Simón Mesa, vuelve con sus cortometrajes a Cannes
El corto “Timecome”, del español Juanjo Giménez; “Madre”, de Simón Mesa Soto (Colombia), y “A moça que dançou com o diabo”, de Joao Paulo Miranda Maria (Brasil), competirán en la sección de cortometrajes del próximo Festival de Cannes, indicaron los organizadores.
Una decena de producciones, procedentes de esos tres países, además de Túnez, Reino Unido, Filipinas, Francia, Rumanía, Italia y Suecia, han sido seleccionados por el Festival para su concurso de cortos, cuyo programa se anunció, un día antes de que se dé a conocer mañana en rueda de prensa la selección total del resto de las categorías.
Los organizadores indicaron que se han recibido 5.008 cortos, 458 más que en la pasada edición, para la sección oficial, cuyo jurado está presidido por Naomi Kawase.
El Festival de Cannes también desveló la selección oficial de la sección Cinéfondation, que elige producciones procedentes de escuelas de cine de todo el mundo.
Por vez primera, los organizadores eligieron un corto de Venezuela, “La culpa probablemente”, de Michael Labarca, de la Universidad de Los Andes.
También competirán el mediometraje mexicano “Las razones del Mundo”, de Ernesto Martínez Bucio, del Centro de Capacitación Cinematográfica, y el argentino “Business”, de Malena Vain, de la Universidad del Cine.
En total 18 producciones, 14 ficciones y 4 de animación, procedentes de 15 países, han sido seleccionadas por los organizadores para esta sección, que recibió 2.300 propuestas de todo el mundo.
El Festival destacó que 10 de las películas fueron dirigidas por mujeres.
Simón ya ganó en Cannes
El antioqueño Simón Mesa Soto recibió en mayo de 2014 la Palma de Oro al mejor cortometraje de la 67 edición del Festival de Cannes por Leidi.
“Solo quería contar la historia de una niña pequeña desde un punto de vista muy pequeño, que condensara muchas cosas de mi país y de Latinoamérica”, comentó Mesa Soto tras recibir su premio.
Se trata de una cinta de producción colombiana y británica de 16 minutos de duración en la que narra la búsqueda que emprende la joven Leidi para encontrar a Alexis, el padre de su hijo, un trabajo que firma un joven formado en la Universidad de Antioquia y en la Escuela de Cine de Londres.
Su película es el trabajo final de sus estudios de cine en Londres y el joven cineasta valoró como “surrealista” que cinco meses después esté en el festival de cine más importante del mundo, y que además haya resultado premiada.
Leidi es un trabajo de quince minutos que sorprende por la precisión de su realización y el poder que tiene para contar con imágenes austeras la realidad de la vida en los barrios populares de Medellín, aquellos situados en las laderas de la ciudad y que el poeta Víctor Gaviria descubrió para el cine en sus alabados largometrajes de los años noventa.
Leidi es el nombre de la protagonista, una joven madre soltera que vive con su madre y que tiene una relación sentimental con el padre de su bebé, un muchacho que lava carros en una terminal y del que poco llegamos a conocer, salvo la muy escasa responsabilidad de su paternidad. Nada especial sucede en la historia, es el registro de la cámara que capta el pasaje humano y urbano en el que se mueve Leidi y que se cierra con un hermoso plano de ella solo en un bus, especie de lograda metáfora sobre el destino que seguramente la acompañara.