Paz y derechos humanos

Primeros meses del postacuerdo podrían traer más violencia: ONU

11 de febrero de 2015

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Colombia en alianza con el Centro Noruego para la Construcción de Paz presentaron un informe sobre la situación de Derechos Humanos en Colombia, en el marco de las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Farc.

Allí se señala que, “a pesar de que el inicio de conversaciones de paz redujo la violación a Derechos Humanos en Colombia, aún se siguen presentando casos” hecho que el informe calificó como “preocupante”. Más porque, según el informe, “la declaración de cese unilateral al fuego hecha por las Farc redujo aún más la cifra de violaciones a los DD.HH. en el país”.

De acuerdo con el coordinador Residente Humanitario de las Naciones Unidas en Colombia Fabrizio Hochschild, “el informe revela que la cifra de 6 millones de desplazados en Colombia supera el total de la población en Noruega y está muy cerca de las cifras de los países africanos donde más refugiados internos se presentan”.

Entre los casos en que se siguen violando los Derechos Humanos de los colombianos el informe destacó el de Buenaventura (Valle del Cauca), donde actores desconocidos siguen amenazando a las comunidades nativas de la ciudad, con el fin de desplazarlas de la región. Según Hochschild “allí se cometen delitos terribles en los que no solamente asesinan a las personas, sino que también las descuartizan después de eso”.

Lo peor que destaca el informe en el capítulo sobre Buenaventura es que “cuando se reduce la tasa de asesinatos, se dispara la desapariciones forzadas”, lo que significa, según Hochschild, que “las cifras son muy engañosas cuando se trata de los crímenes que se cometen en esa ciudad”.

Otra cifra preocupante que reveló el informe es el hecho de que en 2014 fueron asesinados 62 líderes sociales y de reclamación de tierras, mientras en enero de 2015 ya han sido asesinados 10. Según el Coordinador Humanitario de la ONU, “esto puede significar que la tasa de estos homicidios podría ser mayor a finales de este año”.

Hochschild termina su intervención en la presentación del informe diciendo que “la época del postacuerdo puede traer un incremento muy fuerte en la violencia de Colombia, pues otros grupos como las bandas criminales, los narcotraficantes y otros tipos de delincuencia organizada van a bucar tomar el control de los espacios territoriales y económicos que dejen las Farc después de desmovilizarse”.

Según él, “sin duda alguna esto traerá más victimización durante los primeros meses e incluso los primeros años despues de la firma de un acuerdo con las Farc” por lo que insistió en que “las fuerzas del Estado deben estar muy alerta en este tema”.

Noruega apoyará a Colombia en el posacuerdo de paz

El embajador de Noruega en Colombia, Lars Vaagen reiteró que la Comunidad Internacional que apoya el proceso de paz continuará su apoyo después de la firma de un acuerdo de paz con las guerrilla.

Sin embargo, resaltó que una de las cosas más preocupantes que muestra el informe es que “en Colombia existen brechas de riqueza muy grandes y eso será un desafío muy grande para los Gobiernos que vengan después de la firma de un acuerdo de paz, pues mientras exista ese nivel de desigualdad será muy difícil construir una paz estable y duradera”.

Por su parte el director del Centro Noruego para la Construcción de Paz, Mariano Aguirre contó que el informe presentado por el Instituto que él dirige muestra el proceso de paz colombiano “de manera comparativa con procesos de otros países”. Esto implica que las afirmaciones sobre la violencia que podría generarse en el postconflicto están basadas en experiencias de otros países donde eso ha pasado.

En este sentido, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, Francisco Rey afirmó que “en otros casos hemos visto que cuando se firma el acuerdo de paz, la comunidad internacional retira su apoyo y pocos años después la violencia vuelve a azotar a la comunidad al punto de que vuelven a empezar los conflictos”.

Por esta razón, Francisco Rey afirmó que “el rol de la comunidad internacional debe mantenerse, adaptándose a las necesidades del país en su momento”. Según él, “existe la posibilidad de que algunos desmovilizados de las Farc continúen manejando los cultivos ilícitos o el negocio de las drogas en cualquier campo” y es por eso que “tanto el Gobierno local como la comunidad internacional deben estar muy alertas en este tema”.

Preocupa el subregistro

Al final, el informe muestra la preocupación que existe en la comunidad internacional por el subregistro que hay en las cifras oficiales en términos de violaciones a Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

Según Fabrizio Hochschild, “esto pasa en parte porque la gente sigue teniendo miedo de denunciar y en parte porque estos crímenes ocurren en zonas muy remotas del país, donde no hay presencia de actores estatales”.