Cultura

El caricaturista Elkin Obregón cumple 80 años

El caricaturista antioqueño cumple hoy 80 años. Le contamos qué dibuja ahora y dónde puede ver su más reciente producción artística.

Periodista. Estudiante de maestría en Estudios y Creación Audiovisual.

26 de noviembre de 2020

El caricaturista antioqueño Elkin Obregón Sanín (Medellín, 1940) dibuja desde que tiene memoria: “Cuando aún no me levantaba del suelo. Toda la vida”, dice el día anterior a su cumpleaños 80, el 26 de noviembre, en el zarzo de su casa, un ático rodeado de libros con una mesa de dibujo en una de sus esquinas. Por este recodo, a través de una ventana, se filtra una luz suave de la calle, la suficiente para hacer sus trazos.

Ahora se siente entusiasmado. Hizo “mamarrachos” en la escuela y la universidad, cuando estudiaba Arquitectura en la Universidad Pontificia Bolivariana. En ese momento le hacía caricaturas a los compañeros. Ha dibujado siempre y, en especial, este año durante la pandemia, en el que retomó de nuevo el lápiz después de 10 años de inactividad.

No tiene horarios específicos ni metodología. Le gusta la luz del día porque la eléctrica no es suficiente y le cuesta más para dibujar. Está pendiente de adecuar una lámpara de dibujo especial que le sirve para estos casos: “No me explico cómo hacían los pintores cuando no había electricidad. Para el color es aún más difícil”, resalta, sentado en la butaca de su mesa de dibujo.

Por estos días prepara un retrato caricaturesco de la cantante de ópera griega Maria Callas. Sobre su mesa tiene un boceto con uno de los intentos. Arrumados en su biblioteca hay otras cuantas hojas sueltas de papel mantequilla con rayones del rostro de la soprano, basado en imágenes que encontró en internet: “Busco en Google, tomo algunos apuntes y le trabajo hasta que salga... o no”.

En el mismo papel en el que bosqueja a Callas (foto) tiene el boceto de un piano de cola que hará parte de un retrato que le pidieron por encargo de la cantante norteamericana Nina Simone.

A pesar de que ha hecho acuarelas e ilustraciones, Elkin se define sobre todo como caricaturista. Sus dibujos los hace con marcador de tinta mojada sobre papel propalcote, que le permite mejor absorción del pigmento. Así mismo, mantiene a la mano varios lápices afilados, borradores, reglas y sacapuntas. Lo acompañan algunas cajas de acuarela, hojas y pinceles que le hacen “guiño” para volver a empezar con esta técnica. Obregón además ha sido escritor, traductor, editor, productor musical y columnista.

Referentes

En uno de sus trabajos más conocidos, la serie de tiras cómicas Los invasores, hizo cientos de entregas para la prensa en los que hacía una crítica a la historia de la colonización de América. Aparecieron en 1975 en EL COLOMBIANO, en ese entonces “el sueño dorado de todo historietista”, hasta 1977; luego tuvo una segunda temporada en El Mundo a partir de 1981. “Esa primera época de El Mundo era memorable por la creatividad y frescura. Era tan bueno que ese aire no duró demasiado”, comenta y bebe un poco de café de su mesa de centro.

En varias ocasiones Obregón ha dicho que su referente en la caricatura es Ricardo Rendón: “Es el gran maestro de la tropa de los que seguimos después. Por su calidad de dibujo, me parece excepcional. Se suicidó joven (1894-1931) y todavía hay personajes que aparecen en alguna noticia o comentario, acompañada con una de sus caricaturas”.

Después de su paso por El Mundo hizo exposiciones, compilaciones y poemarios. Se levanta lento de su silla para buscar alguna publicación desperdigada en alguna parte de su biblioteca. Encuentra uno, Más Grafismos (1986), de la colección de autores antioqueños editada por su amigo ya fallecido Miguel Escobar Calle: “Al hacer esos libros nunca quise incluir caricatura política porque con el paso del tiempo eso pierde sentido, habría que explicar cuál era el contexto. También he hecho humor gráfico. De ahí salió esa compilación”. Ese fue su segundo libro, el primero (Grafismos, 1979) fue publicado por la Fábrica de Licores de Antioquia.

Sus trabajos artísticos han sido recogidos en volúmenes –además de los citados– en Los Invasores y Trazos. También es autor de poemarios y compilaciones como Titiribicito, Papeles seniles, Crónicas, Vejeces del cancionero colombiano y Memorias enanas.

Otra vez dibujar

Durante la pandemia hizo 24 dibujos y caricaturas. Los exhibe actualmente con una acuarela en la librería Palinuro (ver ayuda). En total son 25 trabajos recientes del maestro que se pueden ver hasta el 30 de noviembre: “Me da mucha pena decirte que me fue muy bien. Como dicen por ahí, éxito de crítica y público (risas). No me puedo quejar”.

Ahora continúa con sus rutinas: leer libros y prensa, ver películas, escribir su columna Caído del Zarzo para el periódico mensual Universo Centro y no dejar de rayar: “Sigo dibujando, ya veré qué hago con eso”. Tiene proyectado dibujar a la poeta polaca Wisława Szymborska, por solicitud de una amiga. Entre sus lecturas, ahora está una que no había leído aún, El Capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte: “Muy entretenido, muy bueno. Es increíble este escritor. A qué horas hace otra cosa”.

Le gusta tomar café, y aún disfruta su aguardiente en la noche, con mesura. Está contento por la producción de este año, por retomar los rayones y seguir haciendo lo que siempre hizo: “Nací con un lápiz en la mano y parece que voy a morir así”, dice el maestro antioqueño, quien tiene pensado celebrar su octavo decenio de vida en su zarzo, al lado de algunos amigos.