Las víctimas, entre certezas y dudas
Quienes sufrieron los embates del conflicto serán claves en el camino al perdón. Las historias de Bertha Fries y Luis Mendieta muestran contrastes y optimismo.
Soy periodista y magíster en Humanidades. Me gusta el periodismo que se hace caminando. El Chocó, la infraestructura y el vallenato son mi ruta.
Bertha Lucía Fries y el general Luis Mendieta son dos de las ocho millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado colombiano. Sus historias se mueven entre el perdón, la reconciliación y, claro, el escepticismo, la duda.
Dos caras distintas, pero un mismo dolor: mientras que ella, una empresaria víctima del carro bomba del club El Nogal, recibió el anuncio del cese bilateral entre aplausos y con profunda esperanza; él, un curtido oficial de la Policía secuestrado por 12 años, ni siquiera encendió el televisor. Tiene dudas, muchas preguntas, pocas certezas.
A ambos, Fries y Mendieta, con sus contrastes, los une un leve optimismo al pensar que el acuerdo que se firmó en La Habana no lo es todo, pero es el inicio de un camino de paz.