Francia Márquez, de aliada a estar contra las cuerdas: escándalo con Leyva profundiza la ruptura con Petro
La pelea entre el magnate Elon Musk y el presidente de Estados Unidos no ha hecho más que escalar, y Trump hasta ha mencionado que quien fuera su asesor podría regresar a Suráfrica, su país natal.
La vicepresidenta negó cualquier conspiración y pidió a la Fiscalía investigar. El escándalo profundiza desconfianza con visos de ruptura.
Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia. Experto en asuntos políticos, parlamentarios y de Gobierno. Subeditor de la sección Actualidad.
Un nuevo round en la pelea verbal entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el multimillonario dueño de Tesla, Elon Musk, se vivió en las últimas horas en medio de la discusión y posterior aprobación del Senado estadounidense del polémico proyecto de ley de presupuestos presentado por el republicano.
La ley “hermosa y grande”, como la bautizó Trump, encontró en Musk –exfuncionario de su gobierno y mayor donante de su campaña presidencial–, su gran contradictor. El texto prevé prolongar los enormes créditos fiscales adoptados durante el primer mandato de Trump (2017-2021) y además, incluye más fondos para su política migratoria, exenciones fiscales y recortes a la cobertura médica.
Y es que el proyecto afectaría directamente a Tesla, patrimonio de Musk, pues eliminaría los créditos fiscales para vehículos eléctricos, de hasta 4.000 dólares para un automóvil eléctrico usado y 7.500 dólares para uno nuevo.
Por eso, durante el fin de semana, Musk, que lideró el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), destinado a recortar el gasto público, intensificó sus críticas al proyecto. De hecho, en su red social X, aseguró que la aprobación de la ley sería “un suicidio político para el Partido Republicano”, de cara a las primarias legislativas del próximo año.
“Todos los miembros del Congreso que hicieron campaña sobre la reducción del gasto público y luego votaron inmediatamente a favor del mayor aumento de la deuda de la historia deberían caérseles la cabeza de vergüenza”, escribió en X. “Y perderán sus primarias el año que viene, aunque sea lo último que haga en esta Tierra”, advirtió.
Pero Musk fue más allá y aseguró que, de aprobarse el proyecto, un día después fundaría un nuevo partido político, llamado America Party (Partido América), por su traducción al español). Estados Unidos “necesita una alternativa al unipartidismo demócrata-republicano para que la gente tenga voz”, escribió en X también.
Finalmente, y después de dos días de sesiones maratónicas, el resultado en el Senado se inclinó a favor de aprobar el proyecto, pero por el voto de desempate del vicepresidente JD Vance.
A pesar de la mayoría republicana en el Senado, que tiene 53 de 100 escaños, la votación terminó en un empate 50-50 y fue el vicepresidente Vance quien tuvo que emitir el voto final a favor, como lo exige la Constitución.
Así las cosas, la ley “hermosa y grande”, volverá ahora a la Cámara de Representantes, donde se enfrenta al rechazo de los demócratas y de republicanos casi por igual. Sin embargo, la balanza podría inclinarse de nuevo a favor de Trump, que espera promulgar la ley este viernes, 4 de julio, cuando se celebra el Día de la Independencia de Estados Unidos.
Mientras Musk se desataba en críticas contra el Congreso y la decisión que estaba en curso, Trump no dejaba pasar las palabras de quien fuera su aliado hasta hace unas semanas y, muy a su estilo y acudiendo a su caballito de batalla en estos primeros meses de su segundo gobierno, amenazó al dueño de Tesla con deportarlo a Sudáfrica, su país de origen.
“No lo sé. Tendremos que examinarlo”, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca cuando le preguntaron si consideraría deportar a Musk. “Quizás tengamos que imponerle DOGE a Elon. ¿Saben qué es DOGE? DOGE es el monstruo que podría tener que volver y devorar a Elon”, añadió el presidente.
Trump aseguró, convencido, de que Musk ataca su “grande y hermosa ley” porque le molesta que haya eliminado las medidas favorables a los vehículos eléctricos.
“Está muy molesto por la situación, pero, ¿saben?, podría perder mucho más que eso, se lo aseguro ahora mismo. Elon puede perder mucho más que eso”, afirmó.
El presidente ya había hecho comentarios similares en su plataforma Truth Social. “Sin subsidios, Elon probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”, escribió.
El efecto de este nuevo round se sintió de inmediato en las cuentas de Musk. Las acciones de Tesla, que ya han caído más de un 20 % este año, cayeron más de un 5 % en las operaciones de la mañana del 1 de julio.
Por eso Musk, finalmente, y como ya lo ha hecho antes, le bajó al tono, asegurando en X que se abstendría de escalar el conflicto, no sin antes lanzar otra crítica contra Trump y los republicanos.
“¿De qué sirvió DOGE? Ahorrar 160.000 millones de dólares cuando este proyecto de ley aumenta el techo de la deuda en cinco trillones. Es una burla al trabajo”, escribió el hombre que hasta hace poco fungía como mano derecha del presidente y que ahora quiere posar de opositor, sin conseguir ningún éxito.
No cesan los coletazos en el corazón del “Gobierno del Cambio” luego de que se conocieran los controvertidos audios en los que el excanciller Álvaro Leyva –otrora uno de los hombres del primer anillo de confianza del presidente Gustavo Petro–, habla de supuestas gestiones con allegados al Gobierno de Estados Unidos para materializar un presunto plan para derrocar al mandatario colombiano y poner en su lugar a la vicepresidenta Francia Márquez.
Ella “está jugada”, dijo Leyva en los audios revelados por el diario El País de España y, aunque desde el mismo fin de semana que se conocieron las grabaciones Márquez salió a dar explicaciones, ayer una vez más tuvo que pronunciarse y aclarar lo ocurrido.
Al ratificar que “jamás” se ha prestado para conspiraciones y que no es “instrumento de nadie”, la vicepresidenta divulgó un comunicado en el que le pide a la Fiscalía investigar lo ocurrido. No es para menos. De por medio, más allá de otro escándalo mediático, podrían haberse configurado delitos como traición a la patria o conspiración.
Inclusive, la senadora María José Pizarro (Pacto Histórico) alertó por el delito de sedición, así como “instigación a un golpe de Estado, exhortación a la alteración del orden constitucional y la vulneración de la soberanía nacional”.
De hecho, este diario conoció que, si bien ya había una indagación abierta, la Dirección contra la Corrupción de la Fiscalía avanza en una investigación más robusta por los alcances de los audios filtrados. Los investigadores iniciaron las diligencias preliminares para establecer las circunstancias de modo, tiempo y lugar de esa conversación. Además se ordenaron labores de policía judicial con el fin de esclarecer los alcances de la presunta conspiración para remover del poder al mandatario.
La conversación había sido enviada al despacho de la fiscal Luz Adriana Camargo semanas atrás por el propio jefe de Estado. Entonces se desconocía que uno de los interlocutores era el excanciller Álvaro Leyva. Para ese momento, la fiscal Camargo anunció que estaban haciendo las averiguaciones relacionadas con las conversaciones entregadas por el mandatario.
En esa línea, en su pronunciamiento la vicepresidenta le insiste a Camargo que es “de la más alta importancia” que el país conozca “con prontitud” la verdad acerca de lo ocurrido. Por ello, le solicitó que, “sin demora”, se adelanten las investigaciones judiciales a que haya lugar en aras de aclarar lo sucedido y de esa manera contribuir “a mantener un orden justo”.
“Rechazo de manera tajante cualquier plan para atentar contra la democracia y la institucionalidad y no soy una persona a la cual puedan utilizar para este tipo de acciones. De manera infundada he sido mencionada en este reprochable episodio”, reclamó Márquez, quien previamente había señalado que “jamás he traicionado, ni cuestionado la autoridad legítima del primer mandatario de la Nación”.
Sin embargo, su lealtad está en duda. En lugar de salir a respaldarla, el propio jefe de Estado –de visita en España–, advirtió que todos los implicados “deben dar explicaciones” y que se trata de asuntos que deben escalar ante la propia justicia.
Desde el petrismo duro también hubo reacciones y Márquez, quien antes era reconocida como uno de los símbolos del cambio que perseguía el jefe de Estado, ahora es vista con otros ojos. Mientras que el representante Alejandro Toro pidió más contundencia en las declaraciones de la vicepresidenta, el también congresista Alfredo Mondragón sugirió que Márquez debe renunciar y que sus explicaciones siguen sin convencer.
Inclusive, el activista Daniel Mendoza –quien sonó para ser embajador en Tailandia–, no la bajó de “traicionera” y manifestó que no es más que “otra de las hienas desleales que ha rodeado al presidente”.
Resultar salpicada en semejante escándalo ratifica la mala hora de la ‘vice’ en el “Gobierno del Cambio”. Si bien por meses se habló de la distancia entre Petro y Márquez, los ánimos se caldearon tras el accidentado Consejo de Ministros de febrero pasado que terminaron en que la vicepresidenta fuera apartada del Ministerio de la Igualdad.
Advirtiendo que los audios no pueden ser analizados a medias y que su credibilidad implica darles validez total y no parcial según la conveniencia, el politólogo y profesor Jorge Iván Cuervo reconoció que, a la luz de lo ocurrido, la figura de la vicepresidenta “queda bastante cuestionada”.
“Si uno es el vicepresidente de la República y conoce una situación como esta, lo mínimo que hace es rechazarlo y denunciarlo. Es lo mínimo. Queda muy difícil que esa relación se recomponga”, dijo Cuervo a EL COLOMBIANO, indicando que la confianza parece rota y lo más seguro es que la relación hasta el fin del mandato sea fría y distante. “Será un enfriamiento y un distanciamiento del sector político que ella representa con el del Pacto Histórico”.