlos Granés y publicada el pasado jueves por el diario ABC de España, bajo el título “La tragedia de Gustavo Petro”, además de poner los ojos sobre algunas de las actuaciones recientes del presidente colombiano, dejó claro que los movimientos y discursos del mandatario también causan revuelo en el plano internacional.
Granés que, aunque nació en Bogotá vive hace más de dos décadas fuera de Colombia, es reconocido, entre otras, por su libro Delirio Americano, el que, según reseñó el diario El País, nació por “el interés del autor en la vanguardia europea del siglo XX y sus influencias en América Latina”.
La columna de solo cuatro párrafos largos, empieza con un resumen y breve enumeración de lo que el escritor llama “personajes desmedidos, con alma de visionarios o redentores más que de estadistas o gobernantes tradicionales”. Lista en la que incluye al presidente de El Salvador, Nayib Bukele; a Javier Milei, mandatario de Argentina; Manuel López Obrado de México; al presidente de Chile, Gabriel Boric; y al presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Una línea más adelante, Granés sigue con la descripción de dichos mandatarios y los llama, con ironía, por supuesto, como “tocados por la providencia”, por lo que denomina la autoimposición que se hicieron de “refundar sus países”.
Según Granés, sin embargo, de todos esos líderes actuales, de izquierda y de derecha, el que más tiene una imagen más sobredimensionada de sí mismo, es Petro, de hecho lo clasifica como “el caso más fascinante”.
Uno de los primeros argumentos que analiza el columnista es que, a su entender, a Petro parecería que le quedara pequeño su país y de allí su intención de convertirse en un líder mundial y tutelar la causa contra el cambio climático.
“No solo intenta redimir a Colombia de 200 años de mal gobierno, sino a la humanidad entera de su inminente extinción”, escribe puntualmente el bogotano, radicado en España.
Al ensayista le parece, así lo deja saber en sus líneas, un despropósito que Petro quiera cambiar el sistema económico mundial y que quiera la paz para todo el mundo, como lo señaló, dice Granés, en su intervención en la más reciente Asamblea de las Naciones Unidas.
La controversia de Petro, según el ensayista, está en que su discurso “contrasta con una nula capacidad para gestionar lo real y concreto”. Para argumentar esto, Granés cita los líos legales de Nicolás Petro, el hijo de presidente, los viajes de la primera dama con su “séquito” y el que clasifica como acosos a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
En su última parte, el autor insiste en la diferencia entre lo que dice y lo que, cree él, que hace Petro, por lo que lo define como un “personaje trágico”, que “achaca su inevitable fracaso no a su ineptitud sino al complot de los malos”.
Finalmente, Granés hace una especie de reflexión más general y termina señalando que el caso Petro es el “drama humano por excelencia”, para así luego hablar en primera persona al reseñar que “nuestra imaginación siempre es más potente que nuestra voluntad”. Sin embargo, puntualiza el escritor en que la verdadera fatalidad para Colombia es que esa tragedia humana la tenga que presenciar en el Palacio de gobierno.