¿Atentado o desgaste? Lo que se sabe del desplome de El Alambrado
Tras la caída del puente El Alambrado, que une al Quindío y al Valle del Cauca, las autoridades buscan una solución definitiva para no afectar la economía. Petro viaja este viernes a la región.
Amo el periodismo, y más si se hace a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado de la Universidad de Antioquia.
Periodista de economía y negocios. Egresada de la gloriosa Universidad de Antioquia.
El primer estruendo que le llegó se escuchó a las 3:25 de la tarde, y fue tan aturdidor, que José Alejandro Tapud despertó del adormilamiento del mediodía y con libreta en mano corrió hacia el puente El Alambrado. En su carrera pensó que una tractomula se había ido contra el restaurante Brisas del Río, un negocio que le dio el sustento a él y su esposa mientras fue su dueño, y que queda a escasos 200 metros de la estructura que el pasado miércoles se dobló como si fuera de papel.
En su afán, José se encontró con conocidos que corrían en contra a su destino mientras le gritaban que no fuera, que había explosivos y que al parecer habían volado el puente; pero José, haciendo caso omiso a estas advertencias, llegó hasta el boquete que caprichosamente dejó la caída del puente sobre el río La Vieja, y solo pensó en ayudar, tras el infortunio, a los que se fueron al abismo.
“La gente empezó a decir que había un atentado, pero yo no creo. Nosotros no escuchamos explosiones ni nada de eso, pero sí vimos como los carros se fueron con la caída del puente”, le narró a este diario José. Y agregó que, de haberse presentado un atentado, se hubiera sentido el olor a pólvora y la nube de humo, “pero no vimos nada de eso”.
Al igual que José, María Angélica sintió el estruendoso derrumbe cuando el puente se partió en dos, pero ella sí se quedó quieta, atemorizada. Desde su lugar de trabajo, el restaurante Arrieros Somos, a 800 metros de donde fue el colapso, María veía el arco que dejó el puente sobre el río y a la gente correr, pero dijo que no cree que fue por un atentado. “Ese puente temblaba mucho”, recordó María.
¿Atentado criminal?
Aunque varios de los habitantes del sector que conversaron con este diario consideran que la caída del puente El Alambrado se debe a una situación diferente a un atentado, algunas de las autoridades civiles no descartan esa posibilidad.
Tal es el caso de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, cuyo presidente, William Camargo Triana, le manifestó a EL COLOMBIANO que entre las posibles causas evalúan lo concerniente a “cargas estáticas y cargas dinámicas y eventualmente no se descarta el uso de explosivos con participación de manos oscuras con el objetivo de afectar ese corredor vial”.
No obstante, el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, le expresó a este medio que hay cinco grupos de investigación para establecer lo sucedido. Y, aunque se evalúan otros temas como el daño en la infraestructura, el desgaste o la fatiga, se descartó un atentado terrorista.
“En la zona unos ponen en duda la casualidad de que al momento del colapso estén pasando por allí dos turbos (camiones) con armamento y explosivos. Unos dicen que oyeron una explosión, otros dicen que no oyeron nada, pero la Fiscalía ya envió una persona especializada para que adelante la investigación”, manifestó el Gobernador. Y agregó que desde las 7:00 p.m. del miércoles hasta las 11:00 a.m. del jueves, estuvo acordonada la zona para adelantar la investigación. Dijo el mandatario regional que en su departamento no hay presencia de guerrilla ni de paramilitares ni de bandas criminales, lo que alejaría aún más la hipótesis de que fue un atentado con explosivos lo que derrumbó el puente El Alambrado.
El puente está quebrado...
Más allá de la hipótesis de un posible atentado, las autoridades manejan otros interrogantes sobre el por qué se desplomó El Alambrado, donde perdieron la vida los agentes de la Policía José David Márquez Flórez y Nelson Fabián Salgado Pérez, resultaron lesionadas 15 personas y se perdieron seis vehículos que se fueron al abismo.
Entre las hipótesis se evalúa si este conector vial estaba enfermo. El puente El Alambrado fue construido en 1968 y desde el 2005 fue concesionado a Autopistas del Café, una firma que hace parte de Odinsa, empresa de concesiones del Grupo Argos; y –según explicó Camargo Triana, presidente de la ANI–, entre las investigaciones se buscará establecer si la estructura tenía fallas, pese a que hace 90 días, afirmó Camargo, se realizó una evaluación de la estructura que arrojó como resultado que no presentaba ninguna anomalía.
“La definición de las causas corresponde a un proceso de ingeniería, de temas forenses y es lo que hemos llamado la necrología estructural, todo el tema de patología que hará parte del proceso que en las próximas semanas adelantaremos con los expertos y las autoridades correspondientes”, comentó Camargo.
Parte del grupo investigador está conformado expertos de la Agencia Nacional de Infraestructura, de la Sociedad Colombiana de Ingenieros y de Autopistas del Café, que este jueves informaron: “La concesión enfoca sus esfuerzos de manera prioritaria en la atención a las personas y movilidad de los usuarios con el acompañamiento de entidades estatales correspondientes e inició las investigaciones pertinentes para determinar las causas de la situación de la mano de sus técnicos y expertos”.
La Fiscalía también anunció el inicio de la investigación y manifestó, mediante un comunicado, que “dispuso un equipo técnico especializado compuesto por un fiscal e investigadores. Ya fueron realizados los actos urgentes y se inició formalmente la investigación del caso”.
Posible solución
EL COLOMBIANO pudo establecer que el presidente Gustavo Petro viajará en la mañana de este viernes a reunirse con el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas; con el presidente de la ANI, William Camargo Triana; y con otras entidades para determinar una pronta solución a la emergencia causada por el desplome del puente.
Aunque en el momento se puso en marcha una plan con rutas alternas (ver mapa) para no frenar el desabastecimiento de productos que salen del puerto de Buenaventura y seguir con la conexión entre el sur y el centro del país, el presidente de la ANI le confirmó a EL COLOMBIANO que ya tienen una cura para solucionar el puente quebrado.
“En condiciones normales tendríamos que gastarnos 18 meses para tener una solución; pero déjeme contarle que tenemos otra solución y es que el concesionario ha verificado la disponibilidad de otro puente que se iba a usar en otra parte del país. Es un puente de 100 metros que podría ayudarnos a resolver esta situación de manera definitiva y podríamos tardar entre cuatro y cinco meses”.
Mientras esto ocurre, el Gobernador del Quindío acudirá al gobierno nacional a solicitarle una ayuda para un plan que realizarán en el departamento que les permita brindarles soluciones económicas a las familias que viven de la economía que les facilita el puente, entre ellos, los dueños de restaurantes y vendedores de frutas.
Por ahora, José Alejandro y María Angélica buscan cómo subsanar el hueco que les quedó en su economía con la caída de El Alambrado, un puente que está quebrado y que, dijeron, “no lo curarán con cáscaras de huevo”