Colombia

¿Estaría dispuesto a donarle su ADN al Estado?

Periodista de la Universidad de Antioquia con estudios en escritura de guión de ficción y no ficción.

03 de octubre de 2018

El Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, reveló, durante el XXI Encuentro de la justicia ordinaria que se llevó a cabo el 20 y el 21 de septiembre pasado en Cali, detalles sobre la propuesta de crear un banco nacional de perfiles genéticos que apoye la investigación criminal en Colombia. Un banco genético es una base de datos donde se guarda el ADN de una población con fines que pueden variar y que el donante debe conocer y autorizar a la hora de dar su muestra.

El proyecto en Colombia se presentará al Congreso y cuando esté en funcionamiento, según el fiscal, costará alrededor de 45 mil millones al año,

“Estamos preparados científicamente para que a través de la tecnología demos un salto cualitativo y cuantitativo en la lucha contra la criminalidad” señaló el Fiscal Martínez, defendiendo que con un sistema de ADN como insumo los procesos de investigación mejorarían en un 80 %.

Aunque la propuesta completa solo se conocerá cuando se presente el proyecto al legislativo, el Fiscal ha dado pequeños detalles sobre cómo funcionaría el sistema: estaría liderado por la Fiscalía General y contaría con el apoyo de Medicina Legal, la Registraduría, los laboratorios de genética forense y Policía Judicial.

El banco contaría con dos bases de datos: una de ellas estaría conformada por los perfiles genéticos de personas condenadas y procesadas cuya información quedaría registrada para que, en caso de reincidir, su identificación se pueda hacer con mayor facilidad, algo que ya se utiliza en Reino Unido y Estados Unidos.

En ambos países existen bases de datos genéticas sobre víctimas, condenados y personas vinculadas a procesos judiciales. El registro inglés, la United Kingdom National DNA Database (Base de datos Nacional de ADN del Reino Unido), guarda los perfiles genéticos de más de 3 millones de personas, y el estadounidense, también llamado Codis, contiene más de 17 millones de perfiles. Según el FBI, el Codis ha aportado en la investigación de más de 400 mil crímenes.

La otra base de datos estaría integrada con los residuos de ADN que se encuentren en las escenas de los crímenes. Ambas listas se compararían buscando coincidencias que permitan avanzar en la investigación de los hechos.

Pero la propuesta del Fiscal en Colombia no se queda allí. Según el funcionario, su lado más “ambicioso” se centra en que la Registraduría tenga de cada colombiano, además de su huella dactilar, un perfil genético. Dicha información, según el Fiscal, estaría vigilada por la Procuraduría General de la Nación, así como de un Consejo Directivo.

Y es que es allí, en los controles sobre la información que contiene un perfil genético, donde se escucharon más dudas en el tema, y sobre lo que, según le dijo Carlos Valdés, director de Medicina Legal a EL COLOMBIANO, hay muchos mitos. Según Valdés, es necesario dejar claro qué tipo de información tendrían estos perfiles.

¿Qué información tienen los perfiles genéticos?

“Los perfiles genéticos son información lograda de la molécula de áreas no informativas. Al abrir un libro, uno se encuentra con párrafos, y los párrafos informan, dicen algo. Pero en el libro también hay partes en blanco, por ejemplo el espacio entre párrafo y párrafo. Todo eso también hace parte del libro pero no informa nada. En el ADN pasa lo mismo. Nosotros estudiamos eso, las partes que no informan”, dice Valdés.

Con él concuerda Alexandra Ibarra, especialista en genética forense y directora de “Identigen”, un laboratorio de investigación genética de la Universidad de Antioquia: “dentro del ADN hay lo que llamamos marcadores. Hay de muchos tipos, y uno de ellos es lo que denomínanos neutrales. No dan información personal de las personas, ni su color de ojos, ni si tienen alguna enfermedad o su color de piel. Esos son los marcadores que se utilizan para conformar perfiles genéticos”.

Para ambos, la genética es el futuro. “¿Se imagina cuánto dolor podríamos evitar o ahorrar si la identificación de responsables de delitos o desaparecidos fuera más eficiente? Para eso sería vital tener perfiles genéticos”, dice Ibarra. Valdés añade: “ en lugar de que estén sacando leyes tan absurdas como la castración química o la pena de muerte, constituyamos un banco nacional de perfiles genéticos. Hagámosle caso al fiscal”.

Los peligros

Sin embargo, no todas las opiniones son igual de positivas y optimistas. Para Mariana Herrera Piñero, directora del Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina, una institución dedicada a la búsqueda de los desaparecidos de la dictadura argentina, la sociedad corre el peligro de avanzar peligrosamente hacia un control excesivo.

En el afán de resolver un crimen se puede hacer cualquier cosa con un perfil genético. Y ahora es muy complejo porque las tecnologías han avanzado tanto que uno puede apoyar los dedos sobre una mesa y dejar el ADN pegado ahí y si después se comete un crimen en ese lugar podrían inculpar a una persona inocentes de haberlo cometido. Entonces hay que trabajar muy bien en esas condiciones y definir muy bien cuales son los alcances”, señala Herrera.

