Salud

¿Por qué las gaseosas y los tés son malos?

Además de solo aportar calorías, este tipo de líquidos también pueden generar problemas de salud.

Comunicador social. Periodista del área de tendencias. Me interesan la ciencia, el lenguaje, la sociedad y el internet. Me gusta responder las preguntas que se hace la gente cuando se hace preguntas.

21 de mayo de 2016

El país celebra la decisión de la Cámara de la Industria de Bebidas de la Andi, que el pasado jueves firmó un compromiso de cinco puntos que busca fomentar estilos de vida saludables, en especial entre la población infantil.

Entre otros, el acuerdo incluye a compañías como Postobón y Coca Cola, que se comprometieron a dejar de vender bebidas como gaseosas y tés en las primarias, y no publicitar estos productos en medios donde más del 35 % de la audiencia se encuentre por debajo de los 12 años.

Es un secreto a voces que las bebidas azucaradas son nocivas para la salud. El mero adjetivo, “azucarado”, apunta a una de las raíces del problema. Sin embargo, su contenido de azúcar es solo uno de los motivos por los cuales el consumo de estas bebidas debe ser moderado, sobre todo entre niños y adolescentes.

El problema con el azúcar

Como en muchos otros asuntos de la alimentación, el problema parte del exceso. “Yo pienso que el punto no es satanizarlas, pero sí hay una evidencia que dice que son malas cuando el consumo es excesivo”, explica Sandro Gómez, médico nutriólogo.

“El problema viene, en parte, por el tipo de edulcorante [endulzante] que se usa: azúcar de caña o jarabe de maíz de alta fructosa. Este último solo puede ser sintetizado en el hígado, y puede derivar en problemas como hígado graso, aún en los niños”, dice el experto.

Además, estos azúcares están relacionados con el desarrollo de enfermedades crónicas como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la hipertensión y las cardiovasculares, entre otras.

Sumado a esto, existen otros asuntos afines a algunas de estas bebidas que son perjudiciales para la salud. Por ejemplo, el ácido y los azúcares de las gaseosas dañan el esmalte de los dientes, algo que puede desembocar en la aparición de caries. También, su aporte nutricional es cero, pues lo único que aportan es carbohidratos.

Por otra parte, ciertas de estas bebidas contienen cafeína, cuyo consumo no es recomendado para menores de edad, en especial antes de los doce años. Esto último, no obstante, es revaluado por Gómez, quien opina que la cantidad de cafeína que hay en estas bebidas es muy poca para ser significativa.

Como referencia, una Coca Cola de 350 ml tiene 34 mg de cafeína. El sistema de salud canadiense recomienda un máximo de 85 mg al día para los jóvenes entre 10 y 12 años. Para los adultos sugiere hasta 400 mg al día. “Aunque si hablamos de un niño de tres años, ninguna cantidad es recomendable”, dice Gómez.

Las alternativas

El consejo del experto es que los jóvenes no tomen más de una bebida azucarada al día. Esto incluye las gaseosas, el té, algunos jugos de caja y ciertas bebidas lácteas saborizadas y endulzadas artificalmente.

También, sugiere que se aumente la cantidad de agua que consumen a diario, y que consideren otras alternativas, como la leche. “El consumo de estas bebidas ha hecho que líquidos como la leche, muy importante para el control del calcio y del apetito, sean olvidados”, remata.