Salud

2.266 personas esperan un órgano que salve sus vidas

Mitos y falta de información alejan a familiares de posibles donantes. Alto costo de los medicamentos es otro drama para los trasplantados que tienen que acudir a tutelas.

11 de marzo de 2016

Como toda mujer, María Helena Morales siempre ha estado atenta con su figura y presentación. Por ello, no tardó en notar que estaba engordando. De inmediato, acudió al médico para practicarse los exámenes que reflejaran la razón de su aumento de peso.

El diagnóstico no fue fácil, luego de varias pruebas el galeno le dio la noticia que le cambió la vida: necesitaba un trasplante de riñón.

Ella se practicó todos los análisis de rigor e ingresó a la lista de espera. Pero, luego de casi dos años, su situación se ha ido complicando porque sufre del corazón. El nuevo diagnóstico médico recomendó trasplante de riñón y corazón.

María Helena se define como una mujer serena que toma con la mayor calma posible la realidad que vive. Pero no siempre fue así. “Al principio no quería someterme al procedimiento, luego cambié de opinión”, comentó María Helena con voz serena y una expresión facial que a primera vista no refleja el semblante de quien recibirá doble trasplante.

Y luego agregó, “mi Dios me tiene destinada para algo. Yo creía que iba a morir como la mayoría de los miembros de mi familia: de un infarto. Todos nos tenemos que ir algún día, solo espero que el proceso previo al viaje sea menos difícil, mi papá murió hace años y sé cómo es la situación”.

Espera mortal

Como ella, miles de pacientes esperan un trasplante en Colombia. Datos del Instituto Nacional de Salud revelan que en el primer semestre de 2015, 2.266 personas estaban en espera de un trasplante de órgano. En el San Vicente Fundación, al 25 de febrero pasado, 178 personas estaban esperando donantes y los pretrasplantados sumaban 800 pacientes.

Pero no todos reciben la llamada anhelada al otro lado de la línea y fallecen esperando un órgano, tejido o fluido.

Los registros del Instituto Nacional de Salud, INS, dan cuenta de que 38 personas murieron esperando un órgano en el primer semestre de 2015. En el San Vicente Fundación fallecieron 18. De ellas, 10 aguardando un trasplante renal y 8 un procedimiento hepático.

Stephanie García, ejecutiva de mercadeo de la Asociación Nacional de Trasplantados, comentó que en 2015 murieron cinco personas esperando el procedimiento quirúrgico.

El promedio de espera para trasplante renal es de 8,3 meses, hepático un mes y de intestino 3,4 meses en Centros Especializados San Vicente Fundación, explicó Diana María Molina Montoya, su directora general.

Obstáculos

Son varias las dificultades que enfrentan quienes cuentan los días para recibir un traslado de órgano vivo o tejido que mejore su calidad de vida.

Alonso Vera, jefe del Servicio de Trasplantes del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá, explicó que en Colombia no existe una estructura de red de trasplantes que sea suficiente para captar los donantes que puedan registrarse.

Además, falta una red financiada por el Estado, “la actual es de nombre y sin financiación. Los órganos son un bien del Estado, pero no se manejan como tal. Son muchos los factores que inciden en la ausencia de donación”.

Lo otro es que el país no tiene cultura de donación y no todos los que requieren de estos procedimientos pueden acceder al sistema.

Conceptuó Vera que hay subregistros, ya que no todas las personas acceden al sistema para registrarse e ingresar a la lista de espera, “son cerca de 25.000 las personas que se someten a una diálisis. Además, muchas personas enfermas del hígado no están en los indicadores, se pierden en el sistema y no llegan al centro trasplantador”.

Para Vera, existen dos vacíos legales: estructura de red de donantes financiada por el Estado desde la base, que son los hospitales, posibles generadores de donantes. Falta financiamiento y estructura para esa red. Cada hospital de nivel dos para adelante debería tener una persona que detectara y manejara los donantes y los reportara. Los especialistas destinados a ello son pocos y falta financiación.

“Debería haber un centro regulador que podría ser el Instituto Nacional de Salud. Eso debería ser financiado por el Estado, reiteró Vera, experto en trasplantes.

En ese orden de ideas, son varios los retos a enfrentar, entre otros, según Alonso Vera, la educación para la donación en Colombia y la accesibilidad al sistema, de los pacientes por enfermedad crónica a un trasplante.

Para mostrar la dimensión de la problemática, el doctor Vera explicó que en Colombia se realizan cerca de 200 trasplantes de hígado al año, en un país desarrollado se realizan 20 de estos procedimientos hepáticos, por millón de habitantes. Si Colombia tiene 45 millones de habitantes, deberíamos realizar unos mil tratamientos médicos de esta índole” indicó el Médico.

Stephanie García, ejecutiva de mercado de la Asociación Nacional de Trasplantados, informó que uno de los principales problemas que enfrentan sus afiliados es el suministro de medicamentos, especialmente de alto costo y que no forman parte del Plan Obligatorio de Salud, POS.

La tutela y otras herramientas jurídicas son usadas por los miembros de la Asociación para pedir la medicina en los plazos oportunos. La mayoría de asociados pertenecen a estratos muy bajos.

Exámenes previos

Juan David Ramírez, coordinador operativo de trasplante de Centros Especializados de San Vicente Fundación, explicó que el paciente requiere unos exámenes previos antes de someterse a un trasplante. “La persona no está en lista de espera, desde el momento que se le informa que debe ser trasplantada. Se surten unos tiempos, mientras se realizan las pruebas y las EPS autorizan los exámenes, entre otros”.

Reiteró que “solo está en lista desde el momento que el grupo de trasplante le informa que tiene todas las pruebas, cumplió el protocolo y es apta”.

Aclaró que existen muchos mitos relacionados con estos procedimientos. Enfatizó que no hay tráficos de órganos, no hay lista de espera por orden de entrada. “Algunas personas creen que las van a matar para sacarle los órganos”, aclaró Ramírez.

La ejecutiva de mercadeo de la Asociación Nacional de Trasplantados coincide con Ramírez en el sentido de que las personas no donan sus órganos por algunos mitos existentes. “Existe desinformación. A la familia le da miedo la desfiguración del cadáver y que se trafique con los órganos”.

La Asociación, que tiene 29 años, cuenta con 30 niños y 122 adultos afiliados.

Desde recién nacidos hasta personas con más de 70 años son, han sido y serán objeto de esta intervención quirúrgica. Algunos de ellos, aún esperan que la sociedad tenga mayor conciencia sobre la importancia de donar órganos, tejidos y fluidos.