Para esto último, la doctora Herrera considera vital la conformación de una comisión nacional donde se reúna a expertos en el tema, del sector académico y civil, que hagan un seguimiento a por qué y para qué se usan esos datos. “Son ellos (comité) los que tienen que velar porque esos objetivos se cumplan y se respeten. Hay mucho escrito, lo que pasa es que a la hora de trabajar, se olvida lo que esta escrito. Esa comisión nacional tiene que estar aceptada y nombrada para definir todos los aspectos que regulan esos datos”.

Estas preocupaciones, dice Herrera, son más normales en el uso de la genética en el campo judicial. Si el objetivo es la búsqueda de desaparecidos, como en Argentina, sostiene que los miedos son menos peligrosos. En Colombia también existe un banco genético para la búsqueda de desaparecidos. Lo dirigen Medicina Legal y la Fiscalía.

La genética en busca de los desaparecidos

En Colombia la posibilidad de contar con un banco de perfiles genéticos para la búsqueda de desaparecidos se consagró en la ley 1408 de 2010. Por medio de ella se dictaron medidas para dos cosas: rendir homenaje a las víctimas del delito de desaparición forzada y lograr su localización e identificación.

En su artículo 4 dicha ley señala la creación, a cargo al Estado y bajo la dirección y coordinación de la Fiscalía General de la Nación, de un Banco de Perfiles Genéticos de Desaparecidos” de Colombia, y posteriormente da una serie de determinaciones que el congreso debería abordar y reglamentar en un posterior decreto.

Cinco años después vio la luz el decreto 0303 que reglamentó el funcionamiento del banco genético de desaparecidos. En sus capítulos 4, 5 y 6 define el objetivo, la dirección y la estructura de esta institución. En primer lugar, el banco se crea para administrar y procesar “la información de los perfiles genéticos obtenidos de las personas, cuerpos o restos humanos de las víctimas de desaparición y de las muestras biológicas de referencia tomadas a los familiares de éstas”.

Carlos Valdés, director de Medicina Legal, le explicó a este diario el funcionamiento del banco: “todo el sistema tiene cerebro que es el Codis, un software diseñado por el FBI que el gobierno norteamericano donó a varios países. El Codis nos permite almacenar dos listas de perfiles genéticos: una sobre los cuerpos esqueletizados que son estudiados por el instituto, y otra de familiares de personas desaparecidas”.

En la primera lista se cuenta hoy con alrededor de 4.500 perfiles. En la segunda, donde se guarda la información de los familiares que esperan saber del paradero de sus seres queridos, hay alrededor de 40.000 perfiles, “cifras muy bajas para un país que, según los cálculos que tenemos aquí, tiene en los cementarlos más de 200 mil cuerpos en condición de no identificados”, dice Valdés.

Para la recolección del ADN que permitió construir estos perfiles, Medicina Legal y los otros laboratorios que colaboran con ella, contaron con un consentimiento informado y por escrito de las personas que accedían a dar sus muestras, mediante un procedimiento gratuito. De igual forma, la ley es clara en determinar que ese permiso se puede revocar en cualquier momento, con lo que se procederá a destruir el perfil y las muestras genéticas respectivas

Con ambas listas, el Codis hace una correlación donde busca coincidencias. Cuando las hay, emite una alerta que Medicina Legal retoma para hacer estudios más exhaustivos que permitan comprobar si en efecto se puede confirmar una relación. Solo el año pasado se lograron 153 coincidencias que permitieron que ese mismo número de familias pudieran por fin saber qué pasó con sus desaparecidos.

Algunas de las más sonadas tienen relación con el holocausto del Palacio de Justicia. Tal es el caso de Luz Mary Portela, una mujer cuyo nombre permaneció en la lista de desaparecidos por más de tres décadas, y que gracias a este banco genético fue identificada en 2015.

“Este banco es la medula espinal de todos los procesos de búsqueda de desaparecidos en Colombia. Hay personas que desaparecieron hace décadas, y de las que seguramente solo vamos a hallar cuerpos esqueletizados, por lo que las dificultades para su reconocimiento son mayúsculas. La esperanza para muchos de los familiares de personas desaparecidas es fortalecer cada día más este banco”, finaliza Valdés.

Por último, pero no menos importante, la ley 1408 de 2010 y el decreto que la desarrolló, el 0303 de 2015, prohiben explícitamente la utilización de estos perfiles genéticos para otros fines como investigaciones científicas o análisis médicos, entre otros, salvo que el donante de la muestra manifieste expresamente su autorización para participar de ellos.

Esta es razón por la cual, precisamente, el Fiscal y el gobierno deben tramitar otra ley que permita utilizar ciencia genética para fines dentro de procesos judiciales y, en caso de ser aprobada, recoger de cero las muestras para la construcción de estos perfiles.