La comunidad será la nueva misión para las Fuerzas Armadas
Los soldados y policías continuarán con entrenamiento para garantizar la seguridad y apoyar las condiciones favorables para el posconflicto.
Amo el periodismo, y más si se hace a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado de la Universidad de Antioquia.
Un Ejército que ayude a la reconstrucción del tejido social en comunidades afectadas por el conflicto armado, con fuerzas especiales encargadas de velar por la seguridad y mantener la paz, son, entre otros, los nuevos retos a los que se deberán enfrentar las Fuerzas Armadas en un eventual posconflicto.
En palabras del comandante del Ejército Nacional, general Alberto Mejía Ferrer, los soldados de Colombia son el Ejército del Pueblo, y por ello, sus tareas en el futuro serán “ayudar al Gobierno a reconstruir el tejido social. Más adelante, nuestra visión deberá enfocarse en una Brigada Especial en la protección y cuidado del medio ambiente”.
Además, aseguró el general Mejía, más de 5.000 hombres estarán destinados a participar en diferentes operaciones de paz a nivel internacional.
Las palabras del comandante del Ejército colombiano apuntan a las nuevas tareas que los soldados y policías realizarán una vez firmado el acuerdo final con las Farc, un trabajo concebido años atrás, pues en el tema social y bienestar para las comunidades más alejadas, se destinaron en el 2014 más de 200.000 millones de pesos invertidos en la construcción de vías, puentes, escuelas y acueductos.
Los nuevos retos en unas fuerzas fortalecidas en el plano social, sin descuidar el militar, son los que han generado cuestionamientos a lo discutido en Cuba, y en el país ha despertado preocupaciones de integrantes de la Fuerza Pública activos y retirados. Por esta razón, en varios momentos el presidente Juan Manuel Santos ha insistido en que en la isla no se ha negociado nada relacionado con el futuro de las Fuerzas del Estado colombiano.
“Tenemos unas Fuerzas que están en su mejor momento, están preparadas, son sólidas y muy eficaces. Percibo que son fuerzas orgullosas de que por fin estamos viendo la posibilidad de una paz, gracias a sus resultados”, dijo Santos.
Preparación en lo educativo
Si bien el fortalecimiento de las fuerzas del Estado en el campo militar ha crecido en los últimos 13 años, en el 2014 se invirtieron recursos que derivaron en la compra de 16 helicópteros de última generación, ocho aviones de transporte, 60 vehículos blindados, 2 submarinos, 20 lanchas de control fluvial, buques y ocho aerodeslizadores, así como 11.000 visores nocturnos y 24.500 miras de combate, “así como la modernización del material estratégico con el que se garantiza la soberanía sobre todo el territorio nacional”, informó el Ministerio de Defensa.
Paralelo a la inversión en tecnología y modernización de equipos militares, el Estado colombiano invirtió en el proyecto educativo para la Fuerza Pública desde el inicio de los diálogos en Cuba (2012-2014), 93.738 millones de pesos.
“El objetivo del proyecto tiene como finalidad elevar el nivel educativo en la Fuerza Pública, a través de la implementación de programas pertinentes a las necesidades educativas”, consignó el Ministerio de Defensa en su informe “Fuerzas Armadas, más fuertes que nunca”.
Sin embargo, y ante la anterior inversión, el investigador del Instituto de Ciencia Política y profesor de la Universidad del Rosario, Andrés Molano, considera que es un error buscarles oficio a los integrantes de la Fuerza Pública en el posconflicto, pues ellas cumplirán un papel fundamental como garantes de condiciones adecuadas para la construcción de la paz.
“Como garantes del posconflicto la Fuerza Pública tiene una serie de desafíos relativos a viejas amenazas en seguridad que puedan repotenciarse, pero también a nuevas amenazas que puedan copar los vacíos de poder dejados por las Farc una vez dejen las armas”, indicó Molano.
Para cumplir con el rol de combatir nuevas estructuras ilegales, se deberá fortalecer el tema de la Inteligencia Militar como una de las armas más efectivas contra las estructuras armadas que persistirán en el territorio una vez firmado el acuerdo final, precisó el especialista.
Ambas funciones
Aunque el norte de las Fuerzas Armadas es mantener la soberanía y la seguridad en el país, dice el general (r) Jaime Ruiz Barrera, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), estas deben tener en cuenta que su nuevo rol estará más enfocado en el servicio social.
Aún así, entre los objetivos trazados a 2030, según el Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas deberán estar preparadas para enfrentar una crisis de seguridad interna y otra de defensa externa, pero también, contribuir al desarrollo del país en la construcción de la infraestructura, en gestión del riesgo y atención de desastres naturales y la protección del medio ambiente y los recursos del país .