Colombia

Sensatez, necesaria ante uso de medicamentos

Aprobar un fármaco para usarlo para curar una enfermedad puede tardar hasta cinco años, según analistas. ¿Por qué debemos estar alertas?

Periodista de la Universidad del Quindío. De Calarcá.

14 de julio de 2020

En Colombia han hecho carrera dos medicamentos que han sido publicitados como la salvación ante el coronavirus: hidroxicloroquina e ivermectina, pero ninguno ha funcionado. La evidencia científica lo demuestra. Incluso, analistas dicen que confirmar la efectividad de un fármaco puede tardar entre tres y cinco años.

Por ahora, tanta belleza no es cierta, y la cura prometida puede resultar peor que la enfermedad, dado que pueden darse reacciones adversas en quienes consuman medicamentos sin prescripción.

No es una situación que solo suceda aquí. Ya hay ejemplos como los de los presidentes Donald Trump (Estados Unidos), y Jair Bolsonaro (Brasil) quienes en marzo recomendaron el uso de la hidroxicloroquina, pero que, hasta el momento, no cuenta con pruebas científicas que avalen su uso para la covid-19.

Incluso, en Colombia se empezó a aplicar este medicamento desde abril como tratamiento para pacientes covid, pero al no encontrar los resultados esperados, el Ministerio de Salud, en mayo, echó reversa a esa recomendación: “Ante la evidencia publicada y a la recomendación de los expertos, se solicitó al Invima el retiro de la hidroxicloroquina”, dijo el Ministerio.

Debate reciente

La última semana el tema fue polémico y volvió a ganar espacio en la agenda, luego de que el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, anunciara que usaría ivermectina para el tratamiento de pacientes con coronavirus, pese a que este solo se ha usado en ensayos clínicos; incluso el Invima dejó claro que este solo puede emplear como investigación clínica y manifestó que, por ahora, el único autorizado para realizar investigación es el Centro de Estudios de Infectología Pediátrica, de Cali. “A nivel mundial están siendo investigadas más de 200 opciones terapéuticas en 1.700 ensayos clínicos, que evalúan distintos medicamentos”, indicó el Instituto.

El alcalde aprovechó la visita del Minsalud para asegurar que su estrategia contaba con su aval; sin embargo, el viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, precisó que “hasta el momento no hay alguna prueba que indique que este medicamento tenga un efecto sobre la enfermedad en seres humanos. El Gobierno no recomienda su uso”.

Sobre esto, el doctor en sociología y docente de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, señala que desde esta área del conocimiento, los impulsos de los gobernantes tienen que ver con un interés en “ganar popularidad entre sus ciudadanos” y consideró este tipo de acciones como “irresponsables”, ya que pueden hacer caer en errores que podrían resultar fatales: “La ciudadanía debe estar atenta a lo que dicen sus líderes y no seguir esas recomendaciones si no hay ningún sustento”.

¿Por qué preocupa?

La toxicóloga del Centro de Información y Estudio de Medicamentos y Tóxicos (Ciemto) de la Facultad de Medicina de la U. de Antioquia, Sara Lastra, explica que antes de que un fármaco salga al mercado, se deben realizar estudios que analicen la eficacia y seguridad, es decir, que sirva para mejorar determinada condición de salud.

Agrega que, con los estudios, se pueden conocer “posibles efectos adversos que el fármaco pueda producir” en los pacientes.

Lo mismo plantea Claudia Vaca, docente de farmacéutica de la Universidad Nacional, quien destaca “ante la ausencia de un medicamento que ayude a tratar síntomas leves antes de hospitalización, este tipo de decisiones son una tentación para los políticos”, coincidiendo con Charry.

De acuerdo con Vaca, la aprobación de un medicamento puede tardarse entre tres y cinco años, por lo que, ante el afán de encontrar una cura contra el coronavirus, recomienda “paciencia y prudencia”, y no cometer errores.

En ese lapso, se encuentran las fases de descubrimiento, preclínica (pruebas en laboratorio), clínica (pruebas en humanos), y las fases de aprobación y registro que están en manos de las autoridades sanitarias encargadas para este fin (como el Invima en Colombia y la FDA en EE.UU.) , y son las encargadas de evaluar la efectividad del medicamento.

Finalmente, Lastra insiste en que si bien los medicamentos mencionados en este artículo cuentan con registros sanitarios y se emplean para tratar otras enfermedades no se puede asegurar que servirán para tratar la covid.