“Insinuó que tenía que matar a alguien”: nuevos relatos ante la JEP salpican al general Huertas por falsos positivos
Comparecientes ante la JEP relataron presiones, órdenes directas y suministro de armas presuntamente hechos por el entonces capitán Huertas. Esta no es la primera vez que Huertas es mencionado en el macrocaso de los falsos positivos, su nombre apareció previamente en documentos. Así avanza la indagación.
Comunicadora social con énfasis en Periodismo y Audiovisual de la Javeriana. Ha trabajado para El Tiempo, Portafolio, Directo Bogotá y ahora en EL COLOMBIANO. Apasionada por temas de cultura, género y derechos humanos.
En Granada, oriente de Antioquia, cuarenta exintegrantes de la IV Brigada del Ejército comparecieron ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y reconocieron, por primera vez de manera pública, su participación en asesinatos y desapariciones forzadas cometidos en esa región.
La jornada, marcada por confesiones crudas y detalladas, también volvió a poner en el centro de la controversia el nombre del general Juan Miguel Huertas Herrera, actualmente jefe del Comando de Personal (Coper) del Ejército y suspendido por orden de la Procuraduría.
Varios de los comparecientes involucraron al entonces capitán Huertas en órdenes directas para ejecutar civiles y presentarlos como bajas en combate.
Los relatos que involucran a Huertas
Edwin Leonardo Toro relató que, hace más de dos décadas, recibió presiones del oficial para asesinar a una persona con el fin de reportarla como un resultado operacional.
“El capitán Huertas me insinuó que tenía que matar a alguien. Yo le dije que no. No lo hacía, por más que los soldados me dijeran: ‘Mi teniente, hagámoslo’”, declaró ante el tribunal.
Otros exmilitares aseguraron que las presiones no fueron hechos aislados. Emerson Castañeda reveló que Huertas les habría suministrado armas con el objetivo de simular enfrentamientos.
“Esa arma nos la dio el oficial de operaciones de la época, el capitán Huertas Serrera Juan Miguel. Antes de salir nos dijo que tenía armamento disponible en caso de que diéramos bajas sin que los supuestos enemigos estuvieran armados”, afirmó.
La JEP confirmó que evalúa si incorpora al general Huertas en el macrocaso de ‘falsos positivos’ en Antioquia, pues su nombre aparece no solo en testimonios, sino también en documentos operacionales revisados por la Sala de Reconocimiento.
Entre ellos figura una orden vinculada al asesinato de Medardo Ángel Galeano Rave, Aldemar Suárez Díaz, Norberto de Jesús Isaza Guzmán y Ramón Enrique Rengifo, en la vereda San Cosme de Granada, quienes habrían sido engañados en Medellín con falsas ofertas de trabajo antes de ser ejecutados.
Según el compareciente Jhon Fernando Londoño Marín, esas operaciones fueron definidas por el entonces comandante del BAJES, teniente coronel Iván Darío Pineda Recuero, y autenticadas por Huertas, abarcando zonas rurales de San Carlos, San Luis, Granada y Cocorná.
Los militares reiteraron ante la JEP que ya habían señalado a Huertas en versiones previas, insistiendo en su rol dentro de la estructura que permitió cometer ejecuciones extrajudiciales.
La discusión ocurre mientras Huertas enfrenta, de manera simultánea, otra investigación por supuestos vínculos con las disidencias de ‘Calarcá’, un escándalo que sacudió recientemente al Gobierno nacional.
Heridas del conflicto en Antioquia
Entre 2002 y 2007, Antioquia fue escenario de graves violaciones de derechos humanos atribuidas a seis batallones de la IV Brigada: al menos 589 personas fueron asesinadas, 228 de ellas desaparecidas forzadamente y 41 torturadas.
Por estos crímenes, la JEP ha imputado delitos de lesa humanidad y de guerra a 50 integrantes del Ejército señalados como máximos responsables. De ellos, 42 aceptaron su participación y se comprometieron a contribuir al esclarecimiento de lo sucedido y a la reparación integral de las víctimas.
Quienes no se acogieron pasaron a la Unidad de Investigación y Acusación (UIA), que podrá formular cargos ante la Sección de Ausencia de Reconocimiento (SARV). Si, con base en los testimonios y pruebas recogidas, se encuentran culpables a los 8 generales que no se acogieron a la justicia transicional, podrán enfrentar hasta 20 años de prisión.
Los 8 militares que no aceptaron su participación en los falsos positivos en Antioquia fueron: general (r) Mario Montoya Uribe, el mayor general (r) Édgar Emilio Ávila Doria, el coronel (r) Iván Darío Pineda Recuero y los tenientes coroneles Jairo Bocanegra De La Torre y Juan Pablo Forero Tascón.
También los brigadieres generales Óscar Enrique González Peña, Luis Roberto Pico Hernández y Jorge Ernesto Rodríguez Clavijo, quienes pidieron nulidad.