La tolerancia es un valor que se aprende
Los niños son intolerantes por naturaleza; sin embargo, con ejemplo, paciencia y trabajo pueden adquirirla.
Por Gloria Bueno Sandoval
Albert Einstein decía que dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única manera. Nada más cierto en cuestión de comportamiento infantil. En los primeros años de vida los niños aprenden por el ejemplo de sus padres o cuidadores, entonces, si se desea que el niño sea tolerante, los adultos deben reflejar esa capacidad.
“Si como docente soy intolerante no va a ser fácil enseñarle tolerancia. A partir de los dos años son muy egocéntricos, se les dificulta tolerar al otro; ahí entramos nosotras para, desde el ejemplo, dar pautas y ejercicios para mejorar la interacción tales como el trabajo en equipo, el juego de roles y el compartir”, afirma Ana María Gallo Castiblanco, licenciada en Educación Preescolar del Tecnológico de Antioquia.
En los jardines infantiles las actividades diarias con los niños ayudan afianzar dicha capacidad, ya que la constante interacción con diferentes personalidades y caracteres les enseña respeto por la diferencia; cosa que es más difícil de lograr en casa por la poca relación con niños de la misma edad.
“Todas las instituciones educativas deben hacer un proyecto acerca de los valores. Acá las maestras desarrollan en cada grupo por edades un proyecto enfocado a trabajar un valor al mes”, explica María José Ortega, directora de El Recreo de Los Niños.
En este jardín el valor se inculca desde el ejemplo y con herramientas para que aprendan a ser tolerantes. “Ellos son intolerantes por naturaleza, no saben esperar, no tienen paciencia y no saben todavía en que consiste el respeto; pero poco a poco y por edades, se les va afianzando este valor”, agrega la también egresada de Sicología de la San Buenaventura.