Paz y derechos humanos

Víctimas le pidieron a la JEP que acoja a “Otoniel”

Mediante una carta, afectados por las acciones del Clan del Golfo lamentan su posible extradición y que no se conozca la verdad de lo ocurrido.

Amo el periodismo, y más si se hace a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado de la Universidad de Antioquia.

23 de diciembre de 2021

Una misiva en la que las organizaciones de víctimas le reclaman a Dairo Antonio Úsuga que cuente todo lo que sabe sobre el conflicto armado y sus consecuencias en el Urabá antioqueño, fue la otra acción que marcó la audiencia en la que alias “Otoniel” aseveró que no fue capturado, sino que se entregó a las autoridades colombianas.

En esta misma carta, las víctimas apelaron a que la JEP considere la posibilidad de acogerlo en su jurisdicción, esto como una forma de aclarar los sucedido en el conflicto armado, sumado al conocimiento que tiene “y (su) actuación desde los años 80 hasta noviembre de 2016, y la misma JEP comprendiera que todo lo que sigue sucediendo desde 2016 es una secuencia de un pasado de por lo menos 30 años”.

En el documento, las víctimas le indicaron a alias Otoniel que entendían su decisión de entregarse voluntariamente a las autoridades colombianas para “obtener su libertad prontamente y preservar la vida”, pero insistieron en que se debe conocer la verdad para que se cumplan los preceptos de verdad, justicia, reparación ya garantías de no repetición; bases para que llegue, según las víctimas, la paz a los territorios afectados por los grupos armados ilegales.

“Queremos que nos escuche, que nos vea y que muchas verdades sean por nosotros conocidas directamente. No queremos venganzas ni odios. Entendemos que usted tomó la mejor decisión para preservar su vida y lograr una libertad pronta. Quizás para nosotros es muy difícil que usted sea extraditado a los Estados Unidos”, dice el documento conocido por EL COLOMBIANO y presentado en la audiencia de “Otoniel”.

Contar la verdad

En el mensaje dirigido a alias Otoniel, las víctimas le instan a que cuente quienes estuvieron detrás de la guerra que azotó a sus regiones, quienes fueron los patrocinadores de la confrontación.

“A esas personas, que usted sabe quiénes son, las guerras les permiten hacer buenos negocios para ellos, usando a unos contra otros”, le expresaron; sin embargo, aseveraron que entenderían si no cuenta toda la verdad porque hay información que apunta a “que querían matarlo algunos poderosos (...) Incluso entendemos que no vaya a decir todo lo que sabe, porque esos mismos lo querrán silenciar, muchos más que llevarlo a prisión y a un juicio justo”.

Tras la petición de las víctimas, el otrora jefe del Clan del Golfo aseveró que parte de su motivación para entregarse a las autoridades colombianas, fue el de contar todo lo que sabe sobre la época que hizo parte de los grupos armados ilegales (Farc, Epl, Auc y Agc), y aportar a la construcción de la paz con sus relatos.

“Si se puede, quiero ayudar en muchas cosas a las víctimas. Estoy dispuesto a hacerlo y a aportar mucho en este proceso, si se puede y hasta que Dios nos tenga con vida. Lo de la carta que leyeron de las víctimas, se les pide perdón por las cosas que uno haya hecho por allá. Todo se hizo como organización, pero nunca por afectar las comunidades y uno lo hacía por el bienestar de la región”, dijo Otoniel.

Finalizada la audiencia, la magistrada de la JEP, Nadiezhda Natazha Henríquez Chacín, hizo énfasis en que Dairo Antonio Úsuga se presentó ante esa jurisdicción en calidad de testigo, pero dejó claro que el antiguo jefe de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Agc, ha colaborado frente a las peticiones de las víctimas.

“La justicia ordinaria tendría las facultades lo ocurrido ante la JEP en calidad de testigo”, concluyó la magistrada Henríquez Chacín.