Colombia

Así era la red ilegal del hijo del “Alacrán” en Ecuador

El heredero del capo del cartel de Cali tenía alianzas con la Segunda Marquetalia y la banda “los Tiguerones”, para enviar cocaína a Centroamérica y Estados Unidos.

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

02 de febrero de 2024

Haberse sometido a siete cirugías plásticas, mudarse de país y andar con una identificación falsa, no le sirvió al heredero narcotraficante Henry Loaiza Montoya para evadir a la justicia.

El hombre de 44 años de edad, apodado “el Alacrán Junior” o “el Alacrancito”, llegó deportado a Colombia en la mañana de ayer, procedente de Ecuador. Con un fuerte esquema de seguridad, la Policía de la vecina nación lo entregó a Migración en el puente internacional Rumichaca, en Ipiales (Nariño).

De acuerdo con las autoridades, el capturado es hijo del infame Henry Loaiza Ceballos (“el Alacrán”), uno de los cabecillas más sanguinarios del cartel de Cali. En su momento, la Fuerza Pública le atribuyó su participación en cerca de 300 asesinatos en las décadas del 80 y 90, en los municipios de Tuluá, Trujillo y Cartago (Valle del Cauca).

Se entregó a la justicia en 1995, pero al salir de la cárcel estableció nuevas rutas de narcotráfico con el cartel del Norte del Valle, el cual fue desmantelado en 2008; rutas que, según la Policía, habría heredado “el Alacrancito”.

Su hijo apareció en el radar de la DEA y de la Dirección Antinarcóticos de Colombia en 2018, a raíz del monitoreo a varios despachos marítimos de cocaína que salían de Buenaventura y Tumaco, así como de la provincia ecuatoriana de Esmeraldas.

Esa información fue compartida con sus homólogos de Ecuador, quienes empezaron a rastrear las conexiones de la red exportadora en ese país.

El general William Villarroel, director de Investigación Antidrogas de Ecuador, comentó en rueda de prensa que el sospechoso tenía movimientos migratorios en ese territorio desde 2010.

Para manejar un bajo perfil, usaba documentos falsos a nombre de Juan Fernando Loaiza, pero lo más radical que hizo fue someterse a cirugías estéticas para cambiar de apariencia, algo que ya habían hecho en el pasado otros capos del Norte del Valle, como el extraditado Juan Carlos Ramírez Abadía (“Chupeta”).

Uno de los procedimientos que pagó fue una cirugía bariátrica, con la que cambió su aspecto obeso, según fuentes policiales.

Luego se mandó a hacer varios tatuajes de gran formato en las extremidades, que a la postre sirvieron para identificarlo.

La Corte del Distrito Sur de Florida emitió la solicitud de extradición en su contra en octubre de 2023, por cargos relacionados con narcotráfico y la exportación de cuatro toneladas de cocaína, y al mes siguiente se expidió una circular roja de Interpol para buscarlo por todo el mundo.

Socios para el crimen

El general Villarroel detalló que “el Alacrancito” tenía una residencia en la ciudad de Guayaquil y que contaba con la protección de “los Tiguerones”, una de las 22 bandas de crimen organizado que el Gobierno ecuatoriano declaró como objetivo militar el mes pasado.

“Los Tiguerones” se encargaban de la logística, acopio y custodia de los estupefacientes, que luego eran embarcados en lanchas rápidas y semisumergibles, con rumbo a Centroamérica y EE.UU.

Las agencias de seguridad presumen que la red tenía la capacidad de exportar hasta 50 toneladas anuales del alcaloide.

La cocaína era suministrada, al parecer, por el frente Oliver Sinisterra de la Segunda Marquetalia, la organización disidente de las Farc que delinque en Nariño.

Justamente, el comandante de dicho frente, Carlos Arturo Landázuri (“el Gringo”), fue capturado el pasado 21 de enero en una casa de la provincia ecuatoriana de Imbabura.

Once días después, gracias a información de la DEA y la Policía colombiana, su socio Henry Loaiza Montoya fue detenido en una vivienda de Guayaquil (1° de febrero).

Tras su deportación, “el Alacrancito” será enviado al pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, en Bogotá, a la espera de que se surta el trámite ante la Corte Suprema de Justicia.

- - - - - - - - - - -- - -- -- - - - - - - - - - - - - - - - - -

ANEXO: ¿QUÉ PASÓ CON EL VIEJO “ALACRÁN”?

Henry Loaiza Ceballos (“el Alacrán”), antiguo capo del cartel de Cali, al parecer siguió delinquiendo en su vejez. La Policía lo capturó de nuevo el 11 de octubre de 2023 en el municipio de Facatativá (Cundinamarca), bajo cargos de concierto para delinquir y extorsión agravada. Según el expediente, el hombre de 76 es presuntamente responsable de gerenciar una banda denominada “los Mágicos”, que comete extorsiones millonarias a los finqueros y empresarios de Cundinamarca, Putumayo y Valle.

También le embargaron más de 30 bienes, entre fincas, casas y terrenos, en Córdoba y Valle.