Paz y derechos humanos

Líder asesinado, sin protección del Estado

Organizaciones sociales destacaron el civismo de Temístocles Machado. La UNP dijo que el líder rechazó la protección.

Politólogo de la Universidad Nacional, Periodista de la Universidad de Antioquia y maestrando en Gobierno de la Universidad de Medellín. Tratar de entender e interpretar el poder, un reto.

29 de enero de 2018

Temístocles Machado era uno de los líderes sociales más amenazados del país. Aunque tenía un reconocimiento de décadas en su región, el país supo de él en el paro de mediados del año pasado, que obligó al Gobierno a crear un fondo especial para la inversión social en el puerto.

El pasado sábado, hombres armados le dispararon mientras estaba en un pequeño negocio de su propiedad, ubicado en el barrio Isla de la Paz, ubicado a 15 minutos en carro del centro urbano de Buenaventura, una zona que por años se han disputado grupos al margen de la ley y que él defendió hasta el último día.

Ante este hecho, el Comité del Paro Cívico de Buenaventura, que se encontraba sesionando, se declaró en asamblea permanente y le exigió al Gobierno nacional “proteger a líderes. Los asesinatos deben detenerse”, expresó un vocero.

Machado fue trasladado a la clínica Santa Sofía del Pacífico, de Buenaventura, donde llegó sin signos vitales.

¿Qué dice la UNP?

Machado no tenía protección del Estado, pese al alto riesgo de atentado. Ante esta denuncia, Diego Mora, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), lamentó el asesinato del líder social y recordó que en el 2017 iniciaron un proceso para protegerlo, pero él desistió del mismo.

Temístocles era reconocido por la defensa del territorio y la conservación de las tierras ubicadas. La comisión de Derechos Humanos de la ONU en Colombia rechazó el asesinato y envió un mensaje de solidaridad a su familia. La Defensoría del Pueblo también se pronunció sobre el crimen y pidió a las autoridades “dar celeridad” a la investigación.

Aún se desconocen los responsables del asesinato. Según el secretario de gobierno de Buenaventura, Luis Fernando Ramos, pudo tratarse de una retaliación porque Machado tenía unos litigios sobre unas propiedades de tierra que estaba defendiendo.