Educación

¿Por qué los científicos están enojados con la nueva Ministra de Educación?

Soy periodista del área digital de El Colombiano. Si la vida no me hubiera arrastrado hasta el periodismo, tal vez habría sido bailarina.

10 de noviembre de 2016

La recién designada ministra de Educación, Yaneth Giha, tendrá que empezar sus labores en la cartera con un chicharrón entre manos: el descontento de los científicos e investigadores universitarios por unas declaraciones suyas de hace apenas dos semanas, cuando se desempeñaba como directora de Colciencias.

En el último Consejo Nacional de Rectores en la ciudad de Barranquilla, la funcionaria aseguró que cerca de 1,5 billones de pesos de los fondos de regalías para la ciencia y la tecnología, que administra Colciencias, están represados porque no se han presentado proyectos lo suficientemente buenos como para que ameriten ser financiados con recursos públicos.

Lea también: ¿Quién es Yaneth Giha, la nueva ministra de Educación?

“Recursos sí hay, pero no sabemos cómo hacer para que fluyan. Si no hay proyectos buenos, prefiero que no se muevan”, les dijo Giha a los rectores de las universidades públicas y privadas que acudieron al encuentro.

La funcionaria reconoció que hay dificultades en el sistema de ciencia y tecnología, pero señaló que en este momento no existe una sola propuesta en investigación en ciencias básicas apta para acceder a los recursos de las regalías.

A los investigadores y docentes, el comentario de la entonces directora de Colciencias les cayó como un baldado de agua fría, y su reacción fue promover a través de redes sociales un “manifiesto de la inconformidad”.

“Los #CientíficosSíSaben qué hacer con 1.5 billones de pesos en regalías. Los políticos no han encontrado cómo usarlos”, “El problema es el sistema actual de la asignación de los recursos”, “Boyacá requiere de un centro de interés científico” y “Apoyen nuestros centros y laboratorios de investigación”, son algunos de los mensajes que comparten por estos días los científicos colombianos en sus cuentas de Twitter y Facebook.

Pero, ¿qué tan cierto es que en Colombia no hay proyectos de calidad que merezcan la inversión del Estado?

Para Mauricio Rivera, biólogo, investigador de herpetología (anfibios y reptiles) y profesor de la Universidad de Antioquia, las palabras de Giha fueron desafortunadas. De hecho, él mismo colgó su foto en redes sociales con el “manifiesto de la inconformidad”.

Rivera explicó que en Colombia es difícil acceder a los recursos de la regalías, sobre todo en el caso de las ciencias básicas, porque Colciencias exige que los investigadores demuestran la utilidad económica de una investigación y su impacto en los planes de desarrollo regionales.

Además, las regalías no pasan directamente de Colciencias a los proyectos de investigación, sino que en el medio están las gobernaciones, que en muchos casos no tienen los recursos técnicos ni los conocimientos para evaluar la viabilidad de los proyectos científicos, y usan como principal criterio la aplicación práctica y el posible impacto económico de las investigaciones.

Es decir, no existe un criterio claro para diferenciar los proyectos “buenos” de los “malos”.

“Colombia adolece de un sistema real, claro, concreto, expedito y con rigor técnico para la asignación de recursos para la ciencia”, dice Rivera. Y así, con el sistema actual, los más perjudicados son los investigadores en ciencias básicas.

“Si yo lidero un proyecto de biodiversidad en lugares no explorados de Colombia y descubrimos nuevas especies, hay todo un proceso de recolección de información y publicación, pero en un primer momento esa investigación en ciencias básicas no tiene un impacto económico”, cuenta Rivera.

Después, dice el científico, esos conocimientos básicos descubiertos pueden tener un sinnúmero de aplicaciones: en la industria, a nivel farmacéutico, en los alcaloides (síntesis de plantas) o en el negocio de las maderas, por mencionar sólo algunos ejemplos.

“Si estamos interesados en hacer proyectos de investigación en biología o en ciencia básica encontramos dificultades de apoyo porque los investigadores no nos comprometemos con metas, sino con objetivos, y esos objetivos necesariamente no están ligados a alcance económico de esa investigación”, dice el profesor.

Por eso, para sus investigaciones en herpetología (el estudio de los anfibios y reptiles), este científico ha tenido que recurrir a la financiación internacional que, paradójicamente, es mucho más fácil de conseguir que los recursos públicos de Colciencias.

“Aunque hay más competencia a nivel internacional -en cuanto a calidad de los proyectos- la burocracia de Colciencias lo hace todo más difícil. Los científicos tenemos que dejar de ser la ‘Cenicienta’ del Estado”, argumenta el profesor.

Así pues, Yaneth Giha tendrá un primer gran reto como Ministra de Educación: dirimir sus diferencias con la comunidad científica y demostrar que en Colombia sí hay proyectos de investigación que valgan la pena.