Expresidente Juan Manuel Santos declaró en caso Odebrecht contra Luis Fernando Andrade
El exmandatario asistió como testigo en el proceso que se sigue contra el expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) Luis Fernando Andrade. Dijo que si hubiera sabido de cualquier irregularidad en la entidad lo hubiera denunciado.
Al asistir como testigo en el proceso que se sigue contra el expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) Luis Fernando Andrade, por el caso Odebrecht, el expresidente Juan Manuel Santos aseguró que si hubiera sabido de alguna irregularidad de parte suya la hubiera denunciado.
También sostuvo que nunca tuvo ninguna intervención directa en las decisiones que se tomaban en la ANI, como tampoco la tuvo en ninguna institución del Estado, pues él solo fijaba las políticas generales del ejecutivo.
Santos aseguró igualmente que la designación de Andrade como presidente de la ANI se dio por meritocracia, porque Andrade era una persona muy reconocida en el sector, que venía del sector privado y que tenía una hoja de vida intachable.
“Se necesitaba una persona con experiencia en administración, con capacidad de relacionarse con ejecutivos de diferentes sectores”, precisó el exmandatario, quien explicó que la ANI fue creada precisamente para depurar la construcción de las obras públicas, en medio de múltiples escándalos de corrupción que se habían dado antes de su administración.
“La denominada INCO (entidad que antecedía a la ANI) tenía muy mala fama, se referían a ella como la cueva de ladrones”, señaló.
Aseguró que el tramo Ocaña-Gamarra fue licitado después de realizar una serie de estudios que validaban la necesidad de la construcción y declaró que no hubo ningún tipo de interés personal en la creación de dichos planes.
“Yo no recuerdo los detalles contractuales de los otrosíes, yo no me metía en eso”, agregó.
Dijo que su conocimiento del asunto se produjo después de una discusión que se dio en un consejo nacional de política económica y social, y como resultado de eso, planteó el problema al entonces contralor Edgardo Maya, acerca de si la modalidad del otrosí le ahorraba recursos a la nación.
Santos insistió en que Andrade era una persona honesta y respetuosa, y que a pesar de no tener una relación de amistad cercana, consideró que siempre desarrolló sus labores con transparencia en todo momento.
Por su parte, Andrade ha asegurado que su caso es una persecución de la Fiscalía. “En 2018 fui detenido irregularmente con medida de aseguramiento domiciliaria. Comenzaron a aparecer drones en la ventana y nos escuchaban. Contraté una firma de seguridad y encontraron aparatos al otro lado de la calle con los que podían escuchar a través de los vidrios. Son herramientas de alta tecnología a las que solo tiene acceso el Estado”, explicó Andrade a EL COLOMBIANO.
Por esa razón, el exdirector de la ANI decidió exiliarse, también alegando que su vida corre peligro. “Las cosas se pusieron más graves cuando tuve contacto con Jorge Enrique Pizano. La información que recibí es que mi seguridad estaba en peligro y regresé a Estados Unidos. Por eso estoy vivo. Estoy seguro y puedo participar libremente en el juicio”.
La última actuación judicial relevante en el caso de Andrade tuvo que ver con la imputación de cargos a 17 de sus testigos, quienes denunciaron intimidación por parte de la Fiscalía. Frente a esto, Andrade renunció a su derecho a guardar silencio e intervino para leer un comunicado en el que expresó su preocupación y advirtió que “los hechos anunciados por la Fiscalía para justificar las nuevas imputaciones son falsos, las pruebas entregadas por mis abogados son contundentes”.