Colombia

JEP se metió al debate y dijo que exFarc sí reconocieron secuestro

La afirmación llega tras las declaraciones de la senadora Ramírez. Víctimas aún piden la verdad sobre ese crimen.

Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.

28 de septiembre de 2021

Las polémicas declaraciones de la senadora Sandra Ramírez sobre supuestas “comodidades” que, según ella, tenían los secuestrados de las Farc, llegaron hasta las puertas de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, que –en su rol de autoridad– recordó que sí hubo malos tratos durante la época de guerra y que, incluso, el secretariado de esa extinta organización ya lo ha reconocido en ocasiones anteriores.

La aclaración de la JEP, registrada este lunes durante una audiencia con víctimas de secuestro, llegó cinco días después de que la congresista Ramírez afirmara que los retenidos tenían sus “comodidades como sus camitas y sus cambuches”, dos desafortunadas afirmaciones, como ella misma las calificó al retractarse, que causaron rechazo de la opinión pública y de los representantes de víctimas.

Así las cosas, la magistrada Julieta Lemaitre, relatora en el macro caso 01 relacionado con la toma de rehenes y otras privaciones graves de la libertad, recordó el documento enviado por los exmiembros del antiguo secretariado de las Farc el pasado 30 de abril en el que reconocieron haber cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad.

El apartado leído dice, textualmente: “No ha sido nuestra intención negar el dolor causado o la gravedad de los hechos, por eso asumimos responsabilidad por los secuestros ocurridos y el daño que los mismos generaron. Igualmente, reconocemos que, pese a que estaba prohibido por la organización, ocurrieron malos tratos contra las personas en cautiverio. (...) Tales conductas nunca debieron ocurrir y pedimos perdón”.

Con esto, la JEP tomó postura sobre la avalancha de críticas que surgieron tras las declaraciones.

Las voces de las víctimas

Durante la audiencia de escucha, cuyo objetivo era conocer las observaciones de las víctimas de secuestro sobre ese crimen y sus experiencias como afectados directos y como familiares, las víctimas resaltaron los puntos que quisieran que se tuvieran en cuenta a la hora de dictar sentencias.

Néstor López, por ejemplo, relató la historia del secuestro de sus familiares y pidió, como víctima acreditada, “una reparación efectiva y una reparación económica justa” dentro del Proceso.

Las demás coincidieron en pedir transparencia por parte de los excombatientes y en exigir que respondan con la verdad por los casos puntuales de sus familiares. “Escuchando las audiencias, es muy claro que ellos no han entendido todavía la dimensión de lo que estamos viviendo”, afirmó Angie Daniela Arandia, reclamando mayor sensibilización por parte de quienes secuestraron a su padre.

A manera de conclusión, Lemaitre mencionó que, según lo escuchado en esta primera sesión, “el dolor frente a lo que hizo la guerrilla se mezcla con el dolor frente a la incapacidad del Estado de responder adecuadamente”, por lo que varios participantes se afirmaron como víctimas de ambos actores del conflicto. (Ver: Qué sigue)

Las polémicas declaraciones de la senadora Sandra Ramírez sobre supuestas “comodidades” que, según ella, tenían los secuestrados de las Farc, llegaron hasta las puertas de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, que –en su rol de autoridad– recordó que sí hubo malos tratos durante la época de guerra y que, incluso, el secretariado de esa extinta organización ya lo ha reconocido en ocasiones anteriores.

La aclaración de la JEP, registrada este lunes durante una audiencia con víctimas de secuestro, llegó cinco días después de que la congresista Ramírez afirmara que los retenidos tenían “comodidades como sus camitas y sus cambuches”, dos desafortunadas afirmaciones, como ella misma las calificó al retractarse, que causaron rechazo de la opinión pública y de los representantes de víctimas.

Así las cosas, las magistrada Julieta Lemaitre, relatora en el macro caso 01 relacionado con la toma de rehenes y otras privaciones graves de la libertad, recordó el documento enviado por los exmiembros del antiguo secretariado de las Farc el pasado 30 de abril en el que reconocieron haber cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad.

El apartado leído dice, textualmente, “no ha sido nuestra intención negar el dolor causado o la gravedad de los hechos, por eso asumimos responsabilidad por los secuestros ocurridos y el daño que los mismos generaron. Igualmente, reconocemos que, pese a que estaba prohibido por la organización, ocurrieron malos tratos contra las personas en cautiverio. (...) Tales conductas nunca debieron ocurrir y pedimos perdón”.

Con esto, la JEP tomó postura sobre la avalancha de críticas que surgieron tras las declaraciones.

Las voces de las víctimas

Durante la audiencia de escucha, cuyo objetivo era conocer las observaciones de las víctimas de secuestro sobre ese crimen y sus experiencias como afectados directos y como familiares, las víctimas resaltaron los puntos que quisieran que se tuvieran en cuenta a la hora de dictar sentencias.

Néstor López, por ejemplo, relató la historia del secuestro de sus familiares y pidió, como víctima acreditada, “una reparación efectiva y una reparación económica justa” dentro del Proceso.

Las demás coincidieron en pedir transparencia por parte de los excombatientes y en exigir que respondan con la verdad por los casos puntuales de sus familiares. “Escuchando las audiencias, es muy claro que ellos no han entendido todavía la dimensión de lo que estamos viviendo”, afirmó Angie Daniela Arandia, reclamando mayor sensibilización por parte de quienes secuestraron a su padre.

A manera de conclusión, Lemaitre mencionó que, según lo escuchado en esta primera sesión, “el dolor frente a lo que hizo la guerrilla se mezcla con el dolor frente a la incapacidad del Estado de responder adecuadamente”, por lo que varios participantes se afirmaron como víctimas de ambos actores del conflicto.