Gaviria y Fajardo: juntos en campaña, pero incómodos
Periodista, apasionado por la historia, la geopolítica y los documentales. Hago preguntas desde que tengo uso de razón. Egresado de la Universidad Eafit.
La estrategia de campaña conjunta que planeó la Coalición Centro Esperanza tras la ruptura con Ingrid Betancourt, fracasó en su primer intento. A pesar de que esta convergencia tenía previsto evitar agresiones para transmitirle a la opinión pública que sus precandidatos presidenciales conformaban un equipo sólido y unido, apareció un nuevo brote de crisis con Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo, quienes siguen trabajando juntos, pero con un ambiente de incomodidad.
Aunque desde un inició se planteó que este equipo sería el que aglutinaría al centro político “amplio y diverso”, se demostró una vez más que la Centro Esperanza es la coalición de precandidatos presidenciales con más divisiones internas y, como reflejo de esta situación, vivió su tercera disputa pública consecutiva de las últimas tres semanas.
EL COLOMBIANO conoció detalles de cómo fueron las 24 horas en las que tambaleó esta alianza del denominado centro por cuenta de las críticas consideradas como “descalificaciones” del exministro de Salud al exgobernador de Antioquia, tema que aseguran quedó superado, pero que dejó heridas abiertas y malestar entre los dos académicos.
Gaviria rompió el pacto interno
Después de solo nueve días del golpe público que significó la separación con Betancourt, el lunes los miembros de la Centro Esperanza lidiaron con una declaración de Gaviria a El Tiempo en la que trató a Fajardo de “tibio” y “fundamentalista moral”, palabras que no cayeron para nada bien en el resto de sus compañeros.
Esta declaración fue tomada en el interior de la convergencia como una agresión del exrector de Los Andes, e incomodó tanto que estuvo a punto de cambiar los planes que tenían los precandidatos. Esa idea de campaña conjunta se frenó por la molestia de Fajardo, respaldado por Jorge Robledo y Juan Manuel Galán.
Y es que además de sus palabras consideradas como “fuego amigo”, Gaviria no asistió a un desayuno planeado para el lunes en la casa de Juan Fernando Cristo y la tensa situación se habló en medio de la grabación de un comercial a puerta cerrada ese mismo día.
Este medio pudo establecer que Fajardo, Galán y Robledo le reclamaron al exministro porque este rompió el pacto de no agresión que acordaron tras la pelea y posterior salida de Ingrid Betancourt.
Una fuente al interior de la coalición aseguró que esa conversación se tornó tensa, ya que a este equipo se le volvió habitual tener que lidiar con peleas que han trascendido ante la opinión pública y que siguen dejando una sensación de ruptura interna. En dicho encuentro, el acuerdo al terminar la jornada del lunes fue evitar las descalificaciones entre los coequiperos, pero quedaron asperezas por limar.
Aunque trataron de manejar la situación con reserva, Galán confirmó lo que consideró una nueva “crisis” interna y aseguró que quedó resuelta. “Esta última crisis fue por unas declaraciones desafortunadas de Gaviria donde descalificaba en lo personal a Fajardo y eso no cayó bien. Eso lo conversamos y lo resolvimos”, planteó el precandidato del Nuevo Liberalismo.
Una unión en entredicho
A pesar de que se planteó que el malestar quedó resuelto el mismo lunes, esto no fue lo que dio a entender Fajardo el martes, pues en medio de su visita a Santa Marta y mientras jugaba dominó tiró una indirecta que la opinión pública consideró como pulla hacia el exministro de Salud.
“Hay gente que se desespera un poco por las encuestas. No le va bien y entonces tiene que salir a decir cualquier cosa para hacerse notar (...) Hay unas formas de hacerse notar, atacando a los amigos o luchando contra la corrupción y el clientelismo”, dijo el exgobernador de Antioquia.
Además de la pulla, Fajardo planteó que el ganador de las elecciones Presidenciales estaba entre los que jugaban dominó y el principal ausente de la partida era Gaviria, quien llegó horas después y se unió al resto de compañeros.
Así las cosas, el acuerdo al que se llegó fue el de continuar juntos, pero el ambiente entre el exgobernador antioqueño y el exministro de Salud es tenso, pues la competencia de cara a la consulta presidencial del 13 de marzo llevó al segundo a descalificar públicamente al primero.
A este malestar, que no parece tener pronta solución, se le ha sumado el inconformismo de Galán y de Fajardo (ver Paréntesis) por el acuerdo que se ventiló entre Claudia López y Gustavo Petro, pues este último es considerado un rival directo de la Centro Esperanza y no un aliado