Colombia

Dan de baja a un temido disidente que recaudaba hasta $4.000 millones mensuales en extorsiones

Cancharino se movía entre los departamentos del Meta, Tolima, Caquetá, Huila y Guaviare. Su muerte ocurrió en medio de combates con el Ejército en Tolima.

11 de febrero de 2025

Con apenas 24 años, Fabián Guillermo Espinosa Arboleda, alias Cancharino, acumuló un amplio prontuario criminal. Era uno de los hombres más importantes para las finanzas de las disidencias bajo el mando de Calarcá, estructura a la que le aportaba hasta $4.000 millones mensuales en extorsiones.

Por su captura, las autoridades ofrecían una recompensa de $300 millones. Su nombre y alias sembraban terror entre los comerciantes de Caquetá, Huila, Meta, Tolima y Guaviare, a quienes exigía millonarias sumas en extorsiones, mientras repartía amenazas.

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Este temido disidente fue abatido en operaciones militares realizadas por el Ejército y la Policía en el municipio de Rovira, cerca a Ibagué, en el quinto intento de las autoridades por capturarlo.

De ‘Cancharino’ se sabe que fue reclutado en Caquetá a los 16 años. Una vez dentro del bloque, Jorge Suárez Briceño, ascendió rápidamente gracias a sus sangrientas prácticas para el cobro de extorsiones y sus métodos violentos. En su contra, pesaban órdenes de captura por extorsión, reclutamiento forzado de menores y concierto para delinquir con fines de homicidio.

“Fue muerto en desarrollo de operaciones militares alias ‘Cancharino’, cabecilla de finanzas del Bloque ‘Jorge Suárez Briceño’, uno de los más buscados del país, por quien se ofrecía una recompensa de hasta 300 millones de pesos”, informó el Ministerio de Defensa.

A este disidente se le atribuyó haber instrumentalizado a la población para el secuestro de 98 soldados en San José del Guaviare, en agosto de 2024.

Su accionar criminal, que se expandía rápidamente hacia los departamentos del Valle del Cauca y Quindío, no se limitaba a extorsionar comerciantes. También sometía a campesinos, transportadores e incluso a alcaldes de municipios apartados, especialmente en el Meta.

Las autoridades lograron seguirle el rastro tras la compra de un caballo de más de 400 millones de pesos. Esta transacción fue clave para ubicarlo en la vereda El Paraíso, municipio de Rovira, Tolima, en donde finalmente fue dado de baja.

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