Dos paisas, bailarines de Beyoncé, cuentan detalles de su concierto en Dubái

Beyoncé volvió a pisar los escenarios después de cuatro años. En su regreso este fin de semana durante la inauguración del hotel de lujo Atlantis The Royal en Dubái estuvo acompañada por un grupo de 21 bailarines de todo el mundo del que hicieron parte los antioqueños Cristian Orozco y Mateo Betancur.

“Fue una experiencia demasiado gratificante, todavía no me la creo. Veo los videos en las redes sociales y no creo que estuve ahí con ella, porque es demasiado, siempre lo había soñado”, dijo Orozco, quien está en el Medio Oriente desde hace dos meses, allí trabaja como bailarín en un importante hotel.

Para lograr este gran paso en sus carreras, porque ambos son bailarines profesionales en Medellín, se presentaron al casting el pasado 9 de enero. A la prueba llegaron personas de todo el mundo, fueron casi 100 aspirantes: Cristian fue el número 18 y Mateo el 72.

“A mí no me enviaron invitación para el casting porque era privado, pero yo llegué y la di toda. A los que invitaron le enviaron un video para aprenderse la coreografía. A mí me confirmaron el mismo día, entonces llegué sin saber nada, me tomaron fotos y me aprendí la coreografía en un momentico, era una canción de Usher”, dijo Mateo.

La audición duró todo el día: debían pasar por varios filtros. Al grupo que quedó seleccionado los grabaron para luego enviar los videos a Los Ángeles donde se tomó la decisión definitiva. Finalmente, de los 50 aspirantes hombres escogieron a Cristian, Mateo, tres cubanos y un español.

Entonces comenzaron a ensayar. Faltando dos días para la presentación lo hicieron junto a Beyoncé. “Esa vez pensamos que íbamos a ensayar normal con el vestuario y que ella se iba a meter a marcar, pero no, ese día nos dio un concierto privado, lo dio todo con su voz, su maquillaje, el peinado, el vestuario. Fue como un concierto privado para nosotros, éramos con la lágrima”, contó Cristian, de 26 años.

Y agregó: “Esa mujer era cantando y yo la miraba, y ella cada vez que lo mira a uno como que le sonríe, le da la mano, es súper buena gente, hace que uno se sienta muy cómodo”.

Del show también hicieron parte otras 15 bailarinas (estuvo la colombiana Leidy Johana Henao, quien está radicada en este país) y el grupo de danza libanesa Mayyas que ganó el programa de televisión estadounidense America’s Got Talent.

Durante los ensayos previos Mateo (tiene 29 años) igualmente también estuvo muy cerca de la artista. “’En Crazy In Love’ me tocaba bajarla con el español por las escaleras, agarrados de la mano, pero al final eso lo cambiaron, pero no me importa porque la tocamos”. Recordó y soltó una carcajada.

Contaron que siempre está muy pendiente de cada uno de los detalles de la presentación y con lo que no está de acuerdo “lo dice súper linda, nos decía lo siento poco natural, no es arrogante; ella lo tiene muy claro”.

Una de las reglas que les dieron en los ensayos fue que cuando ella llegara no le podían demostrar “nuestras emociones”, que si ella no hablaba nadie lo hiciera. Tampoco podían tener los celulares cerca y las cámaras de los equipos las debían tapar. Eran ensayos de 12 horas: de 10 de la mañana a 10 de la noche en este hotel que es considerado el más lujoso del mundo en la actualidad. Todos los días debían someterse a una prueba covid.

El concierto tuvo una duración de 60 minutos. En “Freedom” hicieron una coreografía con unos pañuelos, en “I Care” bailaron con unos tambores, en “Countdown” salieron con unas banderas alrededor del escenario y el final fue con “Drunk in Love” cuando la subieron a una plataforma con fuentes de agua.

Una vez finalizó el concierto estuvieron en el “after party” con los invitados privados de Beyoncé: estuvieron al lado de sus hijos y la mamá de la cantante, celebridades como la modelo Kendall Jenner y las actrices Halle Bailey (la Sirenita) y Ashley Park de Emily en París. “Fue como un sueño, nos hacíamos al lado de toda esa gente; no tenemos fotos, pero esto quedará para siempre en la mente”, concluyó Cristian.