Colombia

¿Increíble? Hace 4 días prorrogó cese y ya ELN anuncia paro armado

Apenas cuatro días después de prorrogar el cese el fuego bilateral con el Gobierno, esa guerrilla anunció un paro armado indefinido en Chocó.

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

09 de febrero de 2024

Una bofetada a la prórroga del cese al fuego bilateral y a la mesa de diálogos con el Gobierno; un insulto a los anhelos de paz de la comunidad; y una burla a la visita del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a Colombia. Todos esos agravios, al mismo tiempo, cometió la guerrilla del ELN al anunciar un nuevo paro armado en el sur de Chocó.

En la mañana de este viernes circularon por los chats de WhatsApp de la región panfletos y archivos de audio, en los que el Frente de Guerra Occidental Ómar Gómez anunciaba un paro armado indefinido, que comenzará a las 00:00 horas del 10 de febrero.

La grabación, cuya voz sería de alias Gerson o Galán, según fuentes de Inteligencia, informó a la opinión pública que el bloqueo afectaría a los ríos Sipí, San Juan y Cajón. “Invitamos a la población a que se abstenga de moverse para evitar incidentes”, recalcó el panfleto.

De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, los perjudicados serán 27.000 habitantes de los municipios de Istmina, Medio San Juan, Sipí, Nóvita y Litoral del San Juan, en el sur del departamento.

Según los elenos, decretaron el paro en respuesta a la presencia de paramilitares, como le dicen a los integrantes del Clan del Golfo, que a su juicio actúa en asocio con la Fuerza Pública.

Bajo ese mismo argumento, en los últimos dos años han instaurado siete paros en la misma zona, incluyendo el de esta semana.

El daño político

Más allá del daño que se le hace a la población civil, que queda confinada, desplazada y con escasas posibilidades de recibir alimentos y medicinas, la decisión del ELN envió un funesto mensaje a la mesa de paz con el Gobierno Nacional.

Apenas pasaron cuatro días desde que finalizó el sexto ciclo de negociaciones en Cuba, tras el cual las delegaciones informaron con júbilo que habían prorrogado por 180 días el cese el fuego bilateral.

¿En qué queda ese anuncio con el paro? ¿La Fuerza Pública cómo hará para recuperar la seguridad en el área sin enfrentar directamente a los guerrilleros que bloquean los ríos chocoanos? ¿El cese el fuego limitará la acción de las tropas o habrá que romperlo?

Las Fuerzas Militares desplegaron 200 uniformados en Sipí y los ríos Atrato y San Juan, para enfrentar a los grupos armados de la zona.

“Estamos desplegando todas las capacidades operacionales para brindarle tranquilidad a la población y que puedan realizar sus actividades diarias”, dijo el general Wilson Martínez, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán.

La noticia del paro armado coincidió además con la visita a Colombia de los 15 delegados del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, quienes llegaron a verificar cómo van la implementación del acuerdo de paz con las Farc y los diálogos con el ELN.

En la tarde del jueves se reunieron con miembros de las delegaciones de paz del Gobierno, del ELN y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Allí les dijeron que el proceso con los elenos iba de maravilla, tanto así que Pascale Baeriswyl, representante permanente de Suiza ante el Consejo de Seguridad, declaró que “Colombia ha representado un ejemplo positivo para el mundo. Este proceso de paz busca la paz como la base y cubre diferentes áreas para ver soluciones negociadas con diferentes grupos armados y con diferentes elementos de trabajo con la sociedad civil”.

Horas después, la guerrilla distribuyó los panfletos y los audios amenazantes en Chocó. ¿Qué pensarán ahora los diplomáticos?

¿Peligro de disidencia?

Hasta ahora, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y el Comando Central del ELN han guardado silencio frente al paro armado indefinido.

En el aire queda la pregunta acerca de si esta decisión fue concertada por los comandantes elenos, o si se trató de una maniobra autónoma del Frente de Guerra Occidental.

Desde el reinicio de los diálogos de paz en 2022, la Inteligencia Militar ha reiterado las sospechas de posible formación disidencias entre los subversivos, que podrían ser lideradas a futuro por esa estructura que delinque en Chocó y el Frente de Guerra Oriental, que opera en Arauca.

El propio defensor del Pueblo, Carlos Camargo, ha hecho eco de esas alertas esta semana. “Consideramos fundamental que estos dos frentes se incorporen de manera decidida a las negociaciones para evitar que, ante una posible finalización de la lucha armada por parte del ELN, esos dos frentes sean la génesis de futuras disidencias, lo que tendría como consecuencia nefasta el prolongamiento del conflicto armado en los dos departamentos”, precisó.

Según informes de Inteligencia conocidos por este diario, el Frente de Guerra Occidental es una estructura armada conformada por cuatro frentes, dos compañías y una célula urbana, con fuerte presencia en el sur de Chocó y tentáculos en Valle del Cauca y Risaralda.

Su comandante es Emilce Oviedo Sierra (“Martha” o “la Abuela”), secundada por Julio Emilio Úsuga Orrego (“Bladimir”), quienes están al frente de cerca de 520 combatientes.

El grupo se dedica al narcotráfico, la minería de oro, el secuestro, la extorsión y el control social. Su principal enemigo es el Clan del Golfo, que desde el Norte de Chocó y el Suroeste antioqueño trata de usurparle el territorio.

La gobernadora chocoana, Carolina Córdoba, le pidió más apoyo al Gobierno Nacional para enfrentar esta amenaza. En sus palabras, “el confinamiento al que viene siendo sometida la población de más de cinco municipios del río San Juan no puede ser admitida desde ningún punto de vista. Aboca a la intervención de todas las entidades del orden nacional y territorial, así como de los cooperantes internacionales. ¡Se trata de los Derechos Humanos de la gente!”.