100 años de Manuel H., un ojo testigo del siglo XX
Hoy se celebra el centenario del nacimiento del reportero gráfico Manuel H. Recuerdos.
Periodista. Estudiante de maestría en Estudios y Creación Audiovisual.
En una nota editorial escrita para el Círculo Colombiano de Reporteros Gráficos, Manuel Humberto Rodríguez Corredor, conocido en el medio como Manuel H., se refirió a las reglas del oficio: imparcialidad, no permitir discriminaciones o simpatías, ser pulcro al trabajar (buena presentación), dejar a un lado el protagonismo.
También se manifestó sobre el oficio: “Si la noticia gráfica es su necesidad diaria, no debe ignorar la belleza de la naturaleza que nos rodea para halago de nuestros sentidos, sino, con su cámara, compartir su mensaje de paz y alegría, y entregar a los lectores un mensaje gráfico de optimismo y satisfacción de vivir”, escribió en 1978.
Hoy el país conmemora el centenario del nacimiento del tipógrafo y fotógrafo bogotano (14 de julio de 1920 / 18 de septiembre de 2009), contemporáneo de fotorreporteros como Sady González, Luis Gaitán y Daniel Rodríguez.
Su carrera comenzó a los 18 años, cuando compró su primera cámara Rollei Flex, con la que empezó a capturar escenas de toreo, una de sus aficiones. Por esa experiencia fue vinculado en 1945 como reportero gráfico taurino en El Diario Liberal, dirigido entonces por Alberto Lleras Camargo, expresidente de Colombia. De esta época se recuerdan sus retratos de los toreros Manolete y César Rincón.
Durante el Bogotazo, como se le conoció a los disturbios masivos que siguieron al asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, hizo un importante cubrimiento que fue decisivo en su obra y que le abrió las puertas al reportaje gráfico: trabajó en El Liberal, El Espectador y El Tiempo (en el que más colaboró, de 1952 a 1994).
Testimonio del siglo XX
Cuando estaba escribiendo la Historia de la Fotografía en Colombia (1983), el crítico y curador Eduardo Serrano conoció a Manuel H. En ese entonces, relata, no se hablaba de fotografía y menos se consideraba un arte. La impresión que le dejó el encuentro fue de sorpresa por la “lucidez” y conocimiento de su trabajo con la cámara.
“No tuvo muchas pretensiones. Te recibía amablemente en su estudio gigantesco en el que exhibía fotografías importantes que había tomado, como el retrato de Luz Marina Zuluaga como Miss Universo, la imagen de Laureano Gómez y Jorge Eliécer Gaitán en la plaza de toros, la ‘V’ de victoria de Alberto Lleras Camargo...”
Serrano afirma que Manuel H. hizo mucho por la fotografía, especialmente por la reportería gráfica (la que se hace para medios de comunicación). “Tenía la agilidad visual e intuición del que tiene que saber oprimir el obturador en el instante que sucede el hecho”, comenta Eduardo.
Su trabajo tocó casi todos los temas que se pueden abordar, cuenta su nieto y actual responsable de su archivo, Manuel Humberto Rodríguez. “Mucha gente se refiere a mi abuelito como el fotógrafo de los toros y del 9 de abril, pero creo que tiene el archivo más variado de Colombia. Hay imágenes publicitarias, callejeras, retratos, fotos de arquitectura”.
A pesar de este amplio registro, aún falta divulgar su obra. Santiago Rueda, curador de arte contemporáneo y fotografía, explica que Colombia ha sido “increíblemente ingrata” con sus fotógrafos, considerados como secundarios dedicados al registro del día a día o de los eventos sociales: “Nunca han sido vistos en su función central, la de testimoniar... Él cubrió la vida política de los años 40, fue quien identificó el cadáver de Roa Sierra en el cementerio central de Bogotá el 10 de abril de 1948”.
El legado
Manuel H. sabía que era testigo de su época y que la imagen era una forma de contar la historia del país. Se preocupó por construir un archivo durante más de 70 años por lo que ahora su familia conserva casi intactas las 700.000 diapositivas y negativos (otra parte está en el Museo de Bogotá, el Museo Nacional y la Biblioteca Nacional).
En las cuentas de Instagram (@foto_manuel_h) y Facebook (Manuel H.) se comparten sus preocupaciones por registrar el país, como esas instantáneas que tomó con su Olimpus-Pen y que se ve en el videoclip El Álbum de Aterciopelados. Cogía su cámara portátil y ponía el ojo en una señora con su hija en hombros, gente bajándose del tranvía, manifestaciones en plazas públicas, tranvías y edificios en llamas... En fin, hechos que suceden Colombia.