Petro saca el espejo retrovisor y culpa a gobierno Duque por “abandono” y “actitud displicente” en Cauca
El mandatario se refirió al secuestro de uniformados en El Plateado, en Cauca, quienes desarrollaban labores de desminado en los alrededores del corregimiento. Lamentó la “asociatividad” entre economías ilícitas y funcionarios corruptos.
El presidente Gustavo Petro reaccionó en la madrugada de este martes al secuestro de varios uniformados en el corregimiento de El Plateado, en Argelia (Cauca), en hechos ocurridos el pasado sábado a manos de las disidencias del denominado Estado Mayor Central (EMC), al mando de alias “Iván Mordisco”.
Si bien el mandatario reconoció que, aunque eran controladas por las extintas Farc, en zonas como el Cañón del Micay la población “quiere a la Fuerza Pública” y le apuesta a la sustitución de economías ilícitas. Sin embargo, “fueron abandonados por el Estado”, puntualmente por el gobierno de Iván Duque y las fallas frente a la implementación del Acuerdo de Paz.
“Estos territorios como el Micay eran controlados antes por las Farc. Con los acuerdos de paz no pasaron a la construcción de un Estado de derecho, sino que fueron abandonados por el Estado, por la actitud displicente del pasado gobierno con el proceso de paz de (Juan Manuel) Santos”, alegó Petro.
En ese sentido, lamentó que estos territorios pasaran bajo el dominio de nuevos grupos armados, “muy ligados a las economías ilícitas”, por lo que El Plateado se convirtió “en una especie de bolsa de la cocaína a donde iban diferentes representantes de mafias a negociar”.
De acuerdo con Petro, ha sido el mismo Estado el que supuestamente “les ha abierto las puertas” a estos grupos armados, pues en zonas como el Cañón del Micay “han sido ocupados ilegalmente gracias a la ayuda de funcionarios que reciben sobornos. Las denuncias sobre mandos de la Fuerza Pública que entran en asocio con los nuevos grupos para rentar del negocio ilícito han aumentado”.
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El mandatario también lamentó la “asociatividad” entre economías ilícitas y funcionarios corruptos, lo que –explicó el Jefe de Estado–, potencia a la economía ilícita y, por tanto, al actor armado ilegal. “En el caso del Cañón del Micay este fue ‘cedido’ al Estado Mayor Central de esa manera”.
El presidente destacó que su Gobierno “inició un proceso de saneamiento de la Fuerza Pública” que aún es incompleto y se propuso recuperar militarmente el Cañón de Micay: “Personalmente di la orden de comenzar la ‘operación Trueno’ para recuperar el cañón, articulado a una estrategia de sustitución de su economía ilícita de manera integral”.
Fruto de ello, agregó Petro, se retomaron posiciones dominantes alrededor de El Plateado y se bloqueó la salida de la economía ilícita. Justamente, eso favoreció –según el mandatario–, que se presionara un cese al fuego y un inicio de la negociación con el Estado Mayor Central.
“Al Estado Mayor se le estableció priorizar el abandono de los centros poblados y las vías principales y secundarias y colaborar en la sustitución de la economía ilícita. Eso significaba abandonar El Plateado y su vía de conexión con Argelia y el cañón del Micay. Alisté el Gobierno para iniciar las inversiones para una sustitución de su economía”, precisó.
Pese a que las propias disidencias anunciaron el domingo que suspendían la mesa de negociación con el Gobierno, Petro defendió que el proceso de paz debe comenzar por un acuerdo de sustitución de economías ilícitas por lícitas con ayuda del Estado.
No obstante, alegó que las disidencias resolvieron no asistir a la mesa de negociación sin romper la tregua. “Eso no es posible. El cese al fuego solo es posible si avanza la negociación en sustitución de la economía ilícita y el fin de hostilidades a la población civil”, precisó.