“Si no comes, te llevo donde Freddy”: docentes habrían amenazado a niños de hogar infantil con su señalado abusador
Por medio de un video publicado en redes sociales, padres de familia denunciaron que algunos docentes habrían utilizado el nombre de Freddy Castellanos para amenazar a los niños, si no comían o se dormían.
La clausura del Hogar Infantil Canadá, sede F, en la localidad de San Cristóbal, al sur de Bogotá, por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), tras la detención del docente Freddy Castellanos por presunto abuso sexual contra 12 niños de entre tres y cinco años, sigue dando de qué hablar y ahora con una nueva incógnita.
Otra reciente denuncia por parte de los padres de familia de los menores afectados reveló que al parecer algunos profesores del centro habrían utilizado el nombre o la figura del señalado abusador para amenazar a los menores.
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La Fiscalía General de la Nación detalló el pasado 7 de mayo, tras la captura y posterior encarcelamiento de Castellanos, cómo “el hombre habría aprovechado su condición de cuidador para simular juegos con los menores de edad de tres años que estaban a su cargo y sometido a actividades de tipo sexual entre marzo y abril del año en curso”.
Las denuncias formales, las valoraciones psicológicas y los dictámenes forenses fueron determinantes para la captura de este docente señalado de los abusos en el centro infantil.
Es por eso que una madre alzó su voz para denunciar esta otra situación que sugirió un posible encubrimiento o, al menos, una alarmante negligencia dentro de la misma institución.
Una nueva variante dentro del caso: ¿hubo amenazas a los niños?
Las declaraciones fueron difundidas por el concejal de Bogotá, Andrés Barrios, a través de un video en TikTok, donde la madre de una de las presuntas víctimas relató con angustia las aterradoras amenazas que presuntamente provenían de algunos educadores: “Si no comes, te llevo donde Freddy”.
La incredulidad y el dolor se hicieron evidentes en sus palabras: “Creí en esa institución, creí en la coordinadora. Mi hijo me comentaba que le decían: ‘Si no duermes, te voy a mandar a donde Freddy’, ‘si no comes, te llevo donde Freddy’”, contó.
Y agregó: “¿Por qué las profesoras mandaban a los niños con Freddy?, porque sabían que Freddy era el monstruo de esa institución. ¿Cuántos niños más están siendo abusados por la institución del Icbf y, quién hace algo?”, sentenció.
Estas declaraciones dejaron abiertos algunos interrogantes perturbadores sobre el conocimiento y la posible complicidad de otros miembros del Hogar Infantil Canadá, en los abusos sexuales.
La pregunta de cuántos niños más pudieron haber sido víctimas y el papel de la institución del Icbf en la supervisión y protección de los menores son ahora puntos centrales de una investigación que parece extenderse más allá de la figura de Freddy Castellanos.
La comunidad todavía exige respuestas y justicia ante estos hechos que vulneraron la integridad de los más pequeños en la capital del país.
Así se enteró una de las madres de los abusos en el hogar infantil en Bogotá
Margie Espinel, fue una de las madres de las presuntas víctimas quien se dio cuenta y expuso los casos de agresión al interior del centro infantil en Bogotá.
Como lo ha explicado en diferentes medios de comunicación, ella reveló que debido a los rápidos y extraños cambios en el comportamiento de su hija, supuso que algo le pasaba. El no querer ir al jardín, ni comer o salir, hicieron que esta madre investigara por su cuenta.
Tras haber escuchado lo que pasaba por parte de su misma hija, Espinel reveló que de inmediato se comunicó con las autoridades. “Inmediatamente, llamé a la Policía y activaron el código blanco. Mi hija fue hospitalizada y Medicina Legal corroboró el abuso”, sostuvo.
Por otra parte, al exponer el caso, aseguró en Caracol radio, que desde el centro infantil no le prestaron atención ni le dieron celeridad e importancia a investigar la situación, para supuestamente “proteger” al agresor.
“Lo único que hicieron fue dudar de mi hija. Dijeron que era un caso confuso y que el profesor tenía derecho a defenderse. Incluso le dieron mis datos para que él me denunciara por agresión”, concluyó
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