Ministerio de la Igualdad se juega su futuro en el Congreso: ¿logrará constituirse o morirá con este Gobierno?
El proyecto para establecer la nueva cartera regresa a debate en medio de divisiones en el Congreso, baja ejecución presupuestal y cuestionamientos por el reciente nombramiento del ministro Juan Carlos Florián.
El Congreso vuelve a poner en agenda la iniciativa que busca establecer el Ministerio de Igualdad y Equidad. Las Comisiones Primeras de Senado y Cámara fueron citadas este martes, a las 2 de la tarde, para reactivar el trámite del Proyecto de Ley 302 de 2025 en el Senado y 020 de 2025 en la Cámara, que formaliza la creación de la nueva cartera.
Por el momento, la Corte Constitucional declaró nula la ley que creó el Ministerio de Igualdad y Equidad, debido a vicios de trámite como la falta de análisis de impacto fiscal. Es decir que, por el momento, la cartera solo podrá existir mientras esté vigente el Gobierno de Gustavo Petro, al que le queda menos de un año.
La propuesta para constituir el Ministerio como institución permanente fue impulsada inicialmente por el entonces ministro de Igualdad, Carlos Rosero.
Cuando radicó el proyecto, aseguró que había necesidad de crear esta entidad diciendo: “cuando yo crecí, la mayoría teníamos derecho a tres golpes diarios. Hoy hay colombianos que no tienen garantizado ni uno. Por eso tenemos programas como Hambre Cero, que entrega remesas o comidas calientes en los barrios más pobres”.
Sin embargo, el proyecto no avanzó en el Congreso. Tras radicar la propuesta en abril, Rosero pidió el retiro temporal de la propuesta el 11 de junio, argumentando que el momento político del país requería “prudencia” y priorizar espacios de diálogo antes de continuar con discusiones legislativas. Desde entonces, el trámite quedó suspendido.
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El regreso de la iniciativa llega con un ambiente legislativo estrecho. En la Comisión Primera de la Cámara el Gobierno se mueve para consolidar apoyos. Cuando radicaron el proyecto, aseguraron que contaban con la firma de 80 congresistas, pero ahora el margen sería mínimo.
En la Cámara, las últimas decisiones de la corporación han quedado en empate (por ejemplo, la elección del presidente de la misma). En el Senado los números tampoco le sobrarían al Ejecutivo.
A esto se suma que el panorama de gobernabilidad para este proyecto no es el mismo que en 2022, cuando la creación del ministerio fue aprobada con una amplia coalición oficialista que incluía a liberales, conservadores y ‘la U’. Hoy ese respaldo está debilitado.
Además, los esfuerzos del Gobierno estarían volcados sobre reformas insignia que no han logrado sacar adelante, como la Tributaria y la de la Salud, que también están en vilo desde hace meses.
Dentro del Congreso persisten posturas divididas. Algunos legisladores sostienen que, pese a las dificultades, la cartera debe mantenerse porque aborda asuntos estructurales de desigualdad.
Otros, en contraste, cuestionan con dureza su funcionamiento. En 2024, el ministerio recibió un presupuesto de 1,5 billones de pesos y cerró el año con una ejecución de apenas el 4,9 %, equivalente a 76.000 millones. Para 2025, los registros muestran que la tendencia continúa.
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Por ejemplo, la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, presentó una ponencia de archivo del proyecto. Ella aseguró: “El Gobierno Petro tiene listo 1,9 billones de pesos para feriarse en derecho privado a través de una fiducia y, por supuesto, la pieza clave es el Ministerio de la Igualdad, por eso lo quieren revivir con tanto afán”.
Polémicas de MinIgualdad: no son solo fiscales
El nombramiento del nuevo ministro, Juan Carlos Florián, también ha generado controversia. La designación fue inicialmente criticada por vulnerar la Ley de Cuotas. Ante esto, Florián fue retirado del cargo, pero volvió al mismo cuatro días después.
La Presidencia defendió el nombramiento señalando que Florián, aunque registrado al nacer como hombre, se ha identificado durante años con una identidad de género “fluida” y alterna entre expresiones masculina y femenina, lo que —según el Gobierno— permite cumplir con la normativa.
A eso se suman las denuncias por maltrato laboral en los pasillos del ministerio. El caso más conocido es el de Tamara Ospina Posse, viceministra de las mujeres, quien fue señalada por trabajadores por presuntos actos de acoso laboral agravado, persecución política, violencia de género y actos de racismo dirigidos a personas afrocolombianas vinculadas a la institución.
Las denuncias, sin embargo, se remontan mucho tiempo atrás, no comenzaron con Posse.
En julio de este año, EL COLOMBIANO ya había hablado con otros trabajadores de la cartera, quienes aseguraron que el entonces ministro Carlos Alfonso Rosero había creado un ambiente hostil, sobre todo para aquellos que eran parte del círculo cercano de Francia Márquez antes de que el presidente la apartara de la jefatura de aquella cartera.
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