Cultura

Entrar a un museo y darle un respiro a la mente

La OMS ha destacado los vínculos entre las artes y cómo benefician la salud mental. En reapertura, así puede apoyarse de la cultura.

Periodista que entiende mejor el mundo gracias a la música, que atrapa cada momento que puede a través de su lente fotográfico y a la que le fascina contar historias usando su voz.

14 de septiembre de 2020

Es posible que después de seis meses de confinamiento, de sintonizar los reportes diarios de las cifras sobre cómo avanza la situación del coronavirus en Colombia y de conocer, a través las pantallas, sobre tantos otros sucesos que ojalá fueran ficción, a usted se le antoje, más bien, pintar, escuchar su disco favorito, ver la nueva serie que sacó Netflix o sentarse a escribir.

En medio de un momento como este, es normal. “El arte y la cultura siempre han estado presentes como una forma de expresar nuestra identidad”, dice la psicóloga Marta Lucía Martínez Gómez, especialista en infancia y adolescencia. Un vehículo de expresión de sentimientos y emociones. “En estos momentos no son un recurso sino una necesidad apremiante, un factor protector en los momentos críticos, en crisis vitales”, añade.

Ahora que la reapertura se está retomando en el país, ya no solo existe la posibilidad de buscar el arte en casa. Los museos son, por ahora, unos de los únicos espacios culturales habilitados para recibir visitantes. Adecuados con todas las medidas de bioseguridad y distanciamiento social, son un vehículo beneficioso para la salud mental y física, más aún en momentos como este.

¿En qué ayuda la cultura?

Hay vínculos estrechos, comprobados, entre salud mental y física y las artes. En junio de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el reporte What is the evidence on the role of the arts in improving health and well-being?, que traduce ¿cuál es la evidencia sobre el papel de las artes en la mejora de la salud y el bienestar?

Los hallazgos que se hicieron a través de cerca de 3000 estudios diferentes relacionados con el tema, le permitieron a la OMS estableciera que hay evidencia suficiente para afirmar que “las artes pueden, potencialmente, impactar tanto la salud mental como la física”.

Se indica en el reporte que en cuanto a la prevención, las artes inciden en el desarrollo de los niños, alientan comportamientos que promueven la salud, ayudan a prevenir enfermedades y apoyan los cuidados brindados a alguien enfermo.

En cuanto al manejo y tratamiento de enfermedades, se han hecho hallazgos sobre cómo las artes ayudan a personas que padecen ciertas enfermedades mentales o a las que tienen desórdenes neurológicos.

Desde la psicología estos vínculos también se puede analizar múltiples perspectivas. “Así como las personas ejercitan el cuerpo en pandemia, o en otros momentos, el arte es un ejercicio de la mente: leer, practicar dibujo, canto o cualquier otra arte”, expresa el psicólogo Ricardo Andrade, director de extensión de la Universidad San Buenaventura en Armenia. Desde la psicología del desarrollo y la maduración neurocognitiva, agrega, “es fundamental para un desarrollo adecuado de las habilidades viso-espaciales y el desarrollo del lenguaje”.

“Una persona puede hacer ejercicio de sublimación de un sufrimiento a través de una obra de arte o de la escritura”, señala Johnny Orejuela, jefe de departamento de Psicología en la Universidad Eafit. Enfatiza que, muchas veces, ese tipo de prácticas se usan mucho para procesos que atraviesan víctimas del conflicto armado.

Por otro lado, también se recibe del arte que otros han creado. Dentro de terapias, en ciertos casos, se recomienda visitar los museos como parte de un proceso individual. “Los museos nos permiten proyectarnos en ciertos momentos en los que quizá estamos afligidos y una obra de arte puede representar mejor ese momento emocional y sobre el que podamos proyectar una imagen en la que podemos ver reflejado nuestro dolor. Le hace un contrapeso a la experiencia del sufrimiento psíquico”.

Dialogar sobre salud mental

A esto se le añade que espacios como el Parque Explora, que también es museo, han buscado ser un apoyo para que los ciudadanos conozcan aún más sobre salud mental, así sea a la distancia.

“Desde el comienzo de la pandemia empezamos a incidir públicamente con el tema de la salud mental, con el apoyo de psiquiatras de la Facultad de Medicina de la U de A”, cuenta Ana Ochoa, directora de comunicaciones y cultura del Parque Explora. Lanzaron el programa Tengo una duda, una especie de consultorio público, conducido por las preguntas de la gente a expertos sobre esta situación histórica.

Se trata de una versión de un programa clásico de divulgación de la ciencia que tiene Explora desde hace 12 años llamado Ciencia en Bicicleta. A esto se suma la programación permanente de la Sala Mente y su enfoque hacia ser un propiciador de conversaciones sobre el tema.

“Consideramos que explora es un movilizador de ideas, un formador eficaz en una sociedad informada y deliberante. Consideramos que explora no sea visto solo como lugar fascinante, sino comprometido con la prevención de la enfermedad mental”, añade Ochoa. Desde su segunda reapertura en la segunda semana de septiembre, ha habido jornadas en la que Explora ha recibido hasta 350 personas, siempre respetando no superar el aforo permitido (30% de su capacidad total). La respuesta, hasta el momento, de acuerdo con el parque, ha sido muy positiva.

Apoyo a políticas públicas

Dicho reporte de la OMS también arrojó consideraciones sobre cómo las políticas públicas podrían involucrarse más en apoyar la implementación de intervenciones artísticas, divulgar prácticas positivas en otros países y “apoyar la investigación en las artes y la salud”.

En Alemania, el sostenimiento del ámbito cultural ha sido una prioridad desde que arrancó la pandemia. El gobierno anunció un apoyo de 50 mil millones de euros para independientes y pequeñas empresas culturales para apoyar su sostenimiento desde marzo.

“El arte y la cultura son expresiones de una humanidad, de una sociedad y democracia vibrante. Hoy más que nunca los necesitamos como una brújula que proporciona orientación e infunde confianza en uno mismo”, señaló este año la Ministra de Cultura de ese país, Monika Grütters.