Disturbios empañaron la final de la Copa Águila en Barranquilla

Doblemente amarga resultó la noche del jueves para los barranquilleros. Primero, porque su equipo, el Junior, perdió la final de la Copa Águila frente a Nacional, por marcador de 1-0. Y, segundo, porque al culminar el encuentro se registraron una serie de disturbios en las tribunas Norte y Sur del estadio Metropolitano, que forzaron una intervención del Escuadrón Antidisturbios de la Policía (Esmad).

Según reporte de la agencia Colprensa y del diario El Heraldo, de Barranquilla, fuera del Metropolitano también hubo desmanes, que fueron controlados por la Policía. Como consecuencia del agite de los hinchas, varios efectivos policiales se desmayaron y tuvieron que ser retirados en vehículos de la Cruz Roja.

Para garantizar la seguridad, la Policía desplegó a 1.200 uniformados, que no fueron suficientes. Al término del partido, a eso de las 9:10 de la noche, y durante una media hora, los hinchas del Junior protagonizaron varios incidentes, tumbaron vallas de seguridad y las estrellaban contra las rejas de la entrada a la tribuna Norte. Para repeler esas acciones vandálicas el Esmad lanzó contra los revoltosos gases lacrimógenos.

El Heraldo indicó que desde antes del encuentro final los ánimos ya estaban caldeados. El ambiente estaba tenso en los alrededores del Metropolitano, por amenazas entre hinchas, que involucraron a barras como el Frente Rojiblanco Sur y Los Cuervos.

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Datos preliminares de la Policía señalan que los desmanes dejaron un saldo de 30 personas heridas. A ello se suman ocho buses del sistema Transmetro atacados con piedras y botellas lanzadas contra una tienda Olímpica, en el bulevar Simón Bolívar.