Congreso: cuatro días sesionando a contrarreloj
El jueves termina el actual período legislativo. Se agota el tiempo para proyectos de ley cruciales.
Periodista de la Universidad del Quindío. De Calarcá.
Tengo la maleta siempre hecha y mi brújula, que por lo general apunta al sur, me trajo al periodismo para aclarar mi voz. Busco la pluralidad y no le temo a la diferencia.
Un inicio lleno de críticas y un desenlace con deudas con el país parecen ser las principales características de la legislatura que termina esta semana.
El arranque no pudo ser más controversial: con un acalorado discurso en el que abundaron las quejas sobre el gobierno Santos y los elogios al expresidente Álvaro Uribe, y que fue catalogado como “vergonzoso” por personajes como Sergio Fajardo y Roy Barreras, el presidente del Senado, Ernesto Macías, instaló el 20 de julio del año pasado uno de los congresos más polarizados de las últimas décadas.
Esa característica se ve en los resultados: las pugnas entre el Centro Democrático como partido de Gobierno y la oposición, ha derivado en hundimientos de iniciativas importantes, como las reformas Política y la de Justicia, lo que puso en tela de juicio la solidez de las relaciones entre el gabinete ministerial de Iván Duque y los corporados.
Mención aparte merece el debate de las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de la JEP, que enfrascó al país en una discusión de dos meses que, como era previsible, terminó siendo zanjada por la Corte Constitucional.
Todos estos elementos han dado como resultado un desbalance entre los logros de esta legislatura y los temas en los que Senado y Cámara quedan en deuda con el país (ver recuadros).
Analistas consultados por EL COLOMBIANO coinciden en afirmar que con el desempeño del actual Congreso no solo está en juego la gobernabilidad de Iván Duque, sino el avance de temas que inciden directamente en el bienestar de los colombianos.
No hay coalición
Para, Juan Carlos Escobar, docente del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, uno de los aspectos que ha influido en el pálido resultado legislativo es “que hay un ensayo interesante del Estatuto de Oposición en el nuevo Congreso, es decir, de configuración de fuerzas en independencia”.
Y otro de los puntos claves de la manera en que se desarrolló la agenda parlamentaria es que “hay temas que han distraído la atención, tanto del Congreso como del presidente. La situación de Venezuela, por ejemplo, es un asunto que si bien no pasa por el Congreso como un proyecto, ha acaparado la atención del Gobierno Duque”.
Por su parte, el experto en Ciencia Política y Gobierno de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, calificó de “atropellado” el período de sesiones que termina esta semana y señaló que sus resultados “reflejan el estado de polarización en el que está el país a raíz del Acuerdo de paz”.
Para el académico, las reivindicaciones que quiso hacer el presidente Duque alrededor del Acuerdo generaron “una agenda legislativa muy polémica y eso terminó derivando en una fragmentación. Creo que por eso el Gobierno no pudo tener una base sólida parlamentaria, un grupo fuerte, no hay ni coalición y mi lectura es que incluso dentro del mismo Centro Democrático pueden empezar a surgir divisiones”.
Una opinión similar sostiene Santiago Leyva, integrante de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Ciencia Política y docente de Eafit, que “queda muy claro que el ambiente de polarización y especialmente, haber priorizado el debate a las objeciones de la Ley Estatutaria de la JEP no dejó que se avanzara en gran parte de la agenda legislativa”.
Para el experto, es de resaltar que se haya logrado aprobar el Plan Nacional de Desarrollo, “que en su momento también estuvo en riesgo, pero que finalmente le dio al Gobierno un margen de maniobra importante”, sin embargo, “no fue una legislatura que haya cumplido las expectativas y necesidades de los colombianos”.
Ajustes
Escobar agregó que “hay una inexperiencia marcada en el presidente y creo que la juventud y la dependencia de su jefe político han cobrado un poco en el manejo que pueda tener en el Congreso”, mientras que para Jaramillo, “este período legislativo refleja un Gobierno a mi juicio muy débil en cuanto a gobernabilidad y en cuanto a su relación con ambas cámaras”.
Esto implica que para una próxima legislatura sea necesario que Duque tenga en la mira algunos ajustes. Según Leyva, lo primordial es que “se logren unos acuerdos sobre las reformas, especialmente la política y la de la justicia, se está hablando también de una reforma a las regalías, entonces son temas muy estructurales del Estado, que requieren centrar la atención legislativa en un esquema de unidad”.
Escobar añadió que hay cambios que ya se están empezando a hacer, “ya hay ajustes en algunos ministerios, como el de Justicia, pero sobre todo, está la convocatoria de una nueva Unidad Nacional, eso no tiene otro nombre y yo creo que algunos partidos como Cambio Radical le han venido copiando el mensaje al presidente y la bancada en general podría unirse a ese llamado en una segunda legislatura para que el Gobierno pueda tener algunas mayorías”.
Jaramillo, por el contrario, indicó que “es difícil saber qué se tendría que ajustar, porque uno de los temas que propuso este Gobierno pasaba por algunos cambios a la JEP. Hay que ver qué posición asume, pero pensaría que el reto de Iván Duque en materia legislativa y en términos de imagen y gobernabilidad es modificar el Acuerdo. De no concretarse esta reforma, el Gobierno (por lo menos en los sectores que lo apoyan, los mismos que votaron No en el plebiscito) fracasaría porque fue su promesa de campaña” .