Espuma tóxica comenzó a desaparecer en Mosquera
En el río Balsillas se vierten desechos industriales. Alcaldía no encontró que la espuma afectara la salud de los habitantes.
Iba a ser médico, pero me volví periodista. Me gusta debatir y hablar mucho y de todo. Creo que la información es un patrimonio inmaterial y público.
La espuma blanca y contaminada del río Balsillas, en el sector Los Puentes de Mosquera, Cundinamarca, por fin comenzó a desaparecer después de una semana y miles de postales que le dieron la vuelta al mundo.
La Corporación Autónoma Regional del departamento (CAR) llevó maquinaria pesada al río para retirar los buchones, unas plantas que se instalan en la superficie de los ríos e impiden que el agua corra. Las últimas imágenes muestran que, efectivamente, la espuma se redujo drásticamente. Pero la problemática ambiental está lejos de superarse.
La semana pasada llovió tan fuerte en la Sabana de Occidente de Cundinamarca, que el río se engrosó y la espuma se escapó a tierra firme. Las autoridades ambientales tienen la hipótesis de que esas nubes blancas que parecen de algodón están hechas de materia orgánica y desechos industriales de detergentes y productos para limpieza.
El río Balsillas llega a Mosquera lleno de vertimientos industriales y domésticos de otros municipios.
En el sector Los Puentes, un centro poblado que está en la vía que lleva de Mosquera a La Mesa, la espuma cubrió los carros, estorbó el paso en las cuadras y se pegó a las fachadas de las casas.
La espuma llegó a los medios nacionales y más tarde llenó las páginas de diarios, portales y revistas en México, España e Inglaterra. Además, valió que la Gobernación de Cundinamarca anunciara una inversión por $130.000 millones para recuperar tres ríos de la zona: el Bojacá, el Balsillas y el Bogotá.
Este domingo, incluso, se pronunció el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien les pidió a las autoridades actuar con diligencia para resolver esta emergencia ambiental. “Los altos volúmenes de espuma, además de los malos olores, pueden generar enfermedades en la piel, problemas respiratorios y, sin duda, afecta el bienestar de esta comunidad en Mosquera”, dijo Camargo.
Pero la Alcaldía de Mosquera dice que no han encontrado personas enfermas por la espuma en Los Puentes.
“La semana anterior se hicieron dos seguimientos los día martes y viernes. Tan solo se encontró un menor de edad con problemas gastrointestinales, sin embargo se evidenció que fue un hecho aislado”, le dijo a este diario Fabián Castillo, secretario de Ambiente y Desarrollo Agropecuario de Mosquera.
Cuando se le preguntó si consideraba que las personas que están en Los Puentes se encuentran seguras y si es viable que vivan en ese sector, Castillo contestó: “Sí, indudablemente es un centro poblado reconocido dentro del Plan de Ordenamiento Territorial de nuestro municipio. Es población que está asentada ahí hace más de 40 años”. Y reiteró que la Alcaldía les hace seguimiento al estado de salud de estas personas.
El funcionario añadió que se instaló un Puesto de Mando Unificado y que esperan que la espuma no vuelva a escaparse del río.
La CAR, además, le confirmó a EL COLOMBIANO que abrió cuatro procesos por vertimiento de aguas residuales domésticas al río Balsillas. Estos fueron incluidos en el Plan de Saneamiento de Manejo de Vertimientos” de Mosquera, señalaron.
Por su parte, Fernando Pinzón, experto en aguas de la fundación Hidrósfera, aseguró que en la zona donde se produjo la problemática de la espuma hay un atraso en materia de manejo ambiental.
“Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales que allí operan lo hacen con tecnologías obsoletas y en un porcentaje de cobertura muy bajo. En resumen, el río Balsillas está recibiendo aguas residuales domésticas e industriales sin el debido tratamiento”, que vienen de municipios como Facatativá, Bojacá y parte de Madrid, según Pinzón.
Y señaló que en 2014 el Consejo de Estado expidió una sentencia que detallaba la urgencia de descontaminar el río Bogotá. “Esta situación dejó en evidencia que tanto la CAR como los municipios de la cuenca del Balsillas no han cumplido a cabalidad con los compromisos adquiridos“, concluyó Pinzón.
Mientras tanto, Juanita de los Ángeles Ariza directora de la Red Nacional del Agua de Colombia, una ONG sin ánimo de lucro, señaló que se trata de una problemática que viene de tiempo atrás, que no se dio a raíz únicamente del vertimiento de jabón y que también está asociada a “la minería ilegal y a la minería que se ha desarrollado en el Desierto de Sabrinsky”, que queda a algunos kilómetros de Mosquera.
Además, dijo que es “urgente” que se haga pública que se tiene de calidad del agua que hay en esas zonas.