Educación

Icetex: jóvenes no pueden pagar créditos y estalla crisis por presunta corrupción

El presidente de esa entidad, Álvaro Urquijo, habría pedido la renuncia a una funcionaria que se negó a aprobar la firma de un contrato de tecnología. Hubo renuncias por esa situación.

hace 6 horas

El Icetex está viviendo el peor de los mundos. Bajó la cifra de colocación de créditos a los jóvenes y le subió la cuota a los que están pagándolos mientras estudian y después de graduados, a pesar de que el Gobierno del presidente Gustavo Petro había prometido la condonación de las deudas. En medio de esto, hay una crisis por renuncias en el comité de compras de esa entidad por un contrato de tecnología por $120.000 millones que, según la representante a la Cámara Catherine Juvinao se intentó firmar saltándose las normas internas.

Esto último tiene el escritorio del presidente del Icetex, Álvaro Urquijo, con al menos cartas de renuncias irrevocables. EL COLOMBIANO conoció que este martes 23 de septiembre renunciaron estas personas: el vicepresidente financiero, Antonio Gómez Álvarez; la jefe de Riesgos, Lizeth Paola Lizcano, y la secretaria general, Ana Lucy Castro.

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Gómez había emitido concepto negativo sobre el contrato mencionado argumentando que Urquijo quiere destinar recursos de las reservas técnicas del Instituto para firmar ese contrato. Esto, aseguran fuentes, originaría un descalce financiero de enormes proporciones y ameritaría una intervención por parte de la Superintendencia Financiera, puesto que nunca antes se han comprometido los recursos de las reservas técnicas.

De igual manera, habría habido serios cuestionamientos por lo que consideraron una contratación que parece forzada, pues tenía la justificación de ser para una optimización tecnológica.

La denuncia de Catherine Juvinao

Según denuncia la congresista Catherine Juvinao (Alianza Verde), el contrato tiene un valor de $120.000 millones, para el cual la junta directiva de esa entidad pidió celebrarla mediante invitación pública y no mediante contratación directa. Sin embargo, dijo la representante, se habría intentado hacer a dedo y “pasándose por encima el manual de contratación de la entidad”.

En ese sentido, Juvinao señaló que Urquijo “está dispuesto a todo” para adjudicar el contrato. Por esa razón, el presidente le habría pedido la renuncia a la secretaria Castro por haberse negado a suscribir esa operación. Como se dijo anteriormente, ella renunció junto con los otros dos funcionarios de la junta directiva.

Para la legisladora, ese contrato de tecnología “no tendría ninguna justificación en medio de la caída de colocación de créditos por parte de la entidad, que pasó de otorgar cerca de 60.000 nuevos créditos al año a solamente 10.000 en 2025”.

Y es que, de hecho, los jóvenes que estudiaron con créditos del Icetex —especialmente los de estratos 1, 2 y 3— no han podido pagar los créditos durante los últimos meses porque la entidad decidió suspender los subsidios a la tasa de interés. Con esto, los pagos mensuales crecieron y, de paso, la presión para pagar o vivir, especialmente entre jóvenes que no han logrado estabilidad laboral tras terminar y graduarse de sus carreras.

Otra fuente que conoce los movimientos dentro de esa institución advirtió que el contrato de tecnología no hace parte del paquete de contratos que se licitan anualmente, sino que “es un capricho con una justificación muy ambigua: la optimización tecnológica”.

Así mismo, que el proceso en cuestión no quedó registrado en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) y que quedó “trunco” porque se generó la alerta desde los medios de comunicación y por parte de Catherine Juvinao.

El contratista sería un viejo conocido

Por otro lado, una segunda fuente que habló con EL COLOMBIANO aseguró que el contratista que podría haber salido beneficiado con la adjudicación denunciada ha estado bajo vigilancia por otra contratación que está en ejecución desde 2022 y se extiende hasta 2026.

Se trata de un proceso que tiene como objeto “gestionar servicios con atención ágil, flexible y enfoque diferencial para atender a los grupos de interés del Icetex por diversos canales, en aras de tener una interacción continua y constructiva en el marco de la transformación de la entidad”.

La compañía que ejecuta el contrato es Comware S.A. y tiene un valor de $101.760’124.202. Fue adjudicado en diciembre de 2022, pero tiene un plazo de ejecución de 36 meses (tres años), en los cuales se distribuía el valor por año. En 2023, asignaron $24.138 millones; en 2024, $32.754 millones; en 2025, $35.582 millones, y en 2026, $9.827 millones.

De hecho, un informe de auditoría financiera de la vigencia 2024 de la Contraloría General de la República al Icetex hace unas advertencias sobre ese proceso. Entre otros comentarios, el ente de control señaló que “la orden de compra emitida por Comware, no contiene el detalle de los ítems requeridos para la dotación del personal de operación asociado al proyecto”, que “la factura generada por el proveedor (...) no discrimina los ítems adquiridos” y que “el Icetex no aporta documentos anexos que soporten el detalle de la dotación”.

EL COLOMBIANO consultó a la oficina de prensa del Icetex si harían algún pronunciamiento por la denuncia que hizo la representante Catherine Juviano y los hechos expuestos en esta nota, pero contestaron que se pronunciarán en los próximos días.

Icetex: una entidad bajo sospecha

En las últimas semanas, el Icetex ha estado bajo críticas. El 10 de septiembre, como lo reveló EL COLOMBIANO, el presidente Álvaro Urquijo estuvo en un viaje en Suecia que quisieron pasarlo por desapercibido. No hubo registros de este en sus comunicados oficiales ni en sus redes sociales, en donde hicieron una publicación en Facebook y luego la eliminaron.

Por otro lado, hay varias denuncias por una presunta toma de la entidad por parte del círculo cercano a la poderosa familia cordobesa de los Chagüi. Los trabajadores de planta del Icetex le han llamado a la sede en Bogotá “el muelle costeño”.

Dos asesoras comerciales del Icetex tienen lazos familiares con el senador del Partido de la U, Julio Elías Chagüi Flórez —salpicado en el escándalo de corrupción en la UNGRD— y la exsenadora del Centro Democrático, Ruby Chagüi Spath. Ambos son primos por el lado paterno.

Una de estas funcionarias (prima de Julio y Ruby), quien trabaja en la Asesoría Comercial de la regional norte del Icetex. Esa dirección territorial comprende el manejo de los departamentos de La Guajira, Magdalena, San Andrés, Atlántico, Bolívar, Sucre y Córdoba.

La otra funcionaria es prima de Ruby Chagüi Spath, quien ocupa el cargo de asesora comercial de la regional centro de la entidad. Es la que tiene a su mando los departamentos de Bogotá, Boyacá, Tolima, Meta, Huila, Vichada, Caquetá, Guaviare, Guainía, Vaupés y Amazonas.

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