Política

Dilatar para dar oxígeno a objeciones de JEP

Se espera que hoy la plenaria del Senado vuelva sobre la discusión de objeciones. El Gobierno sigue sin mayorías.

Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.

30 de abril de 2019

Muy temprano la Presidencia del Senado anunció que el debate de las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la JEP no iniciaría a las 11:00 de la mañana, como estaba previsto en la agenda legislativa, sino que se aplazaría hasta la 1:00 de la tarde.

El debate inició a eso de las 2:00 de la tarde con la votación de los impedimentos, y sobre las cuatro, cuando ya habían sido aprobados 16 de ellos, el presidente del Senado, Ernesto Macías, del Centro Democrático, sorprendió con su recusación en contra del senador Iván Cepeda, del Polo.

Dos argumentos sustentaron la posición del congresista: la esposa de Cepeda, Pilar Rueda Jiménez, es contratista de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, y una larga serie de trinos del político pronunciándose en contra de las objeciones.

Este trámite desencadenó una cantidad de ires y venires en la Plenaria, en la que terminaron recusados también los senadores Álvaro Uribe, Fernando Araújo, Ciro Ramírez y Ernesto Macías (del Centro Democrático), Laureano Acuña (del Partido Conservador) y Roy Barreras (del Partido de la U), por los intereses personales o familiares que pueden tener con relación al debate de las objeciones de la JEP.

Se trata precisamente de los parlamentarios que han liderado la discusión de la ley estatutaria y los reparos del presidente Iván Duque al respecto. Para solucionar la problemática, que no halló remedio dentro de la Plenaria, los siete casos pasaron a la Comisión Ética del Congreso que deberá dirimir quiénes pueden y quiénes no participar de la discusión.

¿Buscan dilatar el trámite?

Varios senadores señalaron que toda esa discusión en torno a las reaperturas de los impedimentos y de las recusaciones no eran más que una maniobra dilatoria para que el Gobierno logre torcer las mayorías, así lo señaló, por ejemplo, Roy Barreras.

Al respecto, Carlos Andrés Arias, docente de comunicación política y opinión pública de la Universidad Externado de Colombia, indicó que “el gobierno está buscando abrir un tarro de mermelada con oxígeno suficiente que le permita torcer algunos de los votos para pasar al menos dos de las objeciones”.

El experto añadió que ese proceso de “enmermelar” a esos posibles votantes es muy complejo, porque requiere que los parlamentarios tengan la certeza de que les van a cumplir con las dádivas prometidas. Así las cosas, el tiempo es oro.

El expresidente y senador, Álvaro Uribe, dijo que “el Centro Democrático insiste en la necesidad de un acuerdo de las mayorías del Senado”, y criticó que “si no se aprueba la objeción, prácticamente va a quedar prohibida la extradición”.

El intento del uribismo es que en el Senado se aprueben al menos las objeciones “que tiene que ver, además de la extradición, con el riesgo de que personas ajenas (terceros) sean involucradas en este proceso”, afirmó Uribe.

Para lo que requieren que quienes ya comprometieron sus votos con los directivos de sus partidos en Cambio Radical y Partido Liberal cambien de posición. Macías ha señalado que no se trata de dilaciones sino de un debate abierto.

Andrés Felipe Bernal, investigador de la Escuela Política de la Universidad Sergio Arboleda, no cree que el Gobierno logre mayorías para este esfuerzo, porque ya las cartas están echadas y, como ocurrió en la Cámara, las objeciones se hundirían.

Sin embargo, Bernal destacó que la dilación es legítima en todos los cuerpos colegiados del mundo y hace parte de la discusión democrática, en este caso, del Senado.

Lo que está en juego

El senador Antonio Sanguino dijo durante la sesión que “esta es la primera vez que la bancada de gobierno obstruye la agenda legislativa”.

Se refiere a que el Plan Nacional de Desarrollo y otras reformas, entre ella la política y la ley TIC, están frenadas hasta que el legislativo tome decisiones con respecto a objeciones de la JEP, que gracias al Estatuto de la Oposición tienen prioridad.

Para Arias está en juego la legitimidad y la gobernabilidad del Ejecutivo, mucho más allá de la JEP, que a este punto ya está en un último plano de las cuentas del Gobierno.

“El presidente Duque enfrenta hoy una crisis en la cual se advierte un desgobierno y esto sería la estocada final para mostrarle a la sociedad y al Congreso que su institucionalidad sí es débil. Quedaría en entredicho la capacidad del Ejecutivo para llevar las riendas del poder”, dijo Arias.

En eso estuvo de acuerdo Bernal, quien consideró que las objeciones de la ley estatutaria de la justicia de paz son solo seis artículos que ni siquiera son los puntos de honor de la JEP, pero sí son la dignidad de una administración cada vez más desacreditada.

Hoy la bancada de Gobierno tendrá una nueva oportunidad para convencer a los congresistas de votar a favor las objeciones y cerrar el ciclo de discusión sobre la JEP.