Lista la hoja de ruta para buscar a los desaparecidos
Se trata del Plan Nacional de Búsqueda que se enfocará en lo humanitario y extrajudicial para hallar a los que se les perdió el rastro en la confrontación.
Periodista. Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la Universidad Complutense de Madrid
Agosto de 2018 quedará para siempre en la memoria de Yeison Soto Arias. Ese mes terminó su angustia, impotencia y tristeza de no tener ni idea que había pasado con su padre, Francisco Javier Soto Marín, secuestrado por las Farc en el municipio de Argelia, Antioquia, durante el año 1998.
Fueron 20 años con muy pocas pistas. Solo sabían por un excombatiente de esa guerrilla, que su padre había sido asesinado, “pero no sabíamos más”, dice Yeison.
Recuerda que nunca paró de buscar. Sus energías no se acabaron a pesar de la tristeza. Necesitaba saber qué había pasado con su padre. “En 2018 la Fiscalía me llamó y nos confirmó que los restos habían sido identificados y los recibimos en agosto de ese año. Resulta que lo habían exhumado desde el 2008 en el cementerio de Rionegro. Descansamos, y estoy seguro que él también. Lo despedimos como debía ser”.
El universo de personas dadas por desaparecidas en el contexto del conflicto armado colombiano ronda en unas 83 mil, según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro de Memoria Histórica.
Sin embargo, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), que enfoca sus esfuerzos no solo en el paradero de víctimas de desaparición sino también de secuestro, reclutamiento y excombatientes (Fuerza Pública y grupos irregulares), calcula que la magnitud de este flagelo puede llegar a las 120.000 personas.
La hoja de ruta
Con el objetivo de lograr ubicar a la mayor cantidad de víctimas y, que en caso de no ser halladas con vida, se pueda dar un desenlace como le ocurrió a Yeison Soto, la UBPD presenta hoy el Plan Nacional de Búsqueda (PNB).
Esta guía abordará una búsqueda humanitaria y extrajudicial y estará basada en cuatro ejes estratégicos: obtener y disponer la información necesaria para la búsqueda; realizar la localización, prospección, recuperación e identificación; garantizar las condiciones de participación de las personas y organizaciones que buscan; y fortalecer los mecanismos de coordinación interinstitucional orientados a garantizar la efectividad e integralidad de la búsqueda, localización, identificación de los desaparecidos, entrega digna en los casos de un hallazgo y reencuentro en los casos que se encuentre viva.
Desde la Unidad de Búsqueda le explicaron a EL COLOMBIANO que el Plan de Búsqueda se “alimenta de los saberes y experiencias de los familiares, de las organizaciones de DD.HH., de los familiares no organizados y de entidades del Estado que han tenido relación con la búsqueda. Es decir, su construcción fue participativa a través de diez encuentros en el país con diferentes organizaciones”.
Dentro de lo pensado, la UBPD tendrá como base en esta hoja de ruta los planes de regionales de búsqueda, “que serán una fuente permanente e ineludible para comprender las características del territorio y las particularidades de las violaciones cometidas en él, y, por ende, visualizar las necesidades de ajuste, revisión y actualización del PNB”.
Todas las comunidades
Las estrategias de búsqueda también contemplan diferentes líneas de enfoque para todas las comunidades: indígenas, negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras.
En estos casos será vital la coordinación y el relacionamiento de la UBPD con pueblos indígenas y autoridades étnicas con el fin de dirigir o contribuir a la búsqueda humanitaria y extrajudicial.
Otro elemento resaltado por la UBPD es la articulación interinstitucional: la Unidad parte de la base de que otras instituciones ya han realizado búsquedas y han acumulado lecciones e información que resulta fundamental para cumplir con el objetivo.
Gladys Ávila Fonseca hace parte del grupo en Europa de familiares de personas víctimas de desaparición forzada. En el año 1993 su hermano, Eduardo Ávila, fue desaparecido por integrantes de las Fuerzas del Estado.
Para Gladys, lo que está ocurriendo, “es de vital importancia. El trabajo de búsqueda de manera participativa y coordinada entre la UBPD y los familiares ayuda a que nuestra voz sea escuchada para identificar las realidades vividas en el país. Ellos tienen derecho a ser buscados y las familias y la sociedad, tenemos la obligación de encontrarlos”, afirma.
La búsqueda de personas desaparecida.s hizo parte del Acuerdo firmado entre el Gobierno y las Farc hace poco más de tres años..