Arte que sale de lo invisible
La nueva etapa del Mamm empieza con tres muestras de colecciones permanentes: Débora Arango, Salones Rabinovich y Portafolios Agpa.
Envigadeño dedicado a la escritura de periodismo narrativo y literatura. Libros de cuentos: Al filo de la realidad y El alma de las cosas. Periodismo: Contra el viento del olvido, en coautoría con William Ospina y Rubén López; Crónicas de humo, El Arca de Noé, y Vida y milagros. Novelas: Gema, la nieve y el batracio, El fiscal Rosado, y El fiscal Rosado y la extraña muerte del actor dramático. Fábulas: Las fábulas de Alí Pato. Premio de la Sociedad Interamericana de Prensa.
La espera por ver a Débora Arango, esos cuadros suyos llenos de fuerza y vitalidad, terminó.
Con la construcción de nuevos espacios que complementan los de Talleres Robledo, el Museo de Arte Moderno ya cuenta con salas para mostrar las colecciones propias.
En el caso de la gran artista colombiana, una cuarta parte de las piezas que ella donó al Museo en 1987 estará dispuesta para el disfrute del público a partir de pasado mañana y por transcurso de un año. En cifras, digamos que se exhibirán 63 de las 243 piezas que constituyen esta colección, agrupadas con el título La vida con toda su fuerza admirable.
¿Cómo seleccionó estas 63 piezas del conjunto?, le preguntamos a Emiliano Valdés, el curador del Museo.
“Tratando de abarcar los temas que interesaron a la artista: la religión, la política, la familia, los desnudos, el placer, la mujer, la sociedad y los retratos”. También tuvo en cuenta que los cuadros fueran buenos representantes de su técnica.
¿Cómo mostrar esta colección, de manera diferente? Era una inquietud recurrente del curador, en la etapa de preparación. Una noche despertó a las tres de la madrugada con la respuesta: Si en Débora Arango la vida y la obra fueron un continuo, es decir, no estaban separadas, “no debemos bloquear la sala, sino hacer de ella un espacio traslúcido”. En vez de paredes, los cuadros están colgados en mallas metálicas, para que, cuando el espectador observe uno en especial, a su vista llegué la imagen de los otros.
La muestra de Débora Arango ocupa la más grande de las nuevas salas del Museo.
Grabados y geometría
Otras dos muestras de las colecciones propias del Mamm estrenarán la construcción: la de los Salones Arturo y Rebeca Rabinovich y la carpeta de grabados de los Portafolios Agpa, conseguida por el Museo recientemente. La primera de estas, titulada: Puerta a la contemporaneidad; la segunda, Gráfica panamericana a finales del siglo XX.
Los Salones Rebeca y Arturo Rabinovich fueron importantes espacio creados por el Museo, en su antigua sede del barrio Carlos E. Restrepo, en el cual “los artistas experimentaron mucho. Intentaban pintar de otra manera. Incursionaron en el video y la instalación. Fue un acercamiento al arte contemporáneo”.
Los grabados del portafolio Agpa, la colección comprende más de 400. En la muestra se observará el 10 por ciento: 44.
Escogieron los trabajos de diversos creadores, que apuntaran más hacia una abstracción geométrica.
Desde principios de los años 70 hasta el 2000, hubo un auge en Latinoamérica de estas propuestas, explica Emiliano. Actualmente, continúa diciendo, hay una proliferación de esta tendencia. “Me preocupa que se abuse de ella”. Con la muestra, de una pluralidad tal que incluye obras de Ramírez Villamizar y de Fanny Sanín, entre otros, el Museo explica de dónde viene tal inquietud artística.
¿Qué queda en bodega? “Quedan guardadas más de 2.300 piezas. Todo Tejada, por ejemplo”.