Colombia

La importancia de comunicar, y hacerlo bien, durante la pandemia

Especialistas explican la necesidad de entregar información clara y oportuna sobre la situación epidemiológica y las medidas adoptadas por la covid-19. Estas son las razones.

Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.

29 de enero de 2021

“Gobernar es comunicar”. Esta es una de las frases más repetidas en la academia para cualquiera que desee ser comunicador o incursionar en la política. En parte porque es necesario saber dar a conocer los logros que se alcanzan en cada administración y en parte porque es la manera de hacer llegar los mensajes y las decisiones tomadas a los ciudadanos.

Por esos aspectos, la comunicación ha sido indispensable en cualquier espacio; sin embargo, ahora cobró especial relevancia porque una pandemia exige el máximo nivel de claridad tanto en los indicadores epidemiológicos como en las medidas que se aplican para sobrellevar el virus y salvar vidas.

Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) agregó la comunicación como uno de los cinco puntos claves en la atención de la pandemia, explicó la médica epidemióloga clínica y docente investigadora de la Universidad CES, Yessica Giraldo.

“La información incorrecta dificulta las respuestas de salud pública e impide que las personas tomen medidas adecuadas para evitar la transmisión de la enfermedad, de ahí la importancia de este punto”, escribió la OMS en su Estrategia Frente la covid-19 refiriéndose a la comunicación.

Para dimensionar el peso de una decisión en la vida cotidiana de cualquier ciudadano, basta con describir la situación que un habitante de Medellín planteó justo el 15 de enero, cuando la Alcaldía de Medellín anunció un toque de queda continúo que iría desde ese mismo viernes hasta el lunes siguiente.

“Tengo un restaurante en el que tengo 10 empleados, los convoco para el fin de semana a trabajar todo el día esperando tener muchos comensales y el alcalde anuncia horas antes que no puedo abrir. ¿Qué le digo a esos 10 empleados que contaban con el dinero?”, ejemplificó el usuario Simón Rivera en su cuenta de Twitter.

Como él, varios ciudadanos manifestaron su descontento en ciudades como Bogotá y Cali, donde también han criticado los anuncios con poco tiempo de anticipación.

“La comunicación de las medidas es fundamental, y en el caso de Bogotá y otras ciudades importantes pareciera que improvisan. La gente termina sin saber qué hacer y perdiendo una cosa que es super importante en estos casos: la credibilidad”, analizó el consultor y experto en comunicación política, German Medina.

La reacción interna

Además de ese tipo de desajustes en la vida laboral y económica de la gente, está otro punto importante que tiene que ver con la estabilidad emocional de las personas.

“La pandemia viene en sí misma con sentimientos de miedo, ansiedad e inseguridad”, dice Giraldo; pero las medidas anunciadas a última hora o confusas pueden aumentar esas sensaciones y “desencadenar estrés e incertidumbre en la población general. (...) Lo que puede llevar a un descontento, porque parecen medidas improvisadas, y ocasionar que las personas no se ajusten a la norma porque no la consideran necesaria”, explicó Cecilia María Díaz, psicóloga de la Universidad San Buenaventura y estudiante de doctorado en Ciencias de la Salud de la Universidad CES.

Lo mismo aplica para frases como “ya pasamos lo peor”, “logramos disminuir los contagios”, entre otras. Pues suelen “relajar a la población, y muchas veces sin los suficientes criterios epidemiológicos para ofrecer esa tranquilidad”, analizó Giraldo, quien enfatizó en que a la gente hay que brindarle toda la información para que actúen con conocimiento; y esa también es la recomendación de la OMS. Pero ¿cómo cumplen esa tarea los gobernantes?

Informar: tarea difícil

Ante la pregunta de por qué hay medidas que aparentemente no se anuncian con la suficiente anterioridad para que los ciudadanos se preparen; Henry Chaves, gerente de comunicaciones de la Gobernación de Antioquia, tiene una respuesta: los trámites.

Aunque se pensaría que solo es cuestión de tomar la decisión y anunciarla, Chaves explicó que la tarea no es tan sencilla y requiere, como mínimo, dos días de planeación. En ese tiempo, el tema pasa por tres fases.

Parte desde el equipo técnico y de epidemiólogos, quienes recomiendan lo que mejor les parezca con base en los indicadores; continúa con una concertación con cada alcalde o subregión del departamento, dependiendo el caso; y se analiza con los ministerios de Salud e Interior para recibir autorización. “Ya con todo eso nosotros esperamos a tener, por lo menos, el decreto; para estar seguros y anunciar con claridad”, pero tarda tiempo.

Sin duda, la forma en cómo recibimos la información determina en buena parte nuestro comportamiento, pero no es una justificación para desacatar las normas. También está en nuestro poder informarnos, hacerlo bien y no rotar información antes de verificarla, lo que llevan a generar más confusión en las personas. (Ver: Paréntesis)