Colombia

“Sin autonomía regional no se podrán evitar nuevas violencias”

El exministro Juan Fernando Cristo afirmó que el Partido Liberal debe mirar más hacia afuera.

Politólogo de la Universidad Nacional, Periodista de la Universidad de Antioquia y maestrando en Gobierno de la Universidad de Medellín. Tratar de entender e interpretar el poder, un reto.

02 de junio de 2017

Hasta el lunes pasado el exministro del Interior, Juan Fernando Cristo, estuvo trabajando en la confección del nuevo cronograma de desarme y otros compromisos del Gobierno y las Farc en la implementación del Acuerdo. Ahora es, ad honoren, delegado en la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI).

Ayer concluyó el empalme con su sucesor, Guillermo Rivera. Lo puso al día con la agenda legislativa que está pendiente y le encomendó continuar las tareas sobre el diálogo social. Aunque desde diciembre dejó entrever que había cumplido su ciclo como ministro, fue el último en salir del gabinete para no inhabilitarse ante una posible candidatura presidencial.

En entrevista con EL COLOMBIANO afirmó que todavía no se ha sentado a hablar con los líderes de su partido sobre lo que se viene en materia política, pero que espera integrar una gran coalición. A partir de la próxima semana empezará a asistir a foros y actos políticos.

¿Usted quiere ser el candidato único del liberalismo?

“La defensa de la paz exige superar fronteras partidistas. El partido debe dejar de mirar hacia adentro y dirigir la mirada hacia afuera. Hay que pensar en términos de una gran coalición, lo más amplia posible, en la cual el Partido Liberal tiene que jugar un papel protagónico. Si se puede sacar adelante una opción presidencial, será fundamental para construir una coalición. Pero si luego de una consulta interpartidista surgen otros liderazgos, la colectividad tiene que estar lista para participar”.

¿A quienes ve en esa “gran coalición”?

“Vamos a trabajar con los liberales, sectores de La U, el Polo, los Verdes, independientes, sectores de la izquierda democrática y organizaciones sociales que han venido acompañando este esfuerzo de ponerle fin al conflicto armado”.

¿En qué coalición ubica a Cambio Radical?

“Los veo acompañando la agenda del Gobierno y votando los proyectos que tienen que ver con el Acuerdo. Hasta ahora no puedo decir nada distinto. Es diferente una coalición para preservar unas mayorías en el Congreso a otra para afrontar las elecciones de 2018. He visto una posición distinta y mucho más distante de la paz y de la implementación de parte de ese partido”.

Si se consolida su candidatura, ¿cuáles serían sus ejes programáticos?

“La implementación y la consolidación de la paz es esencial, pero no es suficiente. Tenemos que sacar adelante una reforma a la justicia, que acabe con la impunidad y la violencia. Hay que establecer nuevas y más audaces estrategias en la lucha contra la corrupción. Ya dimos un primer paso con la presentación de la reforma política y electoral, que busca romper ese matrimonio perverso entre financiación de campañas y contratación”.

¿Qué hará para mejorar los indicadores económicos?

“Hay que avanzar en una política que genere mayor equidad e igualdad, más contundente en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. He conversado con dirigentes de otras colectividades sobre cómo avanzar en la autonomía y la descentralización territorial”.

¿Le parece que hoy es modelo es centralista, en contravía de lo dispuesto en la Constitución de 1991?

“Más allá de la firma del fin del conflicto con las Farc, si seguimos bajo un régimen tan centralista, pretendiendo construir nacionalidad y paz desde los escritorios y no desde los territorios, no vamos a lograr evitar que surjan nuevos fenómenos de violencia. Es necesaria una mayor autonomía regional”.

¿Cree que despedazarán el proyecto de reforma política que usted lideró?

“Habrá ajustes, como es natural, pero hay grandes consensos en el Congreso y el más importante es la necesidad de esta reforma. Los partidos son conscientes de que no se puede llegar al proceso electoral del 2018 con el mismo esquema de financiación porque tendríamos unas elecciones con altos niveles de ilegitimidad. También busca la renovación de las caras en política”.

¿Confía en que los congresistas le den herramientas a un nuevo Consejo Electoral para que los investigue?

“ Con el impulso del Gobierno y el nuevo ministro del Interior lograremos sacar adelante lo que tiene que ver con una nueva organización electoral con dientes, que pueda vigilar y controlar las campañas, que pueda tomar decisiones en tiempo real, que se acabe con la incertidumbre en materia jurídico - electoral. En lo que tiene que ver con la financiación habrá medidas que permitirán hacer la política más transparente y abaratar los costos de las campañas”.

Esta semana el Congreso eligió la nueva magistrada de la Corte en medio de tensiones políticas. ¿Ese mismo ambiente se vivirá en lo que queda de discusión de los proyectos de la implementación?

“Hay unas mayorías claras alrededor de la agenda de paz del Gobierno. Una cosa distinta son las elecciones que hace el Congreso, donde juegan elementos más allá del compromiso de los partidos con la implementación”.

Algunos congresistas de La U le dijeron a EL COLOMBIANO que no quieren que Cambio Radical presida la Cámara. ¿Qué pasaría si la Unidad Nacional incumple ese compromiso?

“Lo ideal, y lo que se ha venido presentado, es el cumplimiento de los compromisos que se hicieron desde el inicio del segundo mandato. Esos compromisos deben ser en doble vía, porque quienes lleguen a las mesas directivas deberán cumplir con la tarea pendiente de la implementación”.

Usted dice que en 2018 o se avanza a la paz o se retrocede a la guerra, ¿por qué?

“Los enemigos del Acuerdo le han advertido a los colombianos que si llegan al poder volverán trizas el Acuerdo. Es una advertencia seria, que no hay que tomar a la ligera. Los que creemos que hay que preservar lo logrado en estos siete años, en medio de tanta dificultad, como la disminución de víctimas por el conflicto, la consolidación de la paz territorial y las transformaciones políticas y sociales; debemos encontrar más puntos de coincidencia que diferencias”.

Desde lo jurídico, ¿es posible que otro Gobierno desconozca el Acuerdo?

“Los sectores del No han planteado que de llegar al poder en 2018 acabarían con la Justicia Especial para la Paz, con la posibilidad de amnistías e indultos, de penas alternativas. Eso significaría retroceder y abrir las puerta a una nueva etapa de confrontación violenta”.

*La entrevista a Piedad Córdoba que debía salir hoy, según el cronograma publicado el 25 de mayo, saldrá cuando lleguen sus respuestas.