Colombia

El Pumarejo, la megaobra que le cambiará la cara al Caribe

Fue construido por la firma española Sacyr. Valió $777 mil millones. Aquí le explicamos sus alcances.

Soy periodista y magíster en Humanidades. Me gusta el periodismo que se hace caminando. El Chocó, la infraestructura y el vallenato son mi ruta.

20 de diciembre de 2019

Con un sobrecosto de 136 mil millones de pesos y un año de retraso en su entrega; hoy se pone en funcionamiento el que será el puente más moderno e imponente de Colombia: el Pumarejo, que comunica a Barranquilla con Santa Marta y por el que se movilizan diariamente cerca de 8.000 carros.

La obra de infraestructura, y así lo destacaron varios expertos consultados por este diario, será un referente para la ingeniería nacional no solo por sus dimensiones –es uno de los puentes más anchos del mundo– sino también por la instalación de los 352 pilotes que lo sostienen. Sin embargo, hay algo que hoy, día en que el presidente Iván Duque lo pondrá en operación, no pasará desapercibido: su utilidad.

A manera de contexto hay que saber que el Invías construyó un nuevo puente Pumarejo, paralelamente, al viejo que funciona desde hace 45 años. Es decir, en la actualidad hay dos puentes Pumarejo, como se puede ver en la fotografía.

Pero entonces, ¿por qué no será útil la nueva estructura? Por dos cosas. La primera: el puente se construyó con una altura –mide 45 metros de alto, 30 más que la del puente actual– para que navegaran por el río Magdalena, hasta Barrancabermeja, buques de gran calado. Sin embargo, no podrá ocurrir esto debido a que el viejo puente no se tumbará, por ahora, ya que el Gobierno Nacional no tiene recursos para hacerlo. En otras palabras: hasta que no se tumbe el viejo puente, la nueva estructura no será útil para la navegabilidad.

Segunda razón: el puente comunica exactamente a Barranquilla con el municipio de Palermo en Magdalena. Debido a su gran tamaño –tiene tres calzadas en cada sentido– cuando los carros lo atraviesan en el sentido Barranquilla-Palermo encontrarán un cuello de botella porque la vía queda reducida a un carril.

Según conoció EL COLOMBIANO demoler el viejo puente puede valer cerca de 100 mil millones de pesos ya que “no es tan sencillo como ponerle dinamita y volarlo. Hay que hacer un desmonte gradual, es más, ya está diseñado el proceso. Es necesario ir cortando y bajando en barcazas, llevar los pedazos hasta la orilla y ahí demoler. No es tan fácil”, explicó un ingeniero consultado.

Datos de su construcción

De acuerdo con el Invías, el proyecto fue adjudicado el 29 de abril de 2015 a la firma Colombo-española, Consorcio S.E.S. Puente Magdalena, conformado por Sacyr Construcción con el 40 % de participación, Sacyr Chile con el 30 % y Esgamo Ingenieros Constructores con el 30%. Las obras iniciaron el 19 de agosto de 2015.

El ingeniero Juan Carlos Sáenz, interventor de la obra, explicó que uno de los retos de este proyecto fue la instalación de los pilotes. “Al principio era la ruta crítica y había atrasos importantes. En ese momento, junio de 2016, se le solicitó al contratista incrementar los números de frentes de trabajo del pilotaje y empezamos a recuperar ese atraso. Todo esto es la cimentación que soporta el peso del puente con su tablero de 38,1 metros de ancho. Ese ancho y la altura han generado una cantidad de acero y de concreto muy pesadas”.

El ingeniero recordó que el contrato tiene dos prórrogas por efectos de nuevos frentes de obra que se originaron por la aplicación del último código colombiano de puentes ya que los diseños originales los entregó el Invías sin esa aplicación. “Por eso, además se incrementó el valor del contrato, hay que decir que aunque el contratista es español y aquí había españoles, la mano de obra no calificada y calificada en su gran mayoría eran locales. Es un puente hecho con manos colombianas”. dijo Sáenz